Desde el primer momento que se presentó The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom se dejó muy claro que esta vez tendríamos la oportunidad de explorar Hyrule desde el cielo, visitando islas flotantes, lo que a su vez ampliaba a lo grande la cantidad de lugares para recorrer. No obstante, lo que Nintendo se guardó con bastante secretismo es que en realidad también íbamos a poder explorar el subsuelo del reino.
Este lugar es desde luego una de las principales novedades de esta entrega y de las más importantes, sobre todo porque las dimensiones de esta zona tan siniestra son exactamente las mismas que las de la superficie, por lo que se podría decir que tenemos como tres mundos abiertos en un solo juego. Aun así, es indiscutible que el que presenta una mayor cantidad de desafíos es el subsuelo, poniendo a prueba la habilidad y valentía de los jugadores.
Dado que salir adelante ahí no es una tarea demasiado sencilla, hemos preparado una lista con algunos de los consejos que os recomendamos tener en cuenta para sobrevivir a todas las amenazas y adversidades que os encontraréis cuando os animéis a adentrarlos en las profundidades de Hyrule.
La búsqueda de raíces es vital
Nada más llegar por primera vez al subsuelo y veáis todo completamente a oscuras deberéis buscar una raíz, dado que son los lugares más indispensables de esta zona situada en las profundidades de Hyrule. El motivo se debe a que en cuanto activéis una de ellas lograréis que una gran parte del subsuelo se ilumine por completo, lo que os facilitará considerablemente vuestro avance y la exploración.
Algo que os servirá de ayuda es que las raíces están situadas exactamente en el mismo lugar que los santuarios de la superficie. Por lo tanto, si tenéis localizado un santuario, solo tenéis que mirar el mapa para saber dónde están las raíces que tengáis cerca, de la misma manera que una vez localicéis una raíz sabréis que cuando volváis a salir fuera del subsuelo allí os estará esperando un santuario.
Ve bien aprovisionado de Semillas luminosas
Mientras vais de una raíz a otra es inevitable que paséis por lugares completamente a oscuras, por lo que la única manera de saber dónde pisáis es recurriendo a las Semillas luminosas. Esta especie de bulbos los encontraréis principalmente en infinidad de cuevas del cielo y la superficie de Hyrule, así que será mejor que os hagáis con un buen cargamento, porque no pararéis de recurrir a ellos para iluminar zonas que tengáis relativamente cerca.
Lo normal es optar por arrojarlos al suelo para que así se activen al instante, aunque también podéis acoplarlos a una flecha y así alcanzar puntos más alejados o situados a gran altura, en cuyo caso también sería lo suyo que tengáis decenas de flechas en los bolsillos.
Más métodos para no ir prácticamente a ciegas
Aparte de las raíces y las Semillas luminosas, hay otras formas que os pueden ayudar a iluminar parte del terreno del subsuelo. Por ejemplo, en ciertos cofres de este lugar encontraréis unos objetos muy especiales en forma de piezas de un set de armadura que está equipado con luces. Así, cuantos más artículos reunáis de este tipo, más iluminación conseguiréis.
Por si no fuera suficiente con todo lo anterior, en cierto momento del juego desbloquearéis el poder de Riju tras completar el Templo del Trueno en el reino de las Gerudo. Aparte de por lo útil que es durante los combates, una vez activado desprende un aura bien cargada de electricidad que de paso ilumina todo lo que toca a su paso mientras se va desplazando poco a poco.
Construye vehículos para evitar la corrupción
Uno de los mayores peligros del subsuelo es la temible corrupción, esa especie de charcos rojos que abundan por todas partes y que consumirán vuestra vida en cuanto pongáis un pie encima de ellos, provocando que vuestros corazones se vuelvan de color negro. Precisamente ese es otro de los grandes motivos para iluminar absolutamente todo para que no piséis donde no debáis.
