Allá por 1977, cuando Star Wars se estrenó en las salas de cine, uno de los momentos más impactantes para los espectadores fue la entrada de Luke Skywalker y Obi-Wan Kenobi en la curiosa cantina de Mos Eisley. El local se presentó como un vergel de razas extraterrestres donde podíamos encontrarnos de todo.
Si bien el objetivo era reunirse con el carismático Han Solo, lo cierto es que la pegadiza melodía que sonaba de fondo era igual de llamativa que el grupo que la tocaba. Una banda conformada por bith, unos seres pacíficos provenientes del planeta con el mismo nombre, mostraban una apariencia única y una exquisita habilidad tocando instrumentos.
Con la llegada de los videojuegos de LEGO: Star Wars, tuvimos la correspondiente recreación del escenario en forma de bloques y allí se encontraba la mencionada banda. Sin embargo, podemos provocar una graciosa reacción si decidimos acudir al menú y desactivar la música.
Efectivamente, el grupo completo queda completamente desconcertado, pues su única función de amenizar la estancia a los clientes ha quedado anulada. Tanto es así, que hasta pierden los instrumentos de sus manos, por lo que que no les queda otra que mirarse los unos a los otros y cruzarse de brazos.
Además, los bith, a pesar de contar con unos ojos negros enormes, no poseen párpados y no son capaces de derramar lágrimas, por lo que no pueden expresar toda su tristeza. A pesar de ser un simpático easter egg, solo un desalmado se atrevería a quitar la música en la cantina de Mos Eisley con lo rematadamente buena que es.
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