El triste anuncio del fallecimiento de David Bowie esta pasada noche tras una dura batalla contra el cáncer marca una de las peores noticias con las que abrir este 2016. Solo dos días atrás celebrábamos su cumpleaños y el lanzamiento de su nuevo disco sin ser conscientes de la desgracia que estaba por llegar.
Músico en primer lugar, pero también actor, pintor, productor y visionario a muchos niveles, el británico se vio seducido por las posibilidades de la tecnología como expresión artística y supo hacer uso de ella antes que muchos de sus iguales. También en el terreno de los videojuegos Bowie supo dejar su particular sello.
Al igual que el también recientemente fallecido Lemmy Kilmister, el músico londinense prestó su imagen a un videojuego e incluso se involucró en aspectos creativos del mismo, aunque es cierto que no hablamos de una obra especialmente recordada. Se trata de 'Omikron: The Nomad Soul', el debut de Quantic Dream y del particular estilo de diseño de David Cage.
Un revolucionario en un futuro imposible
'Omikron: The Nomad Soul' se puso a la venta bajo el sello Eidos en PC en 1999 y un año después en Dreamcast, quedando en el limbo de los proyectos abandonados una versión para PlayStation y PlayStation 2 que jamás se completó. Su reducido éxito de ventas tuvo la culpa, obviamente.
Bien es sabido por todos que la obra de Cage al frente de Quantic Dream se ha caracterizado siempre por apartarse de los cánones, pero este primer título en concreto se esfuerza particularmente en ello. Sobre la base del juego de aventura se mezclan en él numerosos géneros, con sus correspondientes mecánicas, añadiendo ideas tan poco comunes como el cambio de protagonista cada vez que nuestro personaje muere durante la partida.
Ambientado en un planeta y un futuro distante, el título nos presenta la opresiva y oscura vida de Omikron, una ciudad aislada dentro de un mundo inhabitable y que es gobernada de manera implacable por un superordenador. En dicho contexto, Bowie presta su imagen a Boz, el líder de un grupo religioso perseguido y que solo existe de manera digital en la red de este mundo.
Bowie presta su imagen a Boz, el líder de un grupo religioso perseguido y que solo existe de manera digital
Aprovechando que habían conseguido un fichaje de tanta envergadura, los chicos de Quantic Dream decidieron dar un segundo papel a Bowie dentro el juego, y por ello aparece también haciendo lo que mejor saber hacer: como el cantante de un grupo clandestino llamado The Dreamers, quienes realizan actuaciones secretas que deben ser descubiertas durante la aventura para poder ser disfrutadas.
Del juego al álbum
La suma de Bowie a la propuesta no acabó ahí, pues también ofreció ideas al guión y a las mecánicas de juego, y por supuesto dejó su impronta en la banda sonora, haciendo así de este apartado uno de los mejores de la propuesta. Para ello, trabajó junto a su viejo aliado Reeves Gabrels, aportando numerosas composiciones cantadas e instrumentales.
Tan satisfecho quedó con estos cortes Bowie, que incluso los reutilizó para el que sería su vigésimo primer álbum de estudio, 'Hours...', puesto a la venta unos meses antes que la aventura. En el paso de una obra a la otra, los temas recibieron diversas modificaciones de forma y letra, que en cualquier caso mantuvieron la esencia original.
Para los interesados en vivir la experiencia, 'Omikron: The Nomad Soul' se puede adquirir ahora mismo en GOG.com por poco más de 9 euros. El paso del tiempo se nota mucho en él, como es comprensible, pero las particulares formas de Quantic Dream siguen resultando tan sorprendentes hoy como hace diecisiete años, así que solo por ello ya parece la pena darle una oportunidad.
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