Aun así, también podéis recurrir a la construcción de vehículos para fabricaros lo que sea que os sirva para desplazaros por el terreno con mayor facilidad, como por ejemplo un planeador con turbinas o directamente pillar cualquier cosa, acoplarle unas ruedas y un timón y a conducir por el subsuelo obviando la corrupción.
La importancia de los Solirios
Otro de los recursos más útiles durante vuestra travesía en el subsuelo son los Solirios, una planta que crece en las Islas Celestes de Hyrule, aunque también podéis encontrarlos en zonas como el Templo Olvidado. Por su propia cuenta no les daréis ningún uso, pero el cuento cambia por completo si los cocináis con cualquier otro alimento, como manzanas, plátanos, carne, etc.
Esto os permitirá preparar platos especiales que os curarán los corazones que hayan sido corrompidos, ya sea por tocar los charcos o por los impactos de los enemigos. De este modo, cuantos más Solirios empleéis para el cocinado, más corazones recuperaréis, así que no dudéis en tener un buen surtido de platos preparados para cuando estéis muy apurados con la vida.
No tengas ningún reparo en salir fuera y volver si estás apurado
Dado que los Solirios es un recurso un tanto limitado y no siempre habrá una raíz cerca para ayudaros a recuperar los corazones que hayáis perdido, hay momentos en los que no queda más remedio que usar el teletransporte para salir fuera del subsuelo, la forma más rápida de devolver vuestra vida a su estado normal.
En el Puesto Vigía siempre os estará esperando una cama para descansar gratis y así conseguir que Link vuelva a estar en plena forma, pero también os vale cualquiera de las ciudades principales o las numerosas postas que hay por todo Hyrule. Así, una vez estéis listos, solo tenéis que teletransportaros de nuevo a la raíz más cercana donde estabais situados anteriormente para regresar a la acción con fuerza.
La utilidad de las armas con piedras
Algo con lo que también os encontraréis en multitud de ocasiones durante vuestro viaje por el subsuelo son montículos con piedras que al destruirlas en pedazos soltarán zonanio, necesario para canjearlo en las refinerías y así ampliar la duración de vuestra batería o también para fabricar vehículos con el poder del Generador de Esquemas. Sin duda es el mejor lugar de todo el juego para farmear grandes cantidades de este material.
Estas piedras son bastante duras y no se rompen en pedazos así como si nada. La mejor manera de machacarlas es utilizando armas que lleven una piedra equipada. Para ello podéis viajar a cualquier cueva de la superficie, utilizar el poder de la Combinación y así fusionar cualquier arma que tengáis con una piedra para poneros a machacarlas sin cesar. Aun así, otra opción es derrotar a determinados enemigos del subsuelo que en ocasiones también están equipados con armas de este tipo.
Acércate sin miedo a los espíritus que te encuentres
La situación tan peliaguda que está viviendo Hyrule ha provocado que las armas de todo el mundo se hayan oxidado, así que encontrar una en perfecto estado es como buscar una aguja en un pajar. A pesar de lo peligroso que pueda resultar el subsuelo, aquí es la única zona en la que os podréis hacer con una buena cantidad de armas que están como nuevas.
Las localizaréis en algunas montañas de piedra que en lo más alto de ellas está situado un espíritu. Todos ellos están sujetando una espada, una lanza, una daga u otros tipos de armas que podréis pillar sin problemas y así sacar partido de su poder y durabilidad, que claramente es superior al de un arma oxidada.
No te olvides de tomar notas con los sellos
Ya sea por el zonanio, por las armas, por derrotar a los minijefes que habitan en el subsuelo o para cualquier otra cosa, siempre es importante utilizar los sellos que facilita el propio juego al abrir el mapa. Más que nada porque, a no ser que tengáis una memoria alucinante, a la larga será imposible que os acordéis dónde estaba ese lugar tan importante en el que podéis conseguir recursos, artilugios Zonnan y mucho más.
El propio juego te ofrece una gran colección de sellos diferentes, así que lo único que os queda es acordaros de emplearlos y sobre todo no olvidaros de qué significa cada uno dependiendo del uso que queráis darles.
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