Todos conocemos a alguien que alguna vez ha pensado que las compañías publican muchas remasterizaciones o remakes, aunque personalmente soy de los que no lo termina de ver como algo necesariamente negativo, ya que no todo el mundo ha podido disfrutar de los mismo videojuegos con los que hemos crecido o quizás en su momento fueron títulos a los que no nos animamos a darles oportunidades y a día resulta algo imposible por no tener acceso a esas plataformas.
Pues bien, este mismo caso es el del mítico Tactics Ogre que fue publicado originalmente en 1995 y más adelante volvió a la vida con un remake para PSP que salió a la venta hace algo más de una década. No contenta con ello, Square Enix ha querido desarrollar por tercera vez el mismo juego con una remasterización que no se dedica a mejorar el apartado gráfico, porque también nos deja con un buen puñado de sorpresas.
No importa si sois unos veteranos en la saga o sois de los que pensáis en adentraros en ella por primera vez, como he de decir que ha sido mi caso tras jugarlo a fondo. Tactics Ogre: Reborn se trata de un título que puede disfrutar cualquiera que se anime a descubrir por qué este fue y sigue siendo uno de los grandes reyes del rol estratégico después de más de 25 años.
Alianzas, traiciones y una trama que no para de sorprender
Lo primero que debéis de saber es que ya podéis ir reservando gran parte de vuestro tiempo si queréis jugar a esta entrega de la serie, porque perfectamente os puede