La secuela de The Legend of Zelda: Breath of the Wild nos ha dejado con los ojos bien abiertos, escudriñando cada uno de los rincones de su último tráiler. El misterio es enorme acerca de qué le sucede a Link y a la princesa tras haber despertado un terrible poder bajo el castillo de Hyrule.
Mientras las dudas se nos acumulan, lo realmente curioso es que debemos acudir a los artes conceptuales del primer juego para obtener más pistas acerca de qué está sucediendo. Durante la GDC de 2017, los desarrolladores del título de Nintendo mostraron algunas ideas que finalmente no pudieron incluir en el juego. Y recuperando estas imágenes, seguro que os llaman la atención.
Efectivamente, tenemos a un Link con un brazo derecho realmente peculiar. Al igual que nos ha mostrado el último adelanto, un poder parece otorgarle diversas habilidades al personaje, como la posibilidad de hacer retroceder en el tiempo los objetos. En este arte vemos mayor variedad, pudiendo lanzar bombas o transformar el brazo en un martillo.
Además, el aspecto de Link es mucho más oscuro con esa capa con capucha que lleva y el poder que le otorga el brazo le recorre el cuerpo hasta la cara. Por otro lado tenemos esa porción de Hyrule flotando en el aire, al igual que sucede con el castillo. En este caso es una montaña y parece que el que nos esperaría en lo más alto de ella sería el mismísimo Ganondorf. Quizás se pueda extraer alguna conclusión de todo esto.
Sea como sea, tocará esperar y alimentarse de las teorías de los fans. Nintendo tiene la sartén por el mango y solo ellos saben en qué momento del 2022 podremos echarle el guante a esta nueva entrega.
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