Tiroteos desesperados en pasillos estrechos y oscuros. Abrirte paso, entre escombros y ruinas, con la incertidumbre de no saber si hay algo que te acecha desde las sombras, pero con la certeza de que todo el mal conocido es todavía peor que aquello que te resta por conocer. El apocalípsis nuclear de Dmitry Glukhovsky es así. Comenzó en el papel y lo vivimos en primera persona a través de los videojuegos. Y, sin embargo, su crudeza jamás se había manifestado y hecho tangible como en Metro Awakening VR. Una legítima precuela de la franquicia y, a la vez, un nuevo paso de gigante a la hora de sumergirnos en ese universo.
Metro Awakening VR no solo sorprende por el modo en el que sabe aprovechar ese extra de inmersión que le da el formato de la realidad virtual, sino por distanciarse, a través de buenas ideas, de los límites impuestos a la hora de jugar a cualquier juego de la saga jugado con un mando o ratón. Esto va más allá. A veces por el modo en el que te acaba envolviéndonos y logra darle matices a cada acción, a cada reacción y a la propia narrativa. Otras, por ponerte en un submundo que casi, casi se palpa. Logrando que cada maldito paso dado en esos traicioneros túneles y pasillos subterráneos no se sienta tanto como un videojuego, sino como una pesadilla. En el buen sentido, claro.
El resultado, ya te adelanto, es una experiencia absolutamente imprescindible para los fans de Metro y una de las mayores sorpresas de este nuevo -pequeño- impulso que está teniendo la realidad virtual como formato. Logrando que esas aproximadas 10 horas que te ofrece la retorcida historia de Metro Awakening VR, las cuales no son pocas ya que al final las vives en tus propias carnes, te acaben dejando más que un calado: las genuina ilusión por ver más juegos así.
Y eso que, si te soy sincero, me he llevado más sobresaltos de los que esperaba. Me explico: una de las incógnitas de esta entrega creada únicamente para la Realidad Virtual era averiguar ver hasta qué punto Vertigo Games lograban ponerse a la altura de una 4A Games intachable a la hora de retratar la obra de Glukhovsky. Tomando las lecciones aprendidas en sus juegos anteriores, pero siendo absolutamente fieles a lo que se le pide y se le exige a un juego de la saga Metro.
Entonces, ¿Metro Awakening VR es un shooter a lo Arizona Sunshine ambientado en Metro 2033? Algo de eso hay, que conste. Sin embargo, la mejor manera de definir el conjunto es como un viaje emocional en el que, dadas las circunstancias, tendremos que emplear armas y vigilar la munición que nos queda. Lo logrado, sin embargo, no busca medirse con Metro Exodus en cuanto a ambición, sino enriquecer su universo, arrojar nueva luz a partes específicas del mismo y, en el proceso, darle al jugador la inmersión definitiva en este mundo posnuclear.
Entonces, ¿se ha logrado un salto de calidad para la franquicia de los videojuegos o estamos ante una experiencia más ligera? En cierto modo, y como verás, Metro Awakening VR es las dos cosas a la vez. Sus doce capítulos son un verdadero viaje en el que todas las temáticas habituales de Metro están presentes, pero en lugar de reposar el peso de la iniciativa en la acción, que la tiene, Vertigo Games se decanta por empaparnos por la atmósfera. Por ofrecer algo más apegado a la supervivencia en su conjunto. Y eso, como verás, acaba jugando completamente a su favor. Lo cual no evitará que pases malos ratos, claro.
Índice de Contenidos (6)
- Metro Awakening VR, los túneles de Rusia jamás me habían dado tanto miedo
- Una lección de cómo enriquecer una gran saga a través de la Realidad Virtual
- La gran diferencia está en los pequeños detalles... ¡y en una enorme mochila!
- La opinión de VidaExtra
- Precio de Metro Awakening VR
- Duración de Metro Awakening VR
Metro Awakening VR, los túneles de Rusia jamás me habían dado tanto miedo
Cuando el apocalipsis nuclear llegó a Moscú no hubo lugar el que estar completamente seguro. Sin embargo, en la profundidad de los túneles de su sistema de metro todavía era posible aferrarse a la vida y estar aislado de la radiación exterior. ¿Un refugio para construir una nueva civilización o una ratonera que solo demora lo inevitable?
