El icónico cochazo de Crazy Taxi es muy real y verlo domar el asfalto una vez más será lo más nostálgico que te cruzarás esta semana

La versión real no pega tantos saltos locos como en el videojuego, pero hay que reconocer que no ha perdido ni un ápice de estilo

Crazy Taxi
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Pobre de aquellos que nunca se han deleitado con la maravillosa y alocada experiencia de Crazy Taxi. Nunca un videojuego nos hizo desear tanto ser taxistas, ni siquiera el rol de GTA Vice City. Por si no lo conocéis, el primer videojuego de la franquicia fue desarrollado por Hitmaker y distribuido por SEGA.

Su versión arcade llegó en 1999, un año más tarde (2000) estuvo disponible en Dreamcast, tras otro año (2001) acabó en PS2, GameCube y PC, y finalmente llegó a Android e iOS en 2013. Tuvo varias secuelas: Crazy Taxi 2, Crazy Taxi 3, Crazy Taxi: Fare Wars, Crazy Taxi: City Rush y Crazy Taxi Tycoon. La entrega original es la que prevalece en la mente de los fans, especialmente al escuchar "All I Want" de The Offspring.

¿Y si os decimos que este carraco existe en la vida real? Los constructores y coleccionistas de coches suelen hacer locuras con tal de tener máquinas únicas y exclusivas: la station-wagon de los Cazafantasmas, el Coche Fantástico e incluso el Batmovil. Ahora os enseñamos la versión real del maravilloso y sexy 1963 Chevrolet Bel Air de B.D. Joe en Crazy Taxi.

 

 

El creador de contenido Regular Car Reviews compartió varios vídeos en YouTube e Instragram en los que muestra varios momentos del coche: conduciendo por la carretera, aparcado en el garaje con el capó abierto y recibiendo reparaciones/añadidos varios. Si queréis conocer más detalles o verlo en acción durante más tiempo, os recomendamos echar un vistazo a sus canales. ¿Qué os parece?, ¿cómo lleváis el golpe de nostalgia? Nosotros con ganas de jugar a Crazy Taxi.

En VidaExtra | Los coches, motos y camiones que vemos en Mad Max: Fury Road no son efectos especiales, se fabricaron y usaron de verdad

En VidaExtra | Coches en sitios abandonados, misterios en Japón y un poco de relax

Inicio