Capcom estaba pletórica en los 90, incluso más allá de los videojuegos. Street Fighter II: La película es, muy probablemente, el mejor largometraje en clave de anime jamás hecho de un juego de lucha, pero la invasión de los DarkStalkers a las pequeñas pantallas no se quedó demasiado atrás: la compañía de Osaka y Madhouse Studios se sacaron de la chistera Vampire Hunter: The Animated Series, un alucinante anime de acción y fantasía oscura. Una joyaza dividida en cuatro actos de poco más de cuarenta minutos cada uno con toda la esencia de las recreativas y facetas jamás vistas de las criaturas de la noche.
Vampire Hunter: The Animated Series, muy acertadamente titulado en Estados Unidos como Night Warriors: Darkstalkers' Revenge y no tan brillantemente localizado en España con nombres como Vampire Hunter: Darkstalkers, El Cazador de Vampiros (o El Caza-Vampiros), se estrenó en Japón entre 1997 y 1998 dada su naturaleza de OVA ( Original Video Animation ) apostando por la distribución directa al formato doméstico. Eso sí, en su época pudimos ver como canales españoles como Buzz lo emitieron alegremente en sus bloques dedicados al anime.
Porque la popularidad de los DarkStalkers siempre estuvo a rebufo de los World Warriors de Street Fighter, pero no fue por falta de cariño por parte de Capcom: cada juego irradiaba el espíritu descarado y las ideas más locas de la compañía a la vez que llevaba a su terreno a los monstruos clásicos de la Universal y esas criaturas de la oscuridad bien arraigadas en el imaginario colectivo como los súcubos, el sasquatch o el Jiangshi. A veces de manera caricaturesca y otras dejándose llevar por la esencia de la fantasía oscura. Un tono curioso que Madhouse Studios supo captar a la perfección de cara a su adaptación.
Y lo que es mejor y más interesante de cara a los fans: no solo la estética y los diseños de los personajes de los videojuegos de Capcom habían sido llevados a la animación sin apenas retoques, sino que éstos reproducian diálogos, escenas y hasta los mismos movimientos especiales que en las recreativas adaptándose a las circunstancias de un guión irregular, pero rebosante de fanservice. Siendo, a todos los efectos, gloria bendita para los apasionados por la saga de lucha.
Lo cual hace que los planteemos lo básico y esencial: cómo se puede llevar un videojuego tan loco y singular como Night Warriors, la valiente secuela de DarkStalkers, al formato de una serie episódica. De partida, dando un valor especial a Donovan e Hsien-Ko, los dos nuevos luchadores introducidos en el juego. A partir de ahí, el reto pasa por crear un universo de fantasía oscura y un contexto a la altura de la recreativa. Un desafío mayúsculo que Capcom y Madhouse Studios cumplieron con nota.
En una guerra declarada entre seres de las tinieblas, una amenaza mayor agitara las aguas
El mundo está sumido en la oscuridad, y no es una simple expresión: exiliado del reino de los demonios, el poderoso señor de los vampiros Demitri Maximoff inició una era de tinieblas en el reino de los humanos ocultando la luz del sol. Minando su voluntad con terror y mano de hierro al tiempo que los DarkStalkers, las criaturas de la oscuridad, vagan libremente por la Tierra. Sin embargo, y pese a su dominio total de la humanidad desde su castillo, Demitri no se ha olvidado de la cuenta que tiene pendiente con aquellos que le desterraron.
El reino de los demonios no es exactamente un infierno de caos y destrucción. De hecho, está convenientemente regentado por elitistas clanes de las casas más poderosas. Y de todas las familias regentes, la casa liderada por Morrigan Aensland es la más poderosa de todas. Morrigan es un súcubo, una atractiva mujer demonio, pero también uno de los seres de la noche más poderosos de todos los tiempos. Gracias a eso el clan de los Aensland se ha impuesto al resto. Quizás, eso le ayude a amortiguar el inminente ataque de Demetri. En cualquier caso, a Morrigan le pierde la curiosidad: hacía muchos siglos que no encontraba un rival digno de ella.
Mientras el conflicto entre las casas Maximoff y Aensland estalla, los DarkStalkers conviven con los humanos de diferentes maneras. Lord Raptor, un zombie devorador de almas, se vale de su condición de estrella del rock para arrebatarle el espíritu a los asistentes a sus conciertos. Mientras tanto, a mucha distancia, la maldición de la armadura samurái maldita de Bishamon ha despertado el interés del un adinerado y codicioso coleccionista humano. Todo lo contrario del hombre lobo Jon Talbain, quien intenta pasar desapercibido como puede.