Los mutantes, la desolación y la cada vez mayor precariedad poco a poco modo van erosionando la voluntad de los supervivientes, y pese a que la esperanza de ver y vivir en un mundo mejor ya no existe entre ellos, todavía hay quienes se niegan a rendirse. Gente que elige seguir adelante, como el médico Serdar. Nuestro protagonista y también aquel que, con una pistola en una mano y la mochila a la espalda, emprende su propio viaje emocional hacia su destino en Metro Awakening VR.
Es el año 2028 y Serdar es un valioso activo para su comunidad de supervivientes, aunque también arrastra sus propios infortunios en esta nueva vida: más allá de tener que estar atento a los posibles ataques y peligros de los túneles, hace no demasiado perdió a su hijo y su mujer no ha vuelto a ser la misma desde entonces. Y que necesite cuidados especiales implica tener que adentrarse en los túneles y pasillos casi a oscuras en busca de medicinas.
Metro Awakening VR nos llega casi veinte años después de publicarse las novelas y ofrece mucho más que simple inmersión virtual en el universo de los libros y los videojuegos: poco a poco, y sin entrar en detalles, Vertigo Games se sirve de esta precuela para arrojar nueva luz sobre algún que otro cabo suelto de la franquicia. Y lo mejor es que como jugadores vivimos el proceso completo a través de una espiral de emociones.
De hecho, uno de los aspectos más acertados de Metro Awakening VR es su modo de entender a los tres perfiles de jugador a los que se quiere llegar y darles aquello que buscan:
- Quienes simplemente vienen atraídos por la saga Metro y no han experimentado la realidad virtual se verán completamente envueltos en el viaje de Serdar y cómo poco a poco se tienden lazos con las novelas y los juegos.
- Por otro lado, aquellos que buscaban un juego VR que fuese "más que una experiencia contemplativa" se toparán con escenarios e ideas muy bien planteadas en una ambientación que le hace ganar puntos enteros y demuestran el poderío narrativo de la Realidad Virtual.
Que no se me malinterprete: Metro Awakening VR no es un juego de supervivencia y mundo abierto y, pese a que ofrece acción y tiroteos, como en los otros juegos es mucho más que un shooter que se apoya sobre una licencia de éxito. Vertigo Games aprovecha de maravilla la tecnología de PlayStation VR2 para no solo crear una buena ambientación, sino también las genuinas sensaciones de un juego de drama y supervivencia. Una sorpresa que se aleja de las sensaciones más desenfadadas y gamberras de Arizona Sunshine.
Una lección de cómo enriquecer una gran saga a través de la Realidad Virtual
De hecho, uno de los mayores aciertos de Metro Awakening VR es cómo, usando la narrativa como hilo conductor, sabe cuándo y cómo desatar todo el abanico de emociones. Desde la curiosidad de perderse por los refugios, a la incertidumbre al registrar cada cajón en busca de munición o un recambio para nuestra mascarilla, pasando por el alivio de acabar con un mutante o la genuina desesperación ante acontecimientos que, de un modo u otro, cincelarán a nuestro protagonista a base de erosiones y golpes duros .
Puede que Metro Awakening VR sea la primera incursión en la franquicia de Vertigo Games, pero su autoridad a la hora de plantear juegos de realidad virtual es omnipresente: puedes jugar sentado, de pie o moviéndote de manera abierta (salvo por las limitaciones del cable de PS VR2 en el caso de PlayStation) con una fluidez sensacional. Y pese a que se da la opción de desplazarte a través de teletransportes o "saltitos" a lo largo de los túneles, habitaciones y pasillos, puedes desenvolverte de manera sencilla e intuitiva con los mandos y los sticks.
Sería injusto decir que Metro Awakening VR es una saga de terror o de acción. Algo de eso hay, que conste, pero la sensación que se transmite de manera constante es de aventura y supervivencia y eso, como es lógico, implica que la ambientación pasa a ser uno de los grandes pilares de la propuesta. Vertigo Games no solo logra ese objetivo, sino que hace que desenvolvernos por los entornos sea creíble e inmersivo. Dándole la misma importancia a lo que llevamos en la mochila como a nuestro arsenal.
