El universo de Star Wars es uno de los más conocidos a nivel mundial, con casi 50 años a sus espaldas. Su amplia variedad de películas nos han dejado con infinidad de momentos que han quedado para el recuerdo, como por ejemplo sucedió en su momento con Star Wars Episodio IV: Una Nueva Esperanza.
Aunque numéricamente sea la cuarta entrega cinematográfica, en realidad fue la primera de todas que se estrenó en los cines. Gracias a ella pudimos conocer a un buen puñado de personajes que han permanecido en nuestros corazones durante varias décadas, pero también nos sirvió para ver icónicas naves y vehículos que se han utilizado a lo largo de la franquicia y también para ver estaciones espaciales en forma de armas de destrucción masiva, como la Estrella de la Muerte.
Todos los que hayáis visto la película sabréis que en la batalla final el grupo de los Rebeldes se dirige hasta ese lugar controlado por el Imperio con el fin de destruirlo por completo. Eso lleva a Luke Skywalker y al resto de soldados a colarse por una especie de trinchera muy estrecha en la que tienen que avanzar en línea recta con sus naves, el único camino que les conduce hasta unos conductos térmicos capaces de provocar una reacción en cadena que hace que todo explique por completo al recibir el impacto de dos torpedos de protones.
Por lo que es llamativo todo este asunto se debe a que esta no era la idea que había originalmente ni la forma en la que se iba a desarrollar este acontecimiento. La intención de George Lucas era la de provocar un auténtico quebradero de cabeza a Luke Skywalker al tener que combatir por los alrededores de la Estrella de la Muerte con su X-Wing. Entonces, ¿a qué se debió el cambio de idea?
Fue en 2016 cuando Colint Cantwell, difunto artista conceptual y diseñador de naves espaciales para este largometraje, participó en una sesión de preguntas y respuestas de Reddit, donde confesó cómo surgió toda la idea de esta icónica y espectacular secuencia, sobre la que reconoció que todo se debió a un simple error:
George Lucas me confió el proyecto de diseñar una Estrella de la Muerte. Originalmente, no planeé que tuviese una trinchera, pero mientras trabajaba en el molde, noté que las dos mitades se habían reducido en el punto en el que se unían en el medio. Habría llevado una semana de trabajo arreglarlo. Fue entonces cuando, con tal de ahorrarme el trabajo, me acerqué a George Lucas y le sugerí construir una trinchera.
Pues bien, parece ser que la idea le encantó tanto al propio George Lucas que le dio el visto bueno y accedió a que ese pasase a ser el diseño de la Estrella de la Muerte. Lo demás es la historia indicada previamente que sin duda nos hizo presenciar uno de los mejores momentos de toda la saga de Star Wars.
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