The Rogue Prince of Persia: he jugado al roguelite de los padres de Dead Cells y ya es uno de los caramelos de 2024

No hay nada peor que quitarle un caramelo a un niño; es de mala educación y molestas al crío que no hacía más que disfrutar. Así me he sentido con Ubisoft y los pocos minutos que me han concedido para jugar las primeras partidas a The Rogue Prince of Pesia, el nuevo roguelite de Evil Empire, autores del genial Dead Cells.

Solo he podido saborear durante cerca de una hora de la propuesta basada en la popular franquicia que, junto al genial Prince of Persia: The Lost Crown, apunta a confirmar un resurgimiento desde sus cenizas. Antes de ponerme a los mandos de la aventura, la compañía francesa realizó una presentación en la que pudimos conocer los detalles principales de un trabajo que busca crecer con el paso del tiempo.

Será el próximo 14 de mayo cuando el título aterrice en formato de Early Access en Steam, por lo que se irán añadiendo jefes, escenarios y más contenido basándose en las opiniones de la comunidad. Como ya mencioné antes, estamos ante un roguelite en 2D que mezcla acción con plataformas para transportarnos a una realidad totalmente inédita.

La nueva encarnación del protagonista jamás se ha visto y en esta ocasión le toca enfrentarse a la invasión de los Hunos, los cuales cuentan con poderes mágicos capaces de corromper a cualquiera que toquen y son liderados por Nogai. El pueblo del príncipe, Ctesifonte, sufre por esta acometida, así que es turno de liarse a guantazos y saltos por doquier.

Las imágenes y el tráiler que acompañan al texto ya lo dejan claro, pues el estilo visual por el que ha apostado la desarrolladora es muy reconocible. No solo se distingue por la tonalidad morada en la piel de los personajes, sino por una fluidez en los movimientos y unos trazos sencillos para representar todo el universo que exploraremos. La paleta de colores baila entre los naranjas y amarillos del desierto en el que encontramos o los azules y oscuros que nos topamos en las catacumbas del reino, siempre con diseños reconocibles.

Lucie Dewaigner, directora del juego, anticipó que el tramo inicial de The Rogue Prince of Persia sería lo que jugaríamos, lo cual es perfecto para los novatos. Los tramos de gameplay mostrados son buena muestra de qué idea se trae entre manos Evil Empire, pues el dinamismo de los títulos 3D de la saga se mezcla con la perspectiva lateral más clásica. Es por ello que desde la empresa insistieron en la importancia del wall run, la clásica mecánica de desplazarse apoyado en las paredes. Un guiño que se agradece de la misma forma que las fuentes de agua donde recuperar salud, las cuales vimos en otras entregas.

A lo largo de la partida comprobé de primera mano el formato, pues se trata del movimiento principal del príncipe, ya sea en horizontal o en vertical. Funciona como punto de apoyo para realizar dobles saltos, alcanzar nuevos salientes y sorprender a los enemigos por la espalda. Suelos que se rompen, cuerdas, pendientes y toda suerte de lugares en los que trepar, esquivar y correr sin parar, lo cual añade una agilidad genial a la obra. El escenario se abre cada vez más y esconde unos cuantos secretos que conviene descubrir, por lo que para no perder el rumbo existen muchísimos puntos de teletransporte.

Atajos necesarios para orientarnos en un mapa un tanto confuso cuando pausamos la partida para ver donde estamos, por lo que aguardo que haya una remodelación en este sentido. En cualquier caso, hablamos de una delicia que se combina con un sistema de combate nutrido por dagas, lanzas y hachas, escudos, arcos y un buen arsenal armamentístico.

El protagonista cuenta con un arma cuerpo a cuerpo y una a distancia, la cual no se puede abusar de ella. Por ejemplo, el arco permite tres disparos antes de agotar sus flechas que se reponen atacando, por lo que es necesario tener claro cuándo lanzarlas. Es por ello que las mejores amigas del príncipe son sus patadas capaces de mandar a volar a cualquiera, sobre todo aprovechando las trampas del escenario. Noqueas a un rival, apuntas hacia la sección de pinchos que hay en la pared y lo envías a perder su vida para recibir dinero.

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Porque sí, The Rogue Prince of Persia es ante todo un roguelite que se vale de mejoras, potenciadores y tiendas en las que gastar las monedas acumuladas. A lo largo del mapa me he topado con cofres con una cimitarra con estadísticas mejoradas, NPC que me ofrecen una pequeña selección de artículos para estar más preparado y hasta desafíos de plataformas con recompensas al final. Ya sabéis, la típica sección en la que sortear trampas constatemente para sumar un arma más afilada al bolsillo, aunque en este caso me permitía colocarme en un instante en la espalda del enemigo.

No solo ello, sino que existen altares en los que podemos realizar un sacrificio en forma de nuestra propia salud o dos pilares con medallones a escoger, bloqueándose el que no elijamos. ¿Quieres que la espada prenda fuego y las patadas envenenen? Está hecho, siempre y cuando tengamos la suerte de conseguir dichas mejoras. Y es que hay que ir bien pertrechado para luchar contra bandidos, arqueros, brutos y toda clase de enemigos, los cuales incluso cuentan con una barra de resistencia que les protege de quedar noqueados. La obra cuenta con una banda sonora creada por el productor de música electrónica persa-estadounidense ASADI y, si bien los temas tienen ritmo, en algún momento se imponen melodías que son demasiado estridentes.

¿Y qué es lo que sucede cuando muere el príncipe? Tocará reiniciar nuestros pasos desde el Oasis, el HUB principal de The Rogue Prince of Persia y desde allí utilizar coleccionables como los Spirits Glows, los cuales otorgan mejoras muy jugosas. Una boleadora mística nos traerá de vuelta una y otra vez para encarar un reto similar, pero nunca igual, ya que los niveles son generados de forma procedimental.

Por supuesto, también podemos acudir al herrero para que aumente todavía más las virtudes de nuestras herramientas de trabajo, aunque el apartado narrativo no he podido explorarlo en exceso. Apenas me he encontrado con un puñado de personajes, como Feriel, la madre del príncipe, y su aporte a la trama ha sido escaso, por lo que tocará esperar al lanzamiento definitivo. Eso sí, lo que no pude superar ni en broma fue a Berude, un enorme minotauro que se impuso como jefe final de la prueba y con el que seguro que tendré mis más y mis menos en un futuro que pinta prometedor.