No hay ninguna duda de que Hollywood es la meca del cine a nivel mundial, pues la grandísima mayoría de producciones cinematográficas pasan por la ciudad. Sin embargo, el protagonismo que acapar la ciudad de Los Ángeles, California, no significa que otras regiones no se hayan convertido en una peculiar meca para las productoras.
De hecho, una de ellas se encuentra muy cerca, tal y como sucede con Vancouver. La ciudad canadiense, situada al suroeste de la provincia de la Columbia Británica, acumula una cantidad inmensa de rodajes a lo largo de cada año que le ha valido el apelativo de Hollywood North. Una distinción no oficial que comparte con Toronto y que permite ver los parajes más icónicos de la urbe en multitud de proyectos.
Según los datos arrojados por Creative BC, en 2022 un total de 494 producciones se instalaron en la región para conseguir los planos necesarios. Hablamos de cifras enormes que generan 40.517 empleos directos -88.000 personas si incluimos a freelance y autónomos- para esta industria y más de 3.619.862,170 dólares generados con picos de entre 60 y 70 rodajes sucediendo al mismo tiempo en la zona en 2020.
Deadpool, Sonic, Tron: Legacy, Jumanji, Man of Steel y la serie de The Last of Us son algunos de los ejemplos de películas y series que en los últimos años se han valido del territorio para avanzar en sus rodajes. Pero, ¿por qué es tan atractivo rodar en Vancouver? Lo cierto es que ya no hablamos de una gran variedad de paisajes, sino que la Columbia Británica cuenta con 260.128,5 metros cuadrados que albergan 120 escenarios de sonido, 130 empresas de animación, efectos VFX, posproducción y más de 160 empresas con más del 80% de sus ingresos anuales provenientes del sector audiovisual.
Dicho en otras palabras, un vergel donde poder dar rienda suelta a cualquier proyecto imaginable, pero nada de esto sería tan atractivo de no ser por las obvias ventajas fiscales. El gobierno de la Columbia Británica pone a disposición de las producciones un crédito básico que cubre el 35% de los costes de crear el proyecto -ampliable hasta el 60%-, siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones establecidas.
El llamado FIBC se aplica para reducir el impuesto a pagar y el saldo restante se abona a la empresa, aunque quedan excluidos trabajos relacionados con la pornografía, los programas de entrevistas, las noticias, los acontecimientos deportivos en directo, los concursos, los reality shows, la televisión, la televisión de pago, los eventos deportivos en directo, concursos, telerrealidad y publicidad. En el caso de películas o series extranjeras, se aplica el PSTC que llega a cubrir un 28% de los gastos realizados.
Por otro lado, la disposición en cuanto a logística es total en la ciudad de Vancouver. Desde el ayuntamiento existe un compromiso de acceso a servicios cívicos, oferta de permisos específicos, colaboración de residentes y empresas e incluso colaboración con eventos especiales o infraestructuras. Evidentemente, los acuerdos de confidencialidad son estrictos para respetar la privacidad de las producciones.
Sin embargo, nada de esto sería tan llamativo de no ser por la amplia variedad de posibilidades de filmación que ofrece la ciudad. Chinatown, la segunda más grande de Norteamérica; Gastown, distrito histórico con edificios con valor de patrimonio; Southlands, un barrio semirrural que está repleto de naturaleza, establos y caballos; Strathcona, el barrio residencial más antiguo de Vancouver, centro neurálgico de la inmigración y la clase obrera. Un ramillete estupendo de localizaciones a las que hay que sumar que Vancouver está rodeada por el mar, tiene muy próximas las montañas nevadas y más de 300 infraestructuras que se pueden alquilar para grabar.
Con todo, no hay que olvidar que la zona posee esta variedad y sirve como un buen punto de apoyo visual, ya que puedes conseguir el escenario que deseas haciéndolo pasar por otra localización sin que se note la trampa. Además, con semejante magnetismo para las empresas cinematográficas, es muy sencillo acceder a todo el personal cualificado necesario para llevar a cabo cada producción.
No solo eso, sino que los tiempos de preproducción y posproducción pueden perfectamente realizarse también en la Columbia Británica. La región se encuentra a 1.742 kilómetros de Los Angeles y comparte huso horario con la metrópolis, lo cual facilita la colaboración y asociación con todo el talento creativo y técnico. Existe otra gran industria como la de la animación digital y los efectos visuales que contabiliza más de 3.000 millones de dólares generados y 47.501 puestos de trabajo creados.
Por tanto, todo se queda en casa y se facilita la dinámica de que las empresas se encuentran en un ecosistema apto que les permite dar rienda suelta a sus ideas. Es por ello que actualmente podemos ver que Superman & Lois, The Good Doctor y Destino Final 6 están en plena producción, aunque los caramelos más gordos se encuentran bajo el manto de protección de la urbe.
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