Será mañana mismo, 13 de diciembre, cuando podamos acudir a las salas de cine para disfrutar de Kraven, el Cazador. La nueva película de Sony basada en el universo de villanos de Spider-Man se vanaglorió de conseguir una clasificación R y contar con todo un talento de Hollywood como Aaron Taylor-Johnson entre sus filas, pero nada de eso le ha impedido pegarse el batacazo padre.
La expectación alrededor de la cinta de J.C. Chandor ha sido realmente pobre, con muchísimas burlas hacia los adelantos, y una escasa confianza de que Sony haría bien las cosas en esta ocasión. Los tropiezos de Morbius y Madame Web todavía resuenan, junto a una trilogía de Venom que, a pesar de ser disfrutable, está lejos de ser perfecta.
Con un 15% de valoración positiva en Rotten Tomatoes y un paupérrimo 33 en Metascore, Kraven, el Cazador se sitúa como la segunda peor del universo villanesco de Sony. Ha empatado con Morbius con un 15% y solo se encuentra por debajo la reciente Madame Web que fue destrozada hasta cosechar un triste 11%.
"Es el triste final de los spin-offs de Spider-Man de Sony... completamente desconcertante, desde su existencia hasta su ejecución. Pero eso no lo hace divertido de ver", aseguran desde Polygon. "Como antagonista de Spider-Man, Kraven sería una adición extraña a un mundo establecido, pero como el foco de toda una película, es como un pilar decorativo al que de repente se le asigna la tarea de sostener una casa", argumentan en Vulture sobre la cinta.
Desde Den of Geek son especialmente duros, ya que indican que "la película es tan vacía, tan desprovista de vida a pesar de sus muchos actores desesperados y de calidad que intentan revivir el cadáver con energía desperdiciada, que se asemeja inquietantemente al vacío improvisado de los peores despilfarradores de tiempo de los superhéroes de la década de 2000". En Mashable tienen claro que la mejor definición para la producción es que se trata de "un monstruo de Frankenstein de una película con costuras que no solo se están mostrando, sino que prácticamente sobresalen de la pantalla".
El guión, escrito por Art Marcum y Matt Holloway, ha sido criticado por su escasa calidad, así como la actuación de los actores que no están a la altura. Los efectos especiales tampoco han sido aplaudidos, por lo que parece que Kraven se va al cajón de los desastres con más pena que gloria.
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