Nadie conoce mejor el universo de Dune que Frank Herbert. Entre otros muchos motivos, porque él lo creó. Aquellas novelas de culto serán el caldo de cultivo del que nacerán desde la saga Star Wars hasta canciones de Iron Maiden, pasando por todo lo que hay entre ambos extremos. Cimentando en el proceso la ciencia ficción tal y como la conocemos hoy. Desde entonces se han hecho varias varias adaptaciones, películas, videojuegos... Pero sólo hay algo que no ha cambiado con el paso de los años: su mensaje. ¿De qué va realmente Dune?
Si no has leído los libros o visto las películas, la sinopsis oficial de Max (la antigua HBO) sintetiza la primera parte de la novela sin darle demasiadas vueltas a las cosas: "Paul Atreides deberá viajar al planeta más peligroso del universo para asegurar el futuro de su familia y de su gente". Hay mucho más, que conste. Sin embargo, lo interesante es que el mensaje que Herbert quiso dar a través de su mayor obra no se ciñe a la manida idea de un héroe capaz de dar nueva esperanza y generar confianza al pueblo, sino totalmente lo opuesto.
El mensaje de Dune, según su autor
En 1982 el propio Frank Herbert concedió una entrevista a la NBC para hablar sobre dos temas fundamentales: por qué sus novelas gustan tanto y qué esperaba encontrar en su futura adaptación a la gran pantalla tras el fenómeno Star Wars. La clave del éxito de Dune está en la imaginación del autor y su manera de escribir ciencia ficción tanto para los apasionados del género como para el gran público. Pero también reconoce que hay un mensaje implícito: no confiar ciegamente en los líderes. De hecho, y como verás, sintetizó la novela en una sola frase.
"No des por hecho que los líderes siempre tendrán la razón.
Trabajé para crear un líder en este libro que sería una persona atractiva y carismática. Siempre por buenas causas, sin malas intenciones.
Entonces, a este líder le llega el poder y toma decisiones. Algunas de las decisiones que toma afectan a millones de personas. Millones de millones de personas. Y no acaba bien."
En la entrevista completa, de tan solo tres minutos y medio, se dan muchos detalles reveladores de las novelas que, no te vamos a engañar, preferimos que descubras por ti mismo.
¿Se ha perdido la visión de Herbert con el tiempo?
Con todo, Herbert deja implícito lo que quería decir a sus lectores a través de sus páginas y, en el proceso, plantea un enfoque más profundo en el que directamente se cuestiona la fe ciega en el liderazgo. Independientemente de si éste se ejerce con buenas o malas intenciones.
"Creo que nuestra sociedad se formó sobre la base de la desconfianza hacia el gobierno y parece que hemos perdido esa desconfianza. Digo medio en broma que mi presidente favorito en los últimos años ha sido Richard Nixon porque nos enseñó a desconfiar del gobierno. Así que el mito muere."
Frank Herbert nos dejó no mucho después de esta entrevista, en febrero de 1986, pero su obra ha trascendido merecidamente el papel en el que nació: a la película que promocionó le siguieron series y la nuevas adaptaciones cinematográficas que han sido y son un espectáculo; hay nuevos y ambiciosos juegos disponibles y en desarrollo y el maneras de descubrir lo que ocurre en el planeta Arrakis. Y como se dice en el tráiler de Dune: La Profecía, el poder siempre tiene un precio.
Y es que bajo esos densos océanos de arena llegamos a una conclusión: Dune es algo más que la iconografía de los Gusanos de Arena, y su legado está por encima de los líderes absolutos.
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