Confieso que disfruté especialmente de la primera adaptación cinematográfica de Mortal Kombat. Su director, Paul W.S. Anderson, no solo consiguió transmitir las mismas sensaciones de los videojuegos desde la gran pantalla, sino que también logró alinear, extender y recomponer el caos argumental del clásico de Midway. 25 años después, el largometraje animado Mortal Kombat Legends: Scorpion’s Revenge recoge ese testigo y, como nos adelanta su título, aprovecha para poner en el foco principal al abanderado de la saga.
Lo primero es lo primero: cuando Warner Bros. rescató la licencia Mortal Kombat no solo lo hizo con la visión de relanzar uno de los videojuegos más reconocibles, icónicos -y polémicos- a nivel mundial, sino que era plenamente consciente de la capacidad de sus personajes para ir más allá de los videojuegos a través de su propia línea de cómics, las series de animación, una impresionante cantidad de merchandising... E incluso los largometrajes.
A fin de cuentas, fue su filial New Line Cinema quien produjo las dos incursiones de los ninjas de Ed Boon y John Tobias al formato cinematográfico, manteniendo en la referida Mortal Kombat (la única de las dos cintas que merece la pena) una clasificación para mayores de 13 años que limitaba esa brutalidad que popularizó la saga.
Sosteniendo la experiencia en base a un equilibrio muy medido entre las producciones de Serie B y las películas asiáticas de artes marciales. Ambas, por cierto, grandes inspiraciones para el juego y casi ausente en Scorpion's Revenge.
Un cuarto de siglo después de irrumpir con fuerza en las salas de cine, y con un prometido proyecto que supondrá el regreso de la saga a la gran pantalla, Warner Animation redibuja y toma prestadas nuevas inspiraciones para dar nueva vida a los acontecimientos del Mortal Kombat que nos voló la cabeza en recreativas y sistemas de 8 y 16 bits.
Alineando sus ingredientes con el actual lore de la saga y, de paso, atreviéndose a mostrar esa ultraviolencia que impera en cada combate y que ha ido in crescendo con cada nueva entrega.
Una producción elaborada con la misma ambición visual que los largometrajes inspirados en los superhéroes de DC y que, desde sus primeros compases, deja claro su enfoque hacia el público adulto: Mortal Kombat Legends: Scorpion’s Revenge no teme mostrar miembros cercenados, amputaciones, sangre, dolor, vísceras y sesos.
Y, lo más difícil, cuando desata esa ultraviolencia consigue que, pese a tratarse de animación tradicional, no quede mal en pantalla.
Una venganza visceral para un icono del videojuego
El material que Anderson contaba para retratar a Scorpion en las salas de cine allá por 1995 era bastante escueto y ambiguo. De hecho, el luchador Incluso fue descartado de la pantalla de seleccionables de Mortal Kombat 3 (un error que Midway corrigió ese mismo año). Paradójicamente, aquellos ninjas casi genéricos en aspecto -salvo por sus llamativos colores- estarían llamados a ser las verdaderas estrellas de la saga.
Sería con el paso del tiempo y la creciente popularidad de Scorpion cuando Boon y su equipo se podrían permitir dar más textura y carácter al ninja del kunai, siendo Scorpion’s Revenge una producción animada que no solo ambiciona retratar su ira, sus motivaciones y su código del guerrero, sino integrarlos de lleno en los acontecimientos del Mortal Kombat original.
A fin de cuentas, la consumación de un sagrado torneo de artes marciales en el que está en juego el destino de la Tierra tampoco tiene -ni ha tenido- demasiada vuelta de hoja de cara al espectador.
Eso no quiere decir que los protagonistas originales del videojuego y el filme hayan sido relegados de sus papeles:
- El disciplinado shaolin Liu Kang sigue siendo el ojito derecho de lord Raiden, el dios protector de la Tierra.
- La enérgica comandante de las Fuerzas Especiales Sonya Blade no se ha presentado al torneo Mortal Kombat para hacer amigos.
- Y el actor que ha conocido tiempos mejores Johnny Cage cree que todo lo que está viviendo es parte de una película que volverá a catapultar su carrera.
Acontecimientos que casi continúan a rajatabla lo mostrado en el cómic promocional de Tobias y siguen la estela del filme de Anderson. De hecho, y para no variar los ingredientes de la receta original, volverá a ser Johnny Cage el encargado de dar ese tan necesario contrapunto de luz y humor en una historia tan sombría como visceral.
Un rol que sigue reteniendo incluso en Mortal Kombat 11.