Además de los controles tradicionales para zurdos y diestros en los que tendremos un reloj que nos indicará la hora, hay pequeñas grandes genialidades repartidas: si hacemos click con el gatillo solo un poquito por encima de nuestros ojos encenderemos una la lucecita de nuestra linterna y la inmersión en las zonas oscuras es total.
Por otro lado, en lugar de recordarnos lo que tenemos que hacer con una brújula y un textito con letras chillonas veremos como nuestros objetivos y el contenido de nuestro inventario está convenientemente escrito en un block a la vista al sacar nuestra mochila y, en el proceso, podemos acceder cómodamente lo que necesitemos. Ya bien sea un generador por polea para activar mecanismos como mascarillas de gas o el típico mechero para quemar telarañas. Y otras cosas.
Es más, nuestra mochila incluso tiene una pequeña brujulita que pasará fácilmente desapercibido pero, pese a tratarse de niveles más o menos lineales y no de un entorno abierto, ayudará a que más de un despistado se oriente. Cosa que difícilmente pasará, que coste. Y es que son las cosas así las que acaban sumando puntos.
La gran diferencia está en los pequeños detalles... ¡y en una enorme mochila!
Hay detalles y grandes detalles repartidos por el juego, que conste. El gunplay está tan bien planteado como en Arizona Sunshine, de modo que apuntar o recargar es básicamente igual. Sueltas el cargador vacío, insertas el nuevo desde el cinto y tiras para atrás. Y ojo, que tiene tantos guiños y elementos interactivos interesantes: el empleo de manivelas no se siente como el típico minijuego, sino como una herramienta de nuestro protagonista, y lo mismo se aplica a la mayoría de elementos interactivos de cada capítulo o los objetos que llevamos puestos o en la mochila.
Eso no quiere decir que tengas que pararte a rebuscar las granadas, faltaría más. Si quieres lanzar un explosivo simplemente tienes que "rascarte" la parte izquierda de la espalda usando la mano izquierda. Como en tantos juegos virtuales. Solo aquí aquí incluso la gestión del inventario es otra gran genialidad. Es cómodo, es sencillo e intuitivo y, además, contribuye enormemente a la inmersión de la narrativa y la experiencia.
¿Qué quiere decir eso? Si te llevas la mano derecha a la espalda izquierda sacarás la mochila, y pese a que explicado parece lioso al final resulta muy intuitivo todo y Vertigo Games sabe cómo lograr que todo te quede muy claro a la primera y con una única explicación. Algo que se logra sin indicadores, aunque con signos inequívocos, como ver cómo se empaña nuestra máscara anti-radiación. Ante eso, toca quitarse el sombrero.
Vaya por delante que esto de los detalles no solo se reduce a lo que llevamos en la mochila, al girar las válvulas o las manivelas, al arrastrar las puertas o -por supuesto- las armas: como en otros juegos de VR si te topas con un piano puedes tocar cada tecla de manera independiente y hacer una melodía (aunque solo puedas usar dos dedos) y hasta puedes tomar una guitarra y carraspearla. Hay más objetos, mecanismos y elementos así, pero quizás te gustará más descubrirlos por ti mismo.
Como ya comentamos, la experiencia de Metro Awakening VR toma muchas de las lecciones aprendidas en Arizona Sunshine y habilita que podamos acomodarla sobre la marcha desde las opciones. Desde cambiar la mano dominante a la vibración, incluyendo la del casco de PlayStation VR2 cuando hay derrumbes. Con todo, es una lástima que en esta gran apuesta por la inmersión toque conformarse con subtítulos: pese a que todos los textos se leen en español, las voces -con acentazo ruso- están en inglés.
¿Un juego absolutamente redondo? Ante esto hay dos varas de medir: como juego de Realidad Virtual es compra obligada, te guste o no la saga Metro. Y si ya te gustaba la obra de Dmitry Glukhovsky todavía más. Sin embargo, si lo medimos con los videojuegos no virtuales hay un punto flaco: además de los extras nos habría gustado que esta valiente aportación a la saga ofreciese modos alternativos, como una experiencia multijugador.