Pero no todos los DarkStalkers poseen una naturaleza oscura: la mujer gato Felicia está de gira por todo el mundo buscando convertirse en una estrella adorada por habitantes de las tinieblas y humanos. Los seres de la anoche no poseen prejuicios, y el resto está dividido: algunos la adoran por su trabajo, su carisma natural y determinación. Otros, no obstante, la odian por el hecho de ser un monstruo. Un fuerte conflicto que los mestizos como Donovan viven en su interior y les corroe poco a poco.
Donovan Baine es el monje Cazador de Vampiros y otros seres de la noche, y su motivación es algo personal: por sus venas corre sangre humana y de DarkStalker, con lo que para purgar con la carga de su linaje maldito está decidido a acabar con aquellos que siembran el dolor y la desesperación entre los vivos. El destino quiso que en su camino se cruzase Anita, una joven con poderes psíquicos, y la pareja de exóticas cazadoras con poderes paranormales Hsien-Ko y Mei-Ling. Poderosas almas con las que comparte su motivación y su batalla interior.
El conflicto y las complicadas alianzas entre todas las criaturas de la noche por el cada vez más negro destino de la humanidad toma otra escala con la entrada en escena de una amenaza mayor: Pyron un poderoso ser de pura energía cósmica, ha llegado a la Tierra con el propósito de destruir el planeta.
En un inesperado giro de los acontecimientos, los DarkStalkers se verán forzados a defender el reino de los humanos, aunque sea por salvar su propio pellejo, mientras que los Cazadores de Vampiros deberán reorganizar sus prioridades. Para Pyron, que haya formas de vida con una fuerza excepcional solo hace más interesante su llegada a este planeta a punto de ser consumido.
Vampire Hunter: The Animated Series, una impecable miniserie con toda la esencia del videojuego
Vampire Hunter: The Animated Series no solo es una adaptación magistral del videojuego Night Warriors: Darkstalkers' Revenge, sino que es la producción que más y mejor expande y enriquece el universo del videojuego. Y pese a que el diseño de personajes corre por cuenta del legendario Shūkō Murase, el anime consigue de manera insólita que los icónicos sprites y las ilustraciones de Bengus encajen de maravilla con el bendito estilo de anime de los años 90.
A nivel comercial, Vampire Hunter: The Animated Series fue lanzado entre el 21 de marzo de 1997 y el 27 de marzo de 1998, siendo lapsos de tiempo especialmente distanciados. Eso sí, los más de cuarenta minutos de cada capítulo estaban especialmente bien exprimidos: como serie limitada sabía darle peso y profundidad a personajes de videojuego con un trasfondo no demasiado definido y, a la vez, aportar dramatismo y personalidad a las escenas clave.
Lo cual puntúa doble teniendo en cuenta que el humor es un elemento recurrente y esencial en la saga de videojuegos.
Independientemente de que sus acontecimientos estén fuera del canon de la saga: al igual que en las recreativas de Capcom, se desentiende de los clichés de los luchadores y se centra en ofrecer personajes pintorescos que abordar los clichés del cine de terror y esos tópicos superficiales que le dan un punto de color a festividades como Halloween, pero lejos de ser una parodia, el videojuego se toma muy en serio el resultado. El anime de DarkStalkers continúa esa dirección y le da más forma y fondo.
La mala noticia: pese a que se crearon historias y acontecimientos específicamente para personajes populares como Felicia, Lord Raptor o Jon Talbain que, básicamente, sirven para que el espectador entienda mejor la naturaleza de los DarkStalkers y su compleja relación con los seres humanos, varios de los personajes del juego como Anakaris, Sasquatch y Victor aparecen en una única escena y son poco más que un visto y no visto.
Más allá de la escena de apertura, la icónica momia de Capcom apenas recibe unos segundos de metraje.
Quizás se podía haber planteado el conjunto de otro modo si se optase por un formato de largometraje parecido al de Street Fighter II: La película en la que las pequeñas participaciones de los personajes se pueden disimular mejor, pero la realidad es que nos quedaremos siempre con las ganas de un quinto o sexto episodio que redondease más y mejor un Vampire Hunter: The Animated Series espectacular en todos los sentidos y absolutamente fiel a los personajes de Capcom. No como su contrapunto estadounidense.
La otra serie de DarkStalkers
Que los cuatro episodios del la OVA se llamasen Night Warriors: Darkstalkers' Revenge en Estados Unidos es un doble acierto. No solo porque está completamente basado en el videojuego del mismo nombre, sino porque técnicamente es la segunda serie animada basada en el videojuego. La primera, por cierto, fue la calamitosa Darkstalkers: la serie animada producida por Graz Entertainment y emitida en 1995.