Quedando patente de principio a fin que el tema central y enfoque al que se acoge Ethan Spaulding -el director de Scorpion’s Revenge - es presentarnos la caída en desgracia del ninja que una vez fue conocido como Hanzo Hasashi, su resurgimiento del inframundo a través de un pacto traicionero y, a partir de ahí, la consumación final de su retorcida venganza.
Luces y sombras de la revisión animada de Mortal Kombat
Pese a que los cortos de Rasca y Pica lo hacen parecer fácil, combinar dibujos animados y ultraviolencia no siempre sale bien. Sin embargo, el punto más delicado de llevar la saga del fatality a la animación es encontrar su tono e identidad visual, y Warner Animation no solo ha estado inspirada en términos generales, sino que ha querido barrer para casa.
El estilo de los personajes y en general el carácter visual de Mortal Kombat Legends: Scorpion's Revenge es el resultado de combinar los diseños de los cómics originales de Tobias con la característica impronta de los largometrajes animados de DC Comics, destacando unos personajes que toman prestados trazos concretos de Mike Mignola (Hellboy, Atlantis: el Imperio Perdido) y Bruce Timm (Batman: La Serie Animada).
Y, a la vez, rompiendo a través de Johnny Cage cualquier encasillamiento en lo artístico.
Sin flaquear en cuestión de dinamismo o ritmo, y como ocurre con la serie Castlevania de Netflix, la animación brilla cuando le toca brillar y llega a palidecer sutilmente en los momentos más reposados. No lo suficiente como para sacarnos de la película, pero con el margen de trabajo de fondo que otorga el tratarse de un largometraje y no una serie en la que cada capítulo tiene su propio presupuesto.
Porque no solo estamos hablando de algún que otro fatality cuidadosamente seleccionado a la hora de plasmar los combates, sino que veremos integrados varios movimientos, armas y técnicas muy reconocibles durante el desarrollo de los combates.
Tomando un carácter especial y bastante recurrente los explícitos X-Ray Attacks de Mortal Kombat X. Quizás, demasiado recurrente.
Dicho lo cual, y pese a sus frenéticas escenas de combate y la facilidad con la que se consigue que brote la sangre en cada tramo del film, Scorpion's Revenge aporta lo justo al fan. Es decir, más allá de los momentos clave, hay demasiadas escenas y enfrentamientos que -pese a tener fuerza visual- no consiguen el peso suficiente como para que, como película, ese público al que se dirige tenga una sensación constante de Deja Vu.
Lo cual, por otro lado, no la convierte en una mala adaptación, sino todo lo contrario. Mortal Kombat Legends: Scorpion's Revenge apenas se descarrila de lo que los apasionados por el juego y sus anteriores proyectos cinematográficos y animados ya dan por sentado. Hasta se permite el lujo de cerrar como lo hiciese el filme de 1995: con Shao Khan prometiendo al espectador una secuela.
Mortal Kombat Legends: Scorpion's Revenge: mismos ingredientes, nueva receta, extra de sangre
Las comparaciones a veces son odiosas pero también suelen ser inevitables. aquellos que disfrutaron de lleno del filme de Mortal Kombat no encontrarán en Scorpion’s Revenge un sucesor animado capaz de transmitir sus sensaciones, o las de los juegos clásicos, sino una historia actualizada y con ajustes en los tramos finales que, finalmente, ponen el conjunto al servicio de Scorpion y su obsesiva vendetta.
Retomando la misma historia que nos fascinó hace décadas a través de diferentes medios con más combates, más contexto y extra de sangre. Y, sin embargo, incapaz de brillar con la misma intensidad y el espíritu transgresor de los juegos de Netherrealm. Los de hace décadas y los actuales.
Scorpion's Revenge integra los clichés hollywoodienses sin el descaro y el carácter de los juegos clásicos de la saga, completando sus referencias con un estilo narrativo y visual más en consonancia con los cómics y, por supuesto, sacando ventaja de contar con un lore mucho más desplegado (aunque sin ahondar demasiado en él) a la hora de llevarnos a los inicios del legado jugable de Mortal Kombat.
Como resultado de todo lo anterior, Mortal Kombat Legends: Scorpion's Revenge no consigue ser el Street Fighter II The Movie de Warner Bros., ni tampoco lo busca, pero sí logra reunir todos los componentes esenciales de la saga, hacerlos girar en torno al abanderado de Netherrealm y, desde ahí, desatar durante hora y cuarto esa vitoreada espiral de violencia marca de la casa.
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