Una de las grandes joyas de la historia de los videojuegos es Journey, la obra de thatgamecompany que vio la luz en 2012 y sorprendió a todos con su particular propuesta. Un largo viaje por el desierto para llegar a lo más alto de la montaña, pero acompañados de otros jugadores que nos topamos por el camino.
A lo largo de la aventura nos toparemos con ruinas, glifos, criaturas particulares y, sobre todo, muchísima arena. Al desarrollarse la mayoría del tiempo en este tipo de terreno, lo normal es pensar que no hay ninguna clase de vegetación brotando en condiciones tan extremas. Sin embargo, sí que existe una flor escondida entre las dunas que podemos encontrar. Aquí podéis ver su localización.
Más allá de su belleza, lo cierto es que no se puede hacer nada con ella y no responderá ante ninguna acción que realicemos. Sí que recibiremos un trofeo por encontrarla y la gracia reside en que se trata de una referencia hacia Flower, el anterior videojuego creado por la desarrolladora. Lo mejor de todo es que no se trata del único guiño.
Si avanzamos más en Journey, llegará un momento en el que estaremos en una zona con una torre, la cual se rodeará con una especie de niebla mágica que permite que flotemos por el aire. Si llenamos la sección con dicha niebla, pero en vez de continuar el viaje volvemos sobre nuestros pasos, encontraremos una criatura muy extraña. Aquí las podéis ver.
Su forma es muy particular, parecida a la de una serpiente, pero con el cuerpo formado por símbolos inusuales. Una vez la encontremos e interactuemos con ella, también recibiremos un trofeo, y en este caso hablamos de un easter egg vinculado a flOw, el primer videojuego creado por thatgamecompany.
En VidaExtra | Journey en una sucesión de momentos inolvidables
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