No tiene que ser un multijugador competitivo, que conste, sino de manera cooperativa como vimos en el bastante mencionado Arizona Sunshine y tantos juegos apocalípticos de VR. Incluso aunque sea en una o dos misiones separadas de la trama.
La opinión de VidaExtra
Metro Awakening VR no es ni la cuarta entrega de la saga ni lo pretende. Es una precuela cuya pretensión, lejos de estar definida y acotada por el formato de la realidad virtual, es emplear la tecnología de Sony, Meta o Steam VR para empaparte del universo creado por Dmitry Glukhovsky como ningún otro medio lo ha logrado hasta la fecha. Incluyendo los videojuegos tradicionales que se juegan a través del mando y el ratón. Una inmersión intachable a través de un gunplay soberbio que delata a los creadores de Arizona Sunshine, una gestión de recursos brillante y un profundo respeto por los hitos de las anteriores entregas de Metro.
En el proceso, Vertigo Games logra implicar al jugador de un modo personal y lo arrastra a un viaje emocional que, quizás, empieza a tropezar un poquito en sus compases finales hasta empezar a desatar revelaciones que no vamos a tratar aquí. Sin embargo, es inevitable que empleemos una doble vara de medir: se trata de un excepcional juego de Realidad Virtual, pero está claro que lo logrado en su conjunto carece de la contundencia de las otras tres entregas lanzadas en consolas y PCs. Algo que, de hecho, compensa con creces con una ambientación y una manera de sumergirnos en este universo que acaba siendo absolutamente inalcanzable.
En cualquier caso, Metro Awakening VR es esa clase de juego que definen las diferencias entre jugar en Realidad Virtual frente a asomarte a los mundos de los videjuegos asomando desde detrás de una pantalla, por mucha resolución que ésta tenga. La manera en la que te enfrentas a un bicho que te salta, rebuscas entre escombros o activas un interruptor marcan el auténtico camino a seguir para los juegos de aventura y supervivencia en VR. Y no lo vamos a negar, juegos así de bien planteados tienen que llegar en mayores cantidades y de manera más seguida. No por su jugabilidad o la tecnología, que también, sino por lo bien que le sienta la realidad virtual al claustrofóbico y sombrío universo de Metro.
Precio de Metro Awakening VR
El precio de Metro Awakening VR es de 39,99 euros en PlayStation VR2, Meta Quest 3 y Steam. Con todo, si reservas antes del lanzamiento recibirás elementos decorativos para tu equipo como un diseño de mochila especial de Field Medic Bag, así como un amuleto y un parche para la misma y, además, unos guantes de Healing Hands.
Junto con la edición normal tenemos la edición Digital Deluxe de Metro Awakening VR valorada en diez euros más (49,99 euros) que ofrece acceso anticipado de 48 horas al juego únicamente en PS VR2 y Steam VR, y otros conjuntos decorativos para nuestro viaje junto con el extra de poder acceder a la galería de Arte Conceptual en VR.
Duración de Metro Awakening VR
Puedes completar Metro Awakening VR en aproximadamente diez horas. Quizás menos. Hay tres niveles de dificultad nada más empezar que puedes cambiar desde las opciones, con lo que eso tiene un impacto directo en la duración. Sin embargo dado lo mucho que te agotará jugar de pié o lo genuinamente cansado que estarás al llegar a ciertos tramos, tocará descansar y tardarás más de dos tardes en llegar al final.
Metro Awakening VR
Plataformas | PlayStation VR2 (versión analizada), Meta Quest y Steam VR |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Vertigo Games |
Compañía | Vertigo Games |
Lanzamiento | 7 de noviembre de 2024 |
Lo mejor
- Un prologo y a la vez precuela que la saga de juegos y novelas perfecto para los fans
- Su ambientación es alucinante y el provecho que le dan a la Realidad Virtual a nivel de jugabilidad son enormes
- Una de las mejores experiencias VR de los dispositivos de actual generación
Lo peor
- Nos hubiera gustado alguna opción de cooperativo o modos adicionales
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