Guile vs. Bison, pero al estilo Hollywood. Visto sobre el papel, Street Fighter: La última batalla, la película de 1994, pintaba espectacular: Jean Claude Van Damme era un fichaje estelar para el papel principal, Raúl Julia bordaria su malvado contrapunto, se contaría con el guión y la dirección de Steven E. de Souza, a quien debemos La Jungla de Cristal... Pero, claro, la realidad acabó siendo muy distinta. Esa alucinante suma de factores es un despropósito que a muchos de nosotros nos parece entrañable.
¿Y para Capcom? Los creadores del videojuego están contentísimos: el filme genera unos 454.500 dólares al año. Y eso no es solo la punta del iceberg.
Tal y como ha especificado la compañía de Osaka, en su informe financiero de 2022, Capcom estableció en 1994 su estrategia de uso múltiple de sus licencias más allá de los videojuegos y el merchandising asociado. Las dos mechas que iniciaron esa iniciativa fueron el lanzamiento la película de Street Fighter hecha en Hollywood y la película animada producida en Japón. Pero lo curioso aquí es que prácticamente tres décadas después siguen generando ingresos.
En 2018, antes de que la saga cinematográfica de Resident Evil tuviese su atroz reboot o se estrenase la película de Monster Hunter, el propio Kenzo Tsujimoto estableció en un informe financiero y frente a los accionistas de la compañía de Osaka que el generoso desembolso que Capcom hizo en su día a la hora de producir la película salió muy rentable.
En aquél momento había un mucho escepticismo con respecto a apostar por las producciones cinematográficas. Sin embargo, en 1994 invertimos 4 mil millones de yenes (36 millones de dólares) para hacer la primera película de 'Street Fighter'.
A día de hoy, ninguna otra compañía japonesa ha financiado una película completa obteniendo unos beneficios de 15.500 millones de yenes (unos 136 millones de dólares). Actualmente, disfrutamos de aproximadamente 50 millones de yenes anuales en ingresos de esta adaptación cinematográfica.
Lógicamente, estas declaraciones de 2018 son anteriores al fenómeno generado por Super Mario Bros. La película. Un filme producido por Nintendo y que sí enamoró a los apasionados por los videojuegos. Entonces, ¿es Street Fighter: La última batalla una buena o una mala película? Bueno, a ella le debemos personajes olvidados como el Capitán Sawada, pero más allá del despropósito tras las cámaras, lo que ofrece tanto al espectador como al apasionado por el cine de acción queda más o menos claro con el tráiler oficial.
Lo cual nos lleva a la pregunta de rigor: ¿cómo es posible que esta película estrenada hace más o menos 30 años siga generando tantos ingresos? La respuesta no tiene mucho misterio: los royalties y derechos de emisión. Incluso después de que salir de las carteleras de las salas de proyección, un filme continúa teniendo presencia a largo plazo, bien a través de la transmisión de televisión por cable o a través de la ventas directas a través de DVDs, Blu-Rays o la venta y alquiler en iTunes, Google o Amazon.
En mi caso, por ejemplo, tengo la película hasta tres veces si también contamos con el Blu-Ray incluido en la espectacular colección que se ofreció aprovechando el 25 aniversario de la saga. Y si hoy mismo nos vamos a tienda de Microsoft desde nuestra Xbox Series X, usamos la barra de búsqueda de y escribimos "Street Fighter" encontraremos entre los juegos la oportunidad de ver la película en HD por unos míseros 2,99 euros. ¡Hasta es compatible con las HoloLens!
Street Fighter: La última batalla tiene su propio encanto, que conste, pese a todos los clichés habidos y por haber. Al amigo ruso de Zangief le dieron momentos de gloria y lo pusieron en el bando de los malos. La escena de los Bisondólares es memorable. Que Kylie Minogue hiciese de Cammy y Ming-Na Wen de Chun Li es algo que décadas después se ve con otros ojos.
Y no lo vamos a negar: cada frase del Bison de Raul Julia es para enmarcarla. Incluso le toca protagonizar escenas así de malas.
Capcom sigue produciendo películas y otras adaptaciones de su saga de lucha estrella, algunos con más aceptación. Street Fighter II: The Animated Movie es una película de culto, aunque Street Fighter: La Leyenda de Chun Li y su presupuesto de 18 millones de dólares contó con un calado mucho más modesto y una taquilla de menos de 13 millones, según IMDB. Y ojo: de cara al futuro se espera al menos una nueva película y una serie basada en la saga de lucha.
Superar el listón de Street Fighter: La última batalla es sencillo, que conste. Al menos, en lo que aporta como película. Pero ya cuenta con algo a su favor: actualmente es el live action de su archiconocida saga de videojuegos más rentable. Y, ¿por qué negarlo? También es el más ¿divertido?
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