Los rodajes de las películas de acción pueden llegar a resultar peligrosos y cabe la posibilidad de que en ellos se produzca algún percance inesperado que pueda poner en peligro a la producción. Para uno de los ejemplos más llamativos tenemos que remontarnos a hace 25 años, cuando se estrenó Matrix en todos los cines en 1999, considerada como una de las mejores sagas de acción y ciencia ficción.
La trilogía original impulsó a la fama a varios actores que a día de hoy son más reconocidos. Una de ellas fue Carrie-Anne Moss, a quien hemos podido ver recientemente en la cancelada The Acolyte, pero hay que reconocer que en Matrix salió mejor parada cuando dio vida a Trinity. Sin embargo, su cuerpo no agradeció tanto su participación en estos largometrajes tan impresionantes.
Los diferentes protagonistas, ya fuese ella misma, Keanu Reeves, Laurence Fishburne o Hugo Weaving, tuvieron que aprender a pelear y a desenvolverse perfectamente en las artes marciales. Para ello contaron con el adiestramiento del coreógrafo Yuen Woo-ping, quien les ayudó a cada uno individualmente a aprender a dominar sus propios estilos de lucha tan característicos.
En el caso de la actriz que interpretó a Trinity se le ocurrió que podría consistir en repartir unas buenas palizas con sus piernas, de ahí que uno de los golpes más característicos que se le ocurrió fue el de la patada del escorpión, lo que hace que ella incline su cuerpo y levante una de sus piernas por detrás, como si fuese la cola de este animal. De hecho, requirió un buen entrenamiento porque ejecutar esta patada ya es complicado de por sí, pero más todavía con un traje ajustado.
Dicho esto, el entrenamiento que llevó a cabo Carrie-Anne Moss duró unos cuantos meses para estar lo suficientemente preparada para el rodaje de Matrix. Para su desgracia, en el momento de la verdad se rompió uno de los tobillos mientras estaba aprendiendo otros tantos movimientos. Teniendo en cuenta que ella estaba especializada en machacar a gente a base de patadas, está claro que esta lesión suponía un problema muy grave.
Sin embargo, hizo de tripas corazón y jamás se lo llegó a decir a nadie del equipo. Tuvo que sufrir un grave dolor y aguantárselo mientras grababa las escenas, ya que estaba muy preocupada de que los directivos lo pudiesen considerar lo suficientemente peligroso como para mantenerla en el elenco, lo que podría haber provocado que se tomase la decisión de que tuviese que dejar la película y fuese sustituida por otra actriz.
Se podría decir que la jugada le salió redonda y que era una actriz maravillosa, porque nadie se percató de la lesión, además de poder mantener tu papel que le ha permitido participar en las cuatro películas de Matrix estrenadas hasta la fecha. Aun así, este no fue el único percance que tuvo, porque durante la preparación de Matrix Reloaded ocurrió algo más fatídico todavía, ya que se rompió una pierna con uno de los alambres con los que estaba practicando.
Como ya participó en la primera entrega, esta vez no era necesario ocultarlo al equipo, aunque tampoco habría podido hacerlo por motivos más que obvios. Eso no le dejó más remedio que pasarse unos meses entrenándose para volver a caminar y luego hacer todo lo posible por recuperar todo el tiempo perdido y así dominar todos los movimientos durante las peleas, que no son especialmente pocas.
Es indiscutible que la actriz llegó a demostrar una gran implicación en todo este asunto, algo que se reafirmó una vez más con la producción de esta segunda parte de la saga. En ella hay una escena que es de las más largas de toda la franquicia y de las más espectaculares, como es la que transcurre en una carretera con persecuciones con coches, camiones, motos y entre medias hay peleas, tiroteos y multitud de acrobacias. Todo un espectáculo que requirió un trabajo descomunal para poder rodar la secuencia.
Pues bien, en cierto momento de todo este espectáculo, Trinity debe proteger al Creador de Llaves, así que ambos se suben en una moto que pilota ella. Parece enteramente que Carrie-Anne Moss lleva montando en moto toda su vida por cómo se mueve con ella, pero lo cierto es que no tenía ni la más remota idea de cómo conducirla, sobre todo porque las tenía un pánico terrible. Eso sí, esto no impidió que quisiera esforzarse en superar su miedo.
Era realmente peligroso. Realmente podías sentir eso todos los días cuando salías ahí. No podías estar en las nubes, sino que tenías que estar realmente concentrado. Entrené durante meses para descubrir cómo conducir una moto. Les tengo un miedo terrible. Tengo un miedo terrible de ir a tanta velocidad sin ningún tipo de protección, sin casco y con un actor detrás en las mismas condiciones. Sentí mucho miedo de hacerlo. Me encanta haberlo hecho y haber superado mi miedo.
Tuve un doble para las escenas más peligrosas. Para los hermanos Wachowski era importante tener todas esas tomas para situarme en la moto. Querían que yo hiciera todo lo que pudiera. Cuando quieren algo (y quieren mucho; lo quieren todo), quieres dárselo, porque los quieres y los respetas mucho.
Por sus palabras queda claro que no es ella misma en todas las escenas de este momento de la película, como es natural por la peligrosidad, lo que no le quita ningún mérito a aprender a pilotar una moto en tan poquísimo tiempo, de esa forma tan excelente y encima siendo uno de sus grandes miedos que dejó de serlo por completo después de este rodaje que le ha hecho vivir algunos de los momentos más anecdóticos de su vida.
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