Vamos a ser claros: si hoy te quedas atascado en un juego es casi porque quieres. Te aseguro de primera mano que es posible resolver todos los puzzles del remake de Silent Hill 2 sin más ayudas de las que te da el propio juego, aunque siempre puedes encontrar una solución rápida con un par de búsquedas en internet. Pero, claro, hubo un tiempo en el que las soluciones de The Legend of Zelda no estaban ahí y todavía quedaban décadas para que YouTube o Reddit existieran. La solución a todo esto era un número de teléfono. Concretamente el de Nintendo Power Line.
A finales de la década de los 80 y finales de los 90 se estandarizaron los servicios telefónicos conocidos como hotlines o líneas directas. La razón de ser de Nintendo Power Line era, en esencia, para que los jugadores se pusiesen en contacto con un equipo de expertos autorizados por Nintendo capaces de resolver al momento cualquier duda, puzle o desafío de los juegos lanzados en NES y otras consolas. Tan loco como suena. Pero, ¿cuánto costaba la llamada?
Cómo funcionaba Nintendo Power Line
Lo primero es lo primero y merece la pena ponerse en perspectiva: las hotlines no eran algo exclusivo de Estados Unidos, y pese a que en España no se habían estandarizado ni las tarifas planas o llamadas ilimitadas por la época, el precio por llamar a cualquier línea directa era superior a las llamadas tradicionales. Como es de esperar, esto se aplicaba también a las tarifas del Nintendo Power Line.
A diferencia de otras hotlines contemporáneas el propósito principal de Nintendo Power Line era muy específico: ofrecer un canal oficial dedicado de manera específica a ofrecer cualquier solución a los jugadores. Una línea directa que llegó a contar con hasta 33 expertos seleccionados por la propia Nintendo.
De modo que los operadores, llamados Game Counselors, no solo tenían que ser unos expertos, sino responder de manera concisa las dudas planteadas. Adelantándose a las necesidades de quien está al otro lado del teléfono e interpretando lo que quiere decir, incluso si ha estado tres días enteros atascado en algo sencillísimo.
Con eso establecido el precio de la llamada por minuto era de 1,50 dólares en Estados Unidos y 2 dólares si se llamaba desde Canadá. Si aplicamos la inflación y llamamos desde Dakota del Norte, por ejemplo, hoy serían 2,54 dólares americanos por minuto y solo un poquito menos si además hacemos la conversión a euros.
¿Un precio caro? Lógicamente, quien está al otro lado de la llamada está trabajando, te está atendiendo de manera personalizada y se trata de nada menos que un experto. Pero es que a veces era la única alternativa para poder avanzar. Y sí, había alternativas y Nintendo también las daba.
Qué opciones tenías cuando te quedabas atascado (además del Nintendo Power Line)
Toca hacer una puntualización adicional: Nintendo no era la única compañía de videojuegos que ofrecía una línea directa. De hecho, quienes han jugado a Monkey Island lo saben bien ya que el de LucasArts es un gag recurrente en la saga. Sin embargo, tanto entonces como ahora Nintendo no solo era una marca, era un compromiso con el consumidor.
Dicho de otro modo, acudir a un Game Counselor era de tener cualquier duda de tus juegos resuelta. Bueno, en realidad le podías hacer todas las preguntas que quisieras dado que pagabas por minuto. Quizás 1,50 dólares de la época por un minuto al teléfono parezca excesivo teniendo en cuenta las facilidades que tenemos hoy, pero si no sabes cómo vencer a un jefazo final de un juego muy específico las otras opciones de la época pasaban por:
- Esperar a que alguien que conozcas lo lograse antes que tú y te lo explicase.
- Cruzar los dedos para que la solución apareciese publicada en alguna revista especializada.
- Que apareciese en tu librería habitual una guía específica, ya bien sea oficial o de manera extraoficial. En papel, claro.
Y por ello, Nintendo Power Line debía ser la solución definitiva si estábamos verdaderamente atascados, incluso si habíamos agotado el resto de alternativas. Con eso por delante Nintendo contaba con sus revistas oficiales. En España teníamos la Club Nintendo, la cual recibían aquellos que enviaban el formulario incluido en los juegos, y en Estados Unidos había varias, destacando la Nintendo Power.
Revistas que, por cierto, también tenían secciones dedicadas a trucos y tablones en los que los lectores podían realizar consultas y en las que se incluían mapas y códigos secretos. Aunque, claro, como medio no te resolvían las dudas de todos tus juegos o cuestiones extremadamente específicas.
Y eso, quieras que no, nos lleva a la cuestión final: ¿estos expertos se sabían realmente al dedillo todos y cada uno de los juegos de Nintendo y habían memorizado cada mazmorra?