El éxito de Street Fighter II, así como la popularidad de personajes como Mario o Sonic, lograron un hito muy importante en la industria del videojuego: que personajes nacidos en consolas y recreativas pasasen a ser conos de la cultura popular. No era algo nuevo, ya que Pac-Man o Donkey Kong contaron con sus propias seres animadas, pero el contexto era muy diferente.
Así, apenas un año después del lanzamiento de la recreativa original de DarkStalkers, Capcom delegó en Graz Entertainment, quienes llevaron a las pequeñas pantallas a los X-Men o la bochornosa serie estadounidense de Street Fighter: la serie animada, la tarea de llevar su nueva saga de juegos de lucha a la animación con una serie de acción para el público infantil. La idea no era nueva, pero el resultado fue desastroso.
Darkstalkers: la serie animada de Graz Entertainment, son 13 episodios que ilustran una de las etapas menos inspiradas de la animación infantil y juvenil de Estados Unidos a través de personajes de cartón piedra tristemente animados.
Abusando de las fórmulas televisivas usadas para vender muñecos articulados durante una década y dejando patente que aquello ya no funcionaba. O, al menos, que no tenía sentido con DarkStalkers, Entre otras cosas, porque los apasionados por los videojuegos y los que frecuentaban salones recreativos no tendrían piedad con aquel despropósito ni una motivación para verlo.
La marca DarkStalkers era lo suficientemente rica e interesante como para poder llevarse más allá de los videojuegos, pero la serie animada de Graz Entertainment no era el camino a seguir. Night Warriors: Darkstalkers' Revenge no solo equilibró la balanza desde Japón, sino que nos dejó con la boca abierta en lo que respecta a diseños, animación y hasta una trama oscura, adulta e interesante. Con sus propias flaquezas, pero siempre fiel al videojuego.
Una sucesión de aciertos para una saga de lucha muy querida que hoy está medio-muerta, pero no olvidada ni tampoco acabada. Solo necesita un empujoncito de popularidad para volver a despegar.
Los DarkStalkers no están muertos, y eso le da un valor especial a Vampire Hunter: The Animated Series
Capcom tuvo un despliegue muy especial con la saga DarkStalkers desde sus inicios. ¡Nada menos que dos series animadas basadas cada una en sus dos primeras entregas! Vampire Savior, la tercera entrega, tomará el relevo con dos títulos que aguantan el tipo en la actualidad y siguen siendo fuente de inspiración y devoción para los apasionados por los clásicos del género. Por desgracia, la fiebre por los juegos de lucha acabaría apagándose poco a poco.
Lo cual es una doble pena, porque los acontecimientos y personajes de Vampire Savior se prestaban de maravilla a ser llevados a las pequeñas pantallas, e incluso para hacer algo muy loco en clave de largometraje animado.
No hubo más entregas de DarkStalkers, pero nunca se fueron del todo. Además de ser personajes recurrentes en crossovers de todas las licencias de Capcom, desde Puzzle Fighter a Street Fighter V, hemos seguido viendo cómics y mangas licenciados, montones de merchandising y una cantidad absurda de material licenciado en el que, todo sea dicho, Morrigan Aensland y Felicia siempre han sido las favoritas de los fans.
Y no es para menos: quitando al lado sus colaboraciones con Marvel y otras compañías se podría decir que es su segunda saga de lucha más popular y querida. Street Fighter opera en una dimensión aparte.
Yoshinori Ono, quien fuese productor de la saga Street Fighter hasta la etapa final de la quinta entrega, intentó traer de vuelta a los DarkStalkers en incontables ocasiones e incluso estableció en la Comic-Con de San Diego de 2011 que no solo no estaban muertos, sino que había planes para traerlos de nuevo a los videojuegos. La otra realidad es que han regresado a través de trajes, recopilatorios y haciendo colaboraciones especiales.
Queremos pensar que en un futuro no tan lejano los DarkStalkers regresarán. Muchos estudios están más que dispuestos a traerlos de vuelta, incluyendo un nuevo proyecto por los responsables de Skullgirls y una versión HD producida con el arte de Udon. Por lo pronto, la saga sigue viva a través de todo el nuevo material que se produce dentro y más allá de los juegos.
Y pese a que lo mejor de la saga son sus tres entregas publicadas en recreativas y editadas en consolas. Vampire Hunter: The Animated Series sigue siendo la mejor y más ambiciosa manifestación del carácter de una licencia demasiado buena e interesante para quedarse solo en un único medio.
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