Aprovechando el reciente 25 aniversario de la NEO GEO y del debut de varios de sus clásicos dentro de un Humble Bundle imprescindible, no quería desaprovechar la oportunidad para recordar uno de sus mejores juegos y uno de los grandes olvidados por el gran público. Hablo, cómo no, del ultra-adictivo 'Twinkle Star Sprites' del estudio ADK visto en recreativas y NEO GEO en los noventa.
En esta ocasión he jugado unas partidas en la reciente versión para PC, libre de DRM y gracias a DotEmu, equipo encargado de traernos éste y otros clásicos de SNK, aunque en su día eché incontables vicios en emuladores y en Dreamcast, siendo el juego que más piques me ha dado.
Un Bust-a-Move, pero con espíritu de shmup
Para el que nunca haya oído hablar de 'Twinkle Star Sprites', la mejor comparación que le puedo dar para que comprenda su mecanismo y por qué es un completo vicio, es diciendo que es, ni más ni menos, un 'Bust-a-Move' con espíritu de shmup. De ahí mi osadía (que no lo es tanto) al afirmar que es el mejor shoot'em up competitivo de la historia. Más que nada porque no tiene casi competencia, salvando los desconocidos 'Phantasmagoria' de Team Shanghai Alice en occidente.
Da igual el modo de juego que escojamos entre los tres disponibles, que la pantalla estará partida en dos, con cada jugador a cada lado. Ambos deberán resistir el mayor tiempo posible jugando como si de un juego de naves de scroll vertical se tratase, con la peculiaridad de que los enemigos de su pantalla que elimine en cadena, se enviarán al rival. Esto es lo que se conoce como Normal Attack.
La gracia del asunto es que se puede revertir ese ataque, a base de disparos, convirtiéndose en un Reverse Attack, con el mismo aspecto que el normal, salvo porque cuenta con un ligero destello. ¿Y qué pasa si se intenta devolver ese ataque? Que viene lo bueno: el que logre devolver ese Reverse Attack creará el poderoso Extra Attack, en el que se invocará a una serie de enemigos que variarán dependiendo del personaje que estemos manejando, al igual que la zona por donde iniciarán el ataque (puede ser lateral, por arriba o por abajo y moviéndose de múltiples maneras).
Eso sin olvidar que si se devuelven muchos Reverse Attack se puede invocar a un Jefe (sí, un jefe) que sigue los motivos del personaje que estemos manejando. Eso, o rellenar la barra de poder hasta el nivel máximo (tres barras) e invocarlo manualmente. Una locura.
Porque en 'Twinkle Star Sprites' cada personaje es un mundo: tanto el ataque básico como el especial y el arma (enemigo o jefe) que crea para contrarrestar al enemigo, es único, y también varía la velocidad de movimiento de cada uno.
En este sentido, Load Ran, la protagonista principal de esta historia, es el personaje más nivelado, mientras que Arthur Schmitt es el más rápido y a la vez el que cuenta con un disparo más débil, y el trío inclasificable de Nanja Monja (uno de mis favoritos) cuenta con uno de los disparos más potentes.
Twinkle Star Sprites, el destroza-amistades
Pese a que 'Twinkle Star Sprites' se creó para jugar también en solitario, tanto por su origen de recreativas y el acoger dos modos para ello, que son el clásico modo historia, aquí Story Mode, que sigue los pasos de Load Ran hasta que se convierte en Sprites por medio del poder del Twinkle Star (de ahí el nombre del juego) tras batirse en cobre con Queen Memory, la jefa de turno, y el Character Mode, que vendría a ser un modo Arcade al uso, pudiendo escoger a cualquier personaje, donde sobresale por encima del resto (y tampoco es que tenga casi competencia) es en el versus de toda la vida y contra un rival humano.
O lo que aquí se conoce como Competitive Mode. Porque ya sabemos que contra una IA no es lo mismo y es fácil aprender sus patrones, con algunos enemigos que son algo kamikazes adrede u otros que son muy defensivos para sacar todo su potencial al final. Esto contra un rival humano no es lo mismo, porque siempre va a variar sus ataques y tampoco va a haber dos partidas iguales.
Recuerdo tardes enteras de vicio con un colega, de cuando no nos teníamos que preocupar por el trabajo y los estudios nos daban más margen para disfrutar de este entretenimiento, y en donde no faltaron las risas o los gritos de la emoción al revertir un combate que estaba prácticamente ganado. Esto es 'Twinkle Star Sprites' en estado puro, sobre todo si contamos con un rival humano a la altura, como fue mi caso.
Y es que otra peculiaridad de este atípico shoot'em up la tenemos en que los enemigos normales no nos pueden matar. Nos pueden aturdir y quitar un punto de vida hasta dejarnos con lo mínimo posible, pero será el rival de la otra pantalla el que rematará la faena, con ataques que quitan más de la mitad de la vida (que son cinco corazones). Lo llamativo, y aquí viene la gracia, es que el rival puede recuperar la mitad de nuestro daño sufrido, y viceversa. De ahí que también se pueda revertir cualquier situación que parece casi imposible. Y pese a que de media las partidas no suelan durar más de un minuto, las más épicas son un toma y daca constante.
¿Ha aguantado bien el paso del tiempo?
Esta pregunta es más fácil que en otros retroanálisis que hemos hecho. Un sí rotundo. Conserva intacto su atractivo y sigue siendo de lo más competente a nivel jugable. Además, se podría decir que no tiene competencia, excepto por su secuela, que se quedó en Japón y para PS2 (y de todos modos, no superó a la obra original). Y hasta sus gráficos y melodías nos siguen pareciendo adorables. En definitiva, que ya estáis tardando en echar unos piques a este clásico.
A favor
- Propuesta original y única
- Ideal para los amantes de los shmup y de los versus
- Piques antológicos
- Gran variedad de personajes
En contra
- Por pedir, que SNK Playmore lo rescate en la actualidad
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