Analizamos plano a plano el tráiler de The Legend of Zelda: la secuela de Breath of the Wild

En circunstancias normales, un minuto y 36 segundos sería muy poquito tiempo. Pese a ello, el tráiler de la muy esperada secuela de Breath of the Wild mostrado en el E3 2021 no necesitó más para volver enamorar a los fans de la saga The Legend of Zelda. Nintendo supo medir los tiempos y condensar la esencia de la aventura y el descubrimiento en ese tiempo.

Porque da igual las horas que hayamos invertido en ese generoso reino de Hyrule que comenzamos a descubrir en 2017: el más reciente adelanto de esta nueva entrega mostró un mundo abierto rebosante de posibilidades y, en el proceso, reveló al jugador habilidades muy interesantes.

Por la parte que me toca, confieso que he parado de contar las veces que lo hemos visionado. Definitivamente han sido todavía más que las de Elden Ring, y no fueron pocas. Y pese a que el puzle argumental continúa siendo un misterio, hay elementos muy concretos que no merecen pasarse por alto.

Tomando fragmentos del tráiler de presentación y elementos de anteriores juegos de la saga es posible llegar a algunas conclusiones interesantes además de lo evidente: el mapa que ya conocimos se ha ampliado, y los vastos cielos de Hyrule serán la nueva gran región por conquistar en esta aventura en la que, una vez más, Link podrá amoldar el tiempo a sus necesidades.

La princesa y el héroe de Hyrule se meten en nuevos problemas

Si bien, sobra decir que para entender un poco el contexto de lo que estamos viendo merece la pena jugar y completar la historia de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, intentaremos centrarnos en lo mostrado en los vídeos y limitarnos a la información publicada de manera oficial por Nintendo.

Hace mucho tiempo, antes de que un cataclismo devastase el reino de Hyrule, un rey preocupado por una profecía inició unas excavaciones con la esperanza de encontrar artefactos ancestrales que lo protegerían de un mal inminente. Durante aquellas extracciones, el rey encontró una valiosa tecnología de una época pasada. No obstante, aquello no fue suficiente para contener el peligro que el rey tanto temía.

Cien años después de la catástrofe, un valiente héroe y la actual princesa de Hyrule vuelven a adentrarse en las profundidades del reino.

Lo primero que se nos muestra en el tráiler más reciente del juego es cómo una materia oscura y rojiza comienza a llenar la pantalla. Si bien, de momento se desconoce su naturaleza, parece mostrar muchos paralelismos con el aura de Ganon, un ser que cuya esencia maligna se esparció por el castillo de Hyrule y corrompió el reino.

La sustancia se manifiesta en lo profundo de una cueva subterránea que no parece estar muy alejada del castillo. No es que se nos de esa información en el tráiler, pero sí se dejó muy claro en el primer avance del juego, dónde la princesa Zelda y el héroe Link, portando su espada Maestra, parecen investigar los restos de una civilización muy anterior a la suya.

De hecho, durante un instante nos es mostrado en un grabado en la pared un jinete armado con un enorme tridente. Y  a juzgar por su pose parece dispuesto para la batalla.

Merece la pena señalar que, a diferencia del primer avance del juego, en esta ocasión sólo se nos muestra el rostro de Link una única vez en todo el tráiler. Más concretamente, en el momento en el que la misteriosa materia parece acomodarse a su brazo derecho hasta cubrirlo.

Si nos fijamos bien, veremos la empuñadura de la espada de Link en el margen inferior de la imagen. Y lo que es todavía más curioso: será la única vez que veremos al héroe empuñando su tan reconocible arma.

En mitad de la escena, y mientras la materia termina de llenar la propia pantalla, una criatura momificada y con los ojos iluminados emerge, alza sus brazos cuyas palmas presentan enormes agujeros y suelta una especie de rugido seco.

Los desgarrados ropajes de la criatura son muy diferentes a los de los hylianos, vistiendo una especie de túnica con media manga y distintos ornamentos, entre los que destaca un broche en la cadera con la forma de una herradura y una gran joya en la frente que emite una luz muy intensa.

Si bien, esta criatura solo aparece durante ese breve instante, lo cierto es que ya había protagonizado buena parte del primer avance oficial: según se mostró en 2019, la voluntad de este ser macilento y de larga melena estaba siendo contenida por una mano derecha cuyo origen proviene de un intenso resplandor verdoso.

Del mismo modo, en la carta de presentación de la secuela de Breath of The Wild es posible ver de manera muy fugaz la verdadera silueta de la criatura a través de la sombra emitida en la pared. Una figura, todo sea dicho, muy diferente a la que se manifiesta a Zelda y Link.

