Los superhéroes llevan con nosotros más tiempo del que muchos fans se imaginan. Todas las películas, series y cómics que consumimos actualmente, Marvel y/o DC, se inspiran en décadas de historias. El ejemplo más reciente lo encontramos en las diez inspiraciones de James Gunn para crear su nuevo Superman con David Corenswet.
Si echamos la vista atrás, podemos encontrar cosas maravillosas, como una pelea a puñetazos entre Popeye y Superman. Nos hemos remontado hasta los orígenes del superhombre de DC para encontrar uno de los eventos canónicos más importantes de la historia de los superhéroes: el cheque que compró sus derechos.
Jerome Siegel y Joe Shuster, dos jóvenes artistas de 20 años de Cleveland, fueron los creadores originales de Superman, al menos de la primera versión. Ya por entonces tenía la mítica S estampada en el pecho. DC, entonces conocida como Detective Cómics, compró los derechos del personaje por 130 dólares (2.769 dólares en la actualidad, según Dollartimes) el 1 de marzo de 1938. Este es el cheque que selló la transacción entre ambas partes.
El concepto de superhéroe nació con Superman. Ese cheque de 130 dólares esencialmente creó una industria de mil millones de dólares. [...] Piensa en un mundo sin Superman. Sin este cheque, nunca tendríamos un Superman, nunca tendríamos una industria del cómic [tal y como la conocemos].
Fue en 2012 (hace 12 años) cuando el cheque reapareció y dio la vuelta al mundo junto a una increíble noticia: el medio Routers informó que fue vendido por 160.000 dólares en una subasta. El copropietario de ComicConnect, Vincent Zurzolo, lugar donde se realizó la subasta online, señaló que este cheque literalmente es un evento canónico en la historia de los superhéroes. Este trozo de papel lo cambió todo, literalmente.
En VidaExtra | El día en el que Muhammad Ali le partió la cara a Superman en un combate de boxeo para decidir el destino de la Tierra
En VidaExtra | He vuelto a mi infancia y me he reconciliado con Superman después de dos décadas en el olvido, pero Warner Bros. me impide disfrutarlo