El gran secreto de los que conocían todos los secretos
La dinámica de Nintendo Power Line se explica en una sola frase: llamas, preguntas lo que quieras sobre un videojuego y te dicen la respuesta de inmediato, de forma precisa y de manera comprensible. En función de juego toca especificar en qué punto de la partida o la aventura estás, claro, pero los llamados Game Counselor se las sabían todas. Pero, ¿cómo es posible supieran todas las respuestas?
Según se supo en la revista Nintendo Power, hasta 800 personas se postularon para trabajar en Nintendo Power Line y las actitudes que se valoraron fueron la excelencia a la hora de tratar con el cliente, la capacidad de poder escribir rápidamente, tener como mínimo el título de secundaria y residir en el área metropolitana de Seattle. Y, bueno, también es trascendental que te apasionen los videojuegos. Pero, como verás, eso de jugar era más una recomendación.
El volumen de juegos publicados en la época no podía compararse con el actual, pero incluso en esas era prácticamente imposible reclutar a un equipo de Game Counselors que dominasen cada juego lanzado en NES de lanzamiento más los ya disponibles. Y no solo eso, ya que toca asumir que persona al otro lado de la línea tenía memorizadas todas las mazmorras de cada juego y, además, lo que hay en cada habitación de cada fase. Por suerte para todos, hasta los expertos en trucos tenían su propio truco.
En cada cubículo de los Game Counselors estaba lo que podemos considerar la guía de todas las guías: la Nintendo Game Counselor Guide. Un colosal archivador en el que se encontraban todos y cada uno de los datos y secretos de decenas de juegos, incluyendo completísimos y detallados mapas, anotaciones y amplias tablas. Lógicamente, cuando llegaba un nuevo juego se añadían las nuevas páginas con lo que no era necesario editar revisiones y, además, se incluían consejos para hacer más sencillas las explicaciones.
Estas súper-guías se complementaban con el manual para empleados que se revisaba de manera anual y que, en definitiva, tenía menos que ver con los contenidos para los juegos y más como guía a la hora de ayudar y ofrecer el servicio. De modo que quien llama no tiene la sensación de estar perdiendo el tiempo o la última esperanza y el Game Counselor sabe cómo se debe proceder incluso ante las preguntas menos frecuentes.
Lo cual no impedía que recibiesen preguntas imposibles de responder ya que hay retos que, por una razón o por otra, sólo pueden superarse a base de habilidad. ¿Qué hacían los Game Counselors ante esas? Digamos que tenían frases para salir al paso.
"Lo único que puedo hacer es desearte suerte y cruzar los dedos. Y te aseguro que los tendré cruzados"
De hecho, y siendo justos, a los Game Counselors se les "recomendaba encarecidamente" jugar a cada videojuego en lugar de sentarse y confiar ciegamente en que la solución a cada pregunta estaría en alguna de estas páginas.
Por qué Nintendo Power Line desapareció antes del lanzamiento de la Wii
La línea directa de Nintendo Power Line estuvo en activo en Estados Unidos entre 1987 y 2005. Muchos de los Game Counselors, de hecho, escribían para otras revistas incluyendo la Nintendo Power e incluso tuvieron una sección propia llamada "Counselors' Corner" (el rincón del Game Counselor). Sin embargo, en los últimos años del servicio se estaba dando un gran cambio en las costumbres de los jugadores: las hotlines eran cosa del pasado y el futuro era internet.
Tras el cambio de milenio y a un año del lanzamiento de Wii, la propia Nintendo llegó a la conclusión de que el uso de internet se había extendido lo suficiente como para poder ofrecer un tipo de ayuda más rápida y concisa. No tenías que describir mapas, sino que podías mostrarlos con todo lujo de detalles y, además, los propios jugadores comenzaron a elaborar y compartir sus propias guías definitivas. Como dato, y por ponernos en contexto, YouTube abrió en febrero de 2005.
España no fue la excepción, que conste. Si nos vamos a la web de Guias Nintendo veremos que las primeras que hay están dedicadas al catálogo de Game Boy Advance, Nintendo DS o Wii y el grado de detalles es el mismo que el que se podía esperar del servicio telefónico. Las dos ventajas de cara al consumidor: acceder es gratis y puedes consultar las 24 horas del día y los siete días de la semana.
Lo cual, por cierto, no ha estado reñido con continuar lanzando guías en papel en tiempos de Nintendo Switch. Al menos, en lo referente a juegos específicos.
¿Y qué pasó con los Game Counselors? Nintendo of America los reasignó a otros departamentos. Porque quizás la llegada de internet resolvió muchos misterios actualmente nos pone las soluciones al momento y en la palma de nuestras manos, pero es el toque maestro de quien trabaja ahí y la capacidad de adelantarse a los problemas del consumidor lo que de verdad acaba marcando la diferencia.
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