Por su parte, sabemos que los jóvenes hylianos consiguieron encontrar a esta criatura mientras ésta se encontraba contenida en lo profundo de Hyrule. Lo cual nos plantea dos posibles escenarios: ¿llegaron hasta allí buscando respuestas a un misterio de una época pasada o una solución para un peligro que amenaza el presente?

Sabemos que, tras el inevitable despertar de la criatura, la superficie sobre la que nuestros protagonistas contemplan la escena comenzará a resquebrajarse hasta hundirse, y eso provocará la caída al vacío de la princesa. Algo que se muestra con más detalle en el nuevo vídeo y supondrá lo que parece ser la última aparición de Zelda en el metraje.

Por su parte, también se ha mostrado en 2019 como Link intentará impedir la caída de la princesa sin mucho éxito. Es más, una mano muy parecida a la que sostenía a la criatura, si es que no es la misma, será la que ahora lo sujete a él. Al menos, parece que uno de los dos elegidos por la Trifuerza consiguió evitar caer hacia lo desconocido. O no.

El héroe de los cielos

La manera de volver a presentarnos el inagotable mundo abierto de Hyrule es un doble guiño sensacional. Por un lado, vemos cómo se hace referencia al túnel de luz con el que Link despierta justo al comienzo de Breath of the Wild. Por otro lado, justo después, se nos regala una espectacular vista aérea en la que un valiente héroe de largos cabellos dorados se encuentra en caída libre entre un mar de nubes y con los brazos bien abiertos.

Una imagen que, de manera inevitable, tiende lazos con The Legend of Zelda: Skyward Sword, la aventura que de manera oficial inicia la cronología de la saga y que, además, vuelve a publicarse en Switch con motivo del 35 aniversario del lanzamiento de The Legend of Zelda. ¿Casualidad? Muy probablemente, no.

A partir de aquí es posible encontrar detalles especialmente interesantes en la propia imagen. De primeras, las prendas que lleva nuestro protagonista son completamente nuevas: media túnica con una sola manga, unas sandalias atadas a la altura de los tobillos y, lo más singular, un brazo derecho que destaca de manera muy intencionada sobre el resto del cuerpo.

Además de esto, y si nos fijamos con detenimiento en el paisaje que se comienza a mostrar entre las nubes, se nos mostrará el primer gran cambio con respecto al mundo abierto: el cielo se ha llenado de islas flotantes y de diferentes tamaños. Algunas de ellas acogen paisajes naturales y otras muestran caminos y lo que parecen ser diferentes tipos de edificaciones.

Los que han jugado sus buenas horas a Breath of the Wild o Skyward Sword saben que las caídas libres no son un problema para Link: gracias a la paravela podremos deslizarnos por el aire con relativa libertad y llegar al suelo sin quedar espachurrados en el intento.

De hecho, en esta nueva aventura veremos cómo Nintendo ha recuperado una idea descartada para la paravela en la que gracias a dos alargados trozos de tela podemos hacernos una idea de la dirección del viento.

Lo cual nos da pistas del sistema de movilidad que usaremos para desplazarnos entre las diferentes islas flotantes que estarán posicionadas a distintas alturas. Y, en este sentido, deberemos tener esto muy en cuenta a la hora de encontrar localizaciones y emplazamientos escondidos aprovechando la disposición de las islas o unas nubes convenientemente ubicadas.

La siguiente escena, ya con nuestro personaje con los pies en la tierra, no solo nos regala una vista privilegiada gracias al clima dinámico, sino que nos permite echar un vistazo más detallado a las primeras nuevas piezas de equipamiento del juego, como unas botas altas o un escudo con símbolos que evocan a la Trifuerza y a un clan por presentar.

Dicho lo cual, y viendo el curioso símbolo con forma de ojo del escudo, es inevitable que no acordarse de los detalles del Castillo de Hyrule tenebroso  de The Legend of Zelda: the Minish Cap y, por extensión de Vaati.

Los paisajes del juego son una auténtica delicia, pero el nuevo juego de The Legend of Zelda no será precisamente un paseo, y la primera nueva hornada de enemigos mostrados será la excusa perfecta para poner a prueba nuestras flechas y la resistencia del nuevo escudo.

La primera de las criaturas que harán su debut en esta aventura es toda una sorpresa cargada de detalles: sus acabados lo presentan como un ser de piedra animado por una magia o tecnología lumínica de color verdoso y su figura recuerda enormemente a una gran lagartija.

