Formar parte del UCM es uno de los puestos por los que muchos actores se darían de codazos, pero decir lo mismo hace 13 años era otro cantar. El megaproyecto que inició Marvel apenas había comenzado y Iron Man 2 asomaba por la esquina con la incorporación de un personaje icónico como James Rhodes.
Máquina de Guerra necesitaba un rostro en pantalla tras haberlo interpretado Terrence Howard y un candidato firme para ello fue Don Cheadle. Habitual en las salas de cine como superhéroe, lo cierto es que el actor lo tuvo complicado para decidir si tomaba el papel o no. Tal y como revela en una entrevista para GQ, la compañía le dio un plazo de apenas dos horas para decantarse por el sí o el no.
"Estaba en la fiesta de cumpleaños de laser tag de mi hijo. Me llamaron y me dijeron: 'Esto es lo que está pasando y te presentamos esta oferta. Si no dices que sí, vamos con la siguiente persona. Esto va a ir muy rápido. ¿Por qué no te tomas una hora y decides si quieres hacerlo? ¡Era un trato de seis películas! ¿En una hora tengo que decidir?", confiesa Cheadle.
Efectivamente, no es que tuviese que tener clara la decisión para una sola producción, sino que Marvel exigía firmar un contrato de larga duración. Es más, la compañía no aportó gran información sobre el rol de Rhodes en las películas, limitándose a señalar que "no sabemos nada de eso, pero esto es lo que hay, así que tienes una hora".
Tras explicar que estaba en mitad de una celebración, Marvel tuvo a bien ampliar el tiempo de deliberación una hora más. En ese espacio temporal, Cheadle habló con su esposa y su agente para tener claro qué hacer. Finalmente la respuesta fue afirmativa y el resultado lo hemos podido ver en pantalla a lo largo de todos estos años. Su próximo paso será protagonizar Armor Wars, película que permitirá profundizar en el personaje.
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