The Witcher es la nueva serie de Netflix basada en el popular personaje de Andrzej Sapkowski, cuyas adaptaciones al videojuego han sido bastante reverenciadas. No obstante, esta nueva incursión cinematográfica se desmarcará notablemente de las entregas de CD Projekt. Para empezar, quieren que se note el realismo.
Así lo ha explicado Lauren Schmidt Hissrich, showrunner de la serie, en una entrevista con el medio francés Premiére (vía CBR). Indica que, durante el rodaje, trataron de evitar el uso del CGI tanto como le permitían sus capacidades y su guion.
Era importante que la serie tuviera un estilo auténtico. Ya existe un extraordinario videojuego, y yo no quería que nuestra serie se pareciera a él.
Andrew Laws, productor de la misma, habla en la entrevista sobre lo fácil que es diferenciar hoy en día de algo que usa imágenes generadas por ordenador y algo que no.
No quiero ver al actor interpretando delante de una pantalla verde, hablándole a una bola verde. Queríamos algo real, incluso durante las secuencias de peleas.
Eso no significa que no vayamos a ver partes con efectos digitales. Después de todo, Geralt se enfrenta a monstruos, y en los tráilers ya hemos podido ver alguno. Pero se ve que no va a ser el principal recurso de la serie, lo cual tiene sentido.
Aunque se ambiente en un mundo de fantasía, The Witcher trata realmente sobre política y sobre la naturaleza de los seres humanos, y no tanto sobre batallas épicas a gran escala. En palabras de Laws: "No somos el primo pobre de El Señor de los Anillos y Juego de Tronos".
Hace poco, Netflix dio a entender por un error que la serie se estrenará el próximo 17 de diciembre. ¿Será cierta esta fecha? Habrá que esperar para saberlo. El reparto tiene a Henry Cavill como Geralt, a Anya Chalotra como Yennefer, y a Freya Allan como Ciri.
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