Era una posibilidad en la que no queríamos pensar, pero finalmente ha sucedido. La secuela de The Legend of Zelda: Breath of the Wild ha sido finalmente retrasada y no verá la luz en 2022, tal y como estaba planeado. Nintendo ha decidido postergar el lanzamiento de uno de sus grandes megatones para el año 2023.
Efectivamente, la nueva aventura de Link no verá la luz hasta la primavera del año que viene, aunque por ahora seguimos sin una fecha de lanzamiento concreta. Eiji Aonuma, productor histórico de la serie The Legend of Zelda, ha explicado que "hemos decidido extender un poco más la fase de desarrollo", por lo que la idea es ofrecer todavía una experiencia más pulida.
Aclara Aonuma que esta vez el viaje por Hyrule no solo se desenvolverá por tierra, sino que los terrenos aéreos tendrán una importancia capital. En el último tráiler tuvimos una demostración clara de ello, con el protagonista sobrevolando toda clase de islas flotantes. Indica el responsable que nuevos encuentros y mecánicas nos esperan en el éxito de 2017.
Aonuma se disculpa con todos los que hayan estado esperando con ilusión la secuela de Breath of the Wild y asegura que el equipo de trabajo está dando lo mejor de sí mismo para "crear una experiencia única". Así pues, ahora tan solo nos queda armarnos de paciencia hasta su llegada.
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