Es el evento canónico de todo crío que vivió los años 2000. El Spider-Man de Tobey Maguire fue el primero que saltó a la gran pantalla y la adaptación del trepamuros supuso un hito colosal para el mundo de las viñetas. El encargado de dirigir la producción fue Sam Raimi, el director que nos deleitó con cintas tan locas como The Evil Dead.
Tal fue el éxito de aquella película de 2002 que Raimi se encargó de dirigir una trilogía completa. El cabeza de red que veíamos ante nosotros era perfectamente reconocible, excepto por un ligero detalle: no tenía lanzarredes. En esta versión Peter Parker podía generar telarañas orgánicas, lo cual eliminaba el componente de depender de cuánta red le quedase en sus cartuchos y la aplicación de sus conocimientos científicos al terreno superheroico.
Han pasado 21 años, pero la polémica acerca de aquella decisión creativa todavía resuena. Tanto Sam Raimi como el guionista David Koepp han dado explicaciones sobre por qué tomaron esta vía y la respuesta la hallamos en una tercera persona: James Cameron. Sí, el director de Titanic y Terminator 2 estuvo muy cerca de ser el autor del primer film de Spider-Man, tanto a nivel de dirección como de guión para Carolco Pictures.
Aquello no llegó a buen puerto, ya que la lucha por los derechos del superhéroe se convirtió en una disputa feroz y terminó con Columbia Pictures adquiriéndolos. Así describía el propio Cameron su visión del personaje haberla podido llevar a cabo:
"Quería hacer algo que tuviera algo de realidad. Los superhéroes en general siempre me han parecido un poco fantasiosos, y quería hacer algo que estuviera más en la línea de Terminator y Aliens, que te metieras en la realidad desde el principio. Estás en un mundo real, no en una mítica Gotham City. O Superman y el Daily Planet y todo ese tipo de cosas, donde siempre se sentía muy metafórico y de cuento de hadas.
Yo quería que lo fuera: es Nueva York. Es ahora. Un tipo es mordido por una araña. Se convierte en un chico con poderes y tiene la fantasía de ser Spiderman, hace un traje y es horrible, tiene que mejorarlo y su gran problema es el maldito traje. Cosas así. Quería basarlo en la realidad y en la experiencia humana universal. Creo que habría sido una película divertida de hacer".
Entre aquellas ideas que se le pasaban por la mente, el responsable tuvo claro que Spider-Man no tendría los clásicos lanzarredes, sino que las telarañas pasarían a ser orgánicas. "Tenía sentido para mí optar por los lanzatelarañas biológicos como parte de su adaptación biológica a la picadura de araña radiactiva", explicó Cameron.
A partir de ahí Koepp se leyó el trabajo que realizó el director y causó una gran influencia en su postura, por lo que terminó adoptando varias de esas ideas.
"Tenía muchas ideas específicas sobre cómo debería ser la película, porque fui fanático de Spider-Man cuando era niño y adulto joven. Pero su tratamiento, simplemente lo tomó en serio. Tomó a Peter en serio como personaje y tomó en serio a una película de superhéroes como género. Y no habíamos visto eso antes. Esto fue en 2000 y 2001 cuando estaba escribiendo (Spider-Man) y no había habido una buena película de superhéroes desde probablemente la segunda de Batman. X-Men aún estaba por venir. Creo que salió mientras estábamos filmando.
El hecho de que hubiera escrito este tratamiento de 85 o lo que fueran páginas, eso en sí mismo fue muy significativo y decía: no, tómalo en serio. Esta es una película real con personas reales en ella. Tenía algunas ideas muy buenas en ello. Me gustaron los lanzatelarañas orgánicos, a algunas personas les gustó y a otras no, pero esa fue su idea y yo estuve feliz de usarla".
La idea de que la telaraña naciese del cuerpo de Peter Parker se filtró antes del estreno y los incipientes foros de Internet encontraron carnaza para criticar la decisión. "No fue algo bueno para mí. No tuve una gran experiencia con los fans. No creo que los fans pensaran que yo era la persona adecuada para dirigir Spider-Man en general. Y luego los lanzarredes orgánicos... cuando los fans se enteraron de que iba por ese camino, intentaron que me apartaran de la película", recuerda Raimi.
"Mantengo lo de los lanzatelarañas orgánicos como una idea genial. Ni siquiera fue idea mía", sentencia Koepp. Lo cierto es que aunque son icónicos, las otras dos adaptaciones de Spider-Man se han alejado de este formato. Tanto Andrew Garfield como Tom Holland han impartido justicia con lanzarredes creados por ellos mismos, tal y como el canon ha mostrado durante décadas.
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