Empiezo un nivel de 'Yoshi's Woolly World' y en la parte inferior izquierda de la pantalla, tapada por una flor en primer plano y de una forma casi imperceptible para el jugador que inicie la fase corriendo, hay una etiqueta sobre cómo lavar la lana que inunda el nuevo plataformas de Nintendo.
Es algo completamente secundario, una menudencia que pasará inadvertida para el 90% de jugadores, pero ahí está, demostrando una vez más lo importante que es hacer los juegos con mimo y cuidando hasta el más ínfimo detalle para que el conjunto sea perfecto. Si así lo acabamos valorando en nuestro análisis, 'Yoshi's Woolly World' no será un juegazo por algo tan trivial como eso, pero sin duda habrá ayudado a que nos enamoremos irremediablemente de él.
Nintendo, la belleza y el mimo
Lo de hacer los juegos con mimo es algo que valoramos enormemente y que hemos hablado por aquí en infinidad de ocasiones, y esa pequeña muestra, que podría haber estado en cualquier otro lugar para llamar más la atención pero que, sin embargo, no se repite intentando gritar a los cuatro vientos "mira que detalle más curioso hemos tenido", es sólo un ejemplo más del buen hacer de los estudios de Nintendo y el cariño con el que tratan a casi todas sus franquicias.
Todo en 'Yoshi's Woolly World' desprende esa atención por el detalle para que la idea de crear un mundo de lana, igual que ya se hizo con 'Kirby y el Pincel Arcoíris' y la plastelina (aunque con menos acierto a otros niveles), sea la puerta de entrada a un juego que, además de ser tremendamente bonito, también es un canto a la diversión y a lo vivo que podría estar el género de las plataformas si las compañías le cediesen algo más de amor y recursos.
En pantalla grande y casi olvidándonos del Wii U Gamepad, la belleza que desprende el juego es de esas que nos hacen olvidar que Nintendo decidió aparcar la potencia gráfica para tirar por otro camino. La decisión y su debate, criticado a destajo incluso por el que escribe estas líneas, deja de tener sentido cuando te das cuenta de que, al menos a sus juegos, no les hace falta nada más para poder brillar como lo hacen.
El Yoshi's Island de nuestra época
Las buenas sensaciones podrían quedarse ahí, como ya pasó con la citada bola rosa de la compañía, pero ni corto ni perezoso, Yoshi emprende un viaje al pasado para colocarte delante del televisor con la merienda clásica de hace 20 años y la sensación de estar jugando a un plataformas de la época con los gráficos y las posibilidades de hoy en día.
Sólo algunos detalles y fases especiales rompen con la tónica de lo que, fácilmente, podría considerarse un juego de SNES en su planteamiento y mecánicas, con un diseño de niveles accesible para los que quieran disfrutar de un colorido paseo y un reto desquiciante para aquellos que pretendan recorrerlo de cabo a rabo recogiendo todos los coleccionables que pueblan sus niveles.
Que el juego tenga un modo más fácil para los menos experimentados, y ayudas en forma de perks que podremos "comprar" con las gemas que vamos recogiendo durante la partida, es la excusa perfecta para que desde Nintendo hayan dado rienda suelta a su creatividad a la hora de plantearnos un reto que poco o nada tiene que ver con el carácter amigable de un Yoshi de lana y el ejercito de coloridos amigos que le acompañan. Que no os engañe su aspecto bonachón porque esto es un canto a los juegos clásicos con todas las de la ley.
Yoshi's Woolly World merece tu cariño
Poco tiempo para exprimirlo me deja con ganas de más y la sana prudencia de esperar a ver cómo avanza antes de reflejar aquí el entusiasmo que me han generado los primeros niveles del juego, pero aunque ya habrá tiempo para decir si sí o no cuando nos embarquemos en su análisis, creo firmemente que no me quemaría si pusiese la mano en el fuego diciendo que, entre este 'Yoshi's Woolly World' y 'Splatoon', Nintendo tiene todo los números para convertirse en la canción del verano.
Ahora mismo lo único que me genera dudas es si Nintendo sabrá colocárnoslo como la joya que apunta a ser, sí venderá la mar de bien o será uno de los últimos resquicios de un género que sigue pegando coletazos de vida sin que el mercado responda con un sonoro aplauso en vez de mirándolo por encima del hombro.
Yo os maldigo, cifras de ventas, si este 'Yoshi's Woolly World' no es abrazado con todo el cariño que sus creadores han puesto a la hora de hacerlo. Por si las moscas, yo voy a seguir disfrutándolo como si fuese el último, como una única oportunidad de rejuvencer mi mente y demostrarle a mi yo del presente que, gracias a propuestas como esta, empezaron a gustarme los videojuegos.
Plataformas: Wii U
Multijugador: Local
Desarrollador: Good-Feel
Compañía: Nintendo
Lanzamiento: 26 de junio de 2015
Precio: 47,95 euros
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