Los últimos años en el mundo del ocio nos han acostumbrado a los multiversos de todos los tipos y colores, pero en 1978 era imposible imaginar un mundo en el que podrían cruzarse Superman y Muhammad Ali. El superhéroe más famoso de todos los tiempos charlando tranquilamente con el mejor boxeador que se haya subido a un ring, aunque DC se las ingenió para ofrecernos una historia atractiva... más o menos.
"Aquí estaba nuestra oportunidad de decir algo sobre el mundo sin involucrarnos realmente en la arena política, sino involucrándonos en el área de la humanidad y la gran aventura, diversión y disfrute. Una vez que te das cuenta de que estás Si Superman y Muhammad Ali luchan por el derecho a salvar la Tierra, la historia se escribe sola"
Las palabras del dibujante Neal Adams dejan claro que las intenciones que tanto el como el guionista Denny O'Neil tenían hacia las viñetas que crearon eran las de ofrecer un argumento edulcorado. Con todo, la recreación del mito del boxeo se convirtió en una meta que ambos artistas se tomaron muy en serio, motivo por el cual O'Neil se dispuso a visitar a Ali en Catskills, al norte del estado de Nueva York.
Allí entrenaba la leyenda y poco a poco tomó notas sobre su comportamiento. "El respeto por el luchador se volvió tremendamente importante para mí", explicó Adams, el cual plasmó a la perfección sus movimientos sobre el cuadrilátero, mientras que su arrolladora personalidad era certificada por su compañero. Ali ya era en aquellos tiempos una figura con una trascendencia social brutal, especialmente entre la población afroamericana, y sus pensamientos de justicia social casaban perfectamente con muchos de los ideales que representaba Superman.
A lo largo de 72 páginas, DC no crea ninguna explicación sobre cómo puede ser que ambos seres coincidan y sencillamente da por hecho que en su propio universo los dos coexisten. Eso sí, el primer encuentro se produjo a través de la apariencia de Clark Kent, pues el periodista acudió hasta un barrio marginal de Metrópolis para entrevistar al deportista. Le acompañaron Jimmy Olsen y Lois Lane, pero rápidamente todo se tuerce en cuanto hace acto de presencia Rat'Lar.
Se trata de un ser extraterrestre que forma parte de la raza de los Scrubb y afirma que el comportamiento autodestructivo de la humanidad representa una seria amenaza para su pueblo. Es por ello que reta al mayor campeón de la Tierra a un combate contra Hun'Ya, su guerrero más valioso, y desde el primer momento podemos comprobar que el ego de Ali es realmente imponente. No para de autoproclamarse como "el más grande", lo cual es un problema a la hora de dirimir quién representará a nuestro planeta.
Y es que el kryptoniano posee superpoderes, mientras que la técnica de lucha es superior en Ali, por lo que se resuelve que ambos se enfrenten de forma previa en Bodace, el planeta natal de los Scrubb. El factor trascendental de todo el cómic es que alrededor del cuerpo celeste orbita una estrella roja, la cual provoca que Superman pierda todas sus habilidades y se encuentre en igualdad de condiciones contra Ali. A pesar de intentar entrenar durante dos meses para enseñarle los principios básicos del boxeo, ambos personajes tan solo cuentan con 24 horas en la Fortaleza de la Soledad para ponerse a punto.
Como si fuese el combate que decide el campeón de los pesos pesados, los dos contedientes suben al ring ante la atenta mirada de canales de televisión que retransmiten la velada por toda la galaxia y con Jimmy Olsen como narrador. Tanto es así que la portada realizada por Adams muestra un público de lo más variopinto, ya que nos topamos con Frank Sinatra, Lucille Ball, Johnny Carson, Green Lantern, Wonder Woman, Batman y The Jackson 5, por ejemplo. Hasta el presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, no quiso perderse la cita.
Es aquí cuando Superman recibe una de las palizas de su vida, pues no es capaz de conectar prácticamente ningún golpe y recibe todos los impactos que Ali propina. Lois chilla desesperada ante la posibilidad de que el hombre que ama muera frente a ella y Kal-El se resiste a besar la lona. Ali rechaza seguir luchando, dejando claro que él es el ganador y que no hay necesidad de continuar, pero finalmente Superman no aguanta y termina inconsciente tras tan solo dos asaltos.
Así que sí, técnicamente Muhammad Ali le ganó en un combate a Superman, con el condicionante de que la estrella que los rodee sea favorable al boxeador. Tras ello, Ali se encarga de cuidar al superhéroe y se prepara para tumbar en cuatro asaltos a Hun'Ya, o al menos esa es la predicción que él mismo realiza. Su bravuconería clásica sale a relucir, tal y como sucedía en la vida real, pero revestida de una confianza propia en sus capacidades que le llevan a cumplir su cometido.
No solo gana Ali por K.O. técnico, sino que rompe las cuerdas del cuadrilátero para sacar del mismo a su contrincante con un puñetazo colosal. Con la batalla ganada, Superman aprovecha para acabar con la flota espacial de los Scrubb, pero la derrota no le sienta nada bien a Rat'Lar. Este exige la aniquilación inmediata de la Tierra, pero es el propio Hun'Ya el que lo detiene y derroca tras darse cuenta de que los humanos son nobles, pues Ali protegió a Superman tras haberlo derrotado.
Una vez concretada la paz entre los Scrubb y la raza humana, los últimos paneles nos muestran un encuentro a posteriori en el que Muhammad Ali confiesa que sabe que Clark Kent es Superman, pero le guardará el secreto. Al fin y al cabo, "¡Superman, nosotros somos los más grandes!"
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