Lo más probable es que se trate de una versión acomodada de algún monstruo clásico, posiblemente las estatuas Eyegores que debutaron en The Legend of Zelda: A Link to the Past. Con todo, su papel en el juego está por concretar. ¿Amenaza, aliado o los nuevos Guardianes de esta entrega?

Por supuesto, no todos los nuevos enemigos habitarán en las alturas. De hecho, podremos regresar a los prados y montañas la amplia Hyrule en los que nos tocará volver a enfrentarnos con los bokoblins.

Dicho lo cual, en la imagen inferior es necesario hacer dos puntualizaciones muy relevantes:

• Por un lado, en el horizonte volveremos a ver la misma silueta del mundo abierto de The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Con lo que el mapa del juego no ha sido reconstruido del todo, sino modificado. Y, además, no se aprecian las islas flotantes.
• Por otro lado, podemos apreciar que el protagonista de la escena es Link con su túnica de héroe azulada y su aspecto, peinado y escudo tradicional. Incluso vuelve a sostener la Espada Maestra. Y eso nos hace pensar que esta escena ocurre en un momento diferente al de las anteriormente mostradas.

En lo que se refiere a los enemigos, es posible notar que ha pasado cierto tiempo desde la aventura anterior. Los diminutos cuernos de los bokoblins de Breath of the Wild ahora son tan grandes como los de los Moblins. ¿Se habrán vuelto más inteligentes también?

Además, estos bokoblins evolucionados parecen haber logrado domesticar a los gigantescos Petrarok de la anterior aventura hasta convertirlos en imponentes barracas andantes. Será todo un desafío luchar contra edificios vivientes y sobrevivir para contarlo. Por suerte, contaremos con nuevos recursos bajo la manga.

¿Qué le pasa a nuestro personaje en la mano derecha?

Además de la materia rojiza y oscura, una fuerza brillante y verdosa ha ganado un enorme protagonismo en este último tráiler del nuevo juego de The Legend of Zelda. Una energía que, por cierto, será condensada en nuestro brazo derecho en algún punto de la aventura. Algo que se muestra con más detalle en una escena que recuerda a los primeros compases de Breath of the Wild.

Y pese a que ropa interior es muy parecida a la que usamos al comienzo del juego de 2017, las alargadas uñas del brazo cubierto de láminas iluminadas nos dejan con una duda: ¿estamos ante el mismo Héroe de Hyrule que se dio una siesta legendaria (o, más bien, centenaria) sin tener que preocuparse de la manicura?

Quizás sea una cuestión de diseño o simplemente una manera de reflejar un nuevo lapso de tiempo, pero es inevitable no tener también en cuenta las uñas de la criatura que despertó durante la incursión de Zelda y Link en el primer avance del juego.

Dicho lo cual, a Link sí se le ilumina su mano derecha y sin la necesidad de envolver su brazo en las láminas. De hecho, incluso parece que queda cegado por el resplandor verdoso y los extraños símbolos que emergen de esta. Aunque, claro, los dos avances son engañosos adrede: ¿esto ocurre antes o después de que el héroe se vea envuelto en la materia rojiza?

Definitivamente, Nintendo quiso darle al brazo derecho su buena porción de tiempo en este segundo vídeo. Pese a que Link hará uso durante el metraje de una piedra Sheikah, a través de su mano podrá realizar verdaderos prodigios, incluyendo la capacidad de hacer que los objetos retrocedan en el tiempo.

En la siguiente escena del nuevo tráiler vemos a Link ascendiendo por una Montaña de la Muerte en la que parece que ha comenzado a brotar la vegetación y, en el camino, se enfrenta al asalto de un grupo de monstruos. Los cuales, por cierto, le reciben con una enorme bola metálica rodando cuesta abajo.

Es entonces cuando Link hace uso de su nueva habilidad y no solo detiene el pesado objeto con un sencillo gesto de su mano derecha y un destello dorado, sino que altera el curso del tiempo. Logrando que la esfera ruede cuesta arriba arrollando a todos los enemigos que se encontraban cruzando por su recorrido anterior.

Si las habilidades de la piedra Sheikah y sus físicas locas han dado mucho juego en Breath of the Wild, las posibilidades de esta nueva técnica logran que cualquiera que haya echado más de un centenar de horas al juego se frote las manos.

Ahora bien, pero no todos los nuevos trucos de Link tienen un origen misterioso y nacen de su mano derecha: la siguiente secuencia nos muestra al héroe portando en su otro brazo un nuevo y enorme tipo de escudo ofensivo decorado con con cabeza de dragón escupefuegos. Seremos capaces de proyectar enormes llamaradas con él. ¡Como si fuese un lanzallamas!

Llama la atención que esta escena tenga lugar en lo que parece ser una cueva o una localización cerrada, las cuales no abundan en Breath of the Wild, pero también ver un nuevo tipo de enemigo. Justo frente a Link podemos ver lo que parece ser el equivalente a los Leevers de esta línea de tiempo.

Y hablando del paso del tiempo: la capacidad de poder hacer que los objetos y las leyes normales de la física retrocedan su curso normal será una de las constantes de este juego. El siguiente plano nos muestra como un charco emerge del suelo con una maniobra que solo puede definirse como llover hacia arriba.

De momento no tenemos muy claro qué puede significar esa secuencia del charco, pero lo que viene justo a continuación es bastante prometedor: el héroe de esta aventura ganará la posibilidad de zambullirse y nadar en estructuras sólidas. Incluso, en la superficie de las islas flotantes.

Ganaremos la habilidad de lanzarnos en picado hacia los cielos  y, al toparnos con una superficie rígida como la piedra o el suelo, sumergirnos en ellas como si fuese líquida. Apareciendo a continuación, y de manera muy conveniente, en la parte superior.

Como detalle interesante, si nos fijamos en la fotografía superior veremos en los pilares de la derecha unas runas en hyliano que fueron introducidas en los juegos a través de The Legend of Zelda: Wind Waker, y de acuerdo a la cronología oficial, mostradas -una vez más- en Minish Cap. Siendo este último un título muy excepcional en el que, por cierto, vimos una mazmorra clásica que encaja muy bien con todo lo mostrado hasta ahora: el Palacio de los Vientos.

Teniendo en cuenta el diseño de la actual Hyrule, atravesar las islas flotantes y moverse por los cielos será algo bastante recurrente, y todo apunta a que este será uno de los sistemas con los que podremos ascender rápidamente desde la superficie. Una solución tan brillante como espectacular.

Haciendo nuestros propios castillos en el aire

La última escena del vídeo concluye de un modo muy parecido con el del primer tráiler mostrado: la ciudadela del enorme castillo de Hyrule comienza a alzarse hasta elevarse notablemente sobre el suelo, aunque en esta ocasión vemos claramente que aquello que lo impulsa es una enorme cantidad de materia rojiza. La misma que envolvió el brazo de Link al principio.

Se dedica una cantidad de tiempo bastante generosa a ver el ascenso del castillo y, posteriormente, el increíble paisaje que nace al ver la colosal fortaleza ya elevada sobre una imponente puesta de sol. Definitivamente, era el momento perfecto para regalarnos el título definitivo del juego. Pero no fue así.

A partir de aquí, podemos sacar nuestras propias conclusiones bastante fundamentadas:

• Un mal del pasado es despertado y parece tener una relación directa con el Cataclismo que azotó Hyrule hace miles de años.
• Presenciaremos la evolución del mapa de Breath of the Wild, incluyendo la aparición de nuevas criaturas. Y lo que es más interesante: el mundo abierto crecerá a nivel vertical, invitándonos a dominar los cielos.
• Entre las nuevas habilidades y armas de nuestro héroe destacan la capacidad de hacer que los objetos retrocedan en el tiempo, zambullirse en estructuras sólidas y un flamante escudo con cabeza de dragón.
• Por último, pero no menos importante, parece haber paralelismos con anteriores entregas concretas, incluyendo Skyward Sword, Majora's Mask y A Link to the Past.

A partir de aquí toca especular sobre lo sugerido y lo no mostrado, empezando por la posibilidad de que Link comparta protagonismo con un segundo personaje e incluso con un héroe de otra época o que incluso haya un segundo gran lapso temporal que divida el propio juego en al menos dos etapas.

Teorías sostenida por el hecho de cuando Link lleva la túnica azul del héroe se regresa a la jugabilidad clásica de Breath of the Wild y sólo cuando lleva otra ropa es posible ver las islas flotantes. Pero, siendo sinceros, esto son únicamente castillos en el aire.

Lo que sí tenemos presente es la promesa que Nintendo nos hizo como broche del tráiler: el lanzamiento de la secuela de The Legend of Zelda: Breath of the Wild tendrá lugar en Nintendo Switch a lo largo de 2022. ¿Conseguirá Eiji Aonuma elevar su propio listón? En cuestión de meses lo tendremos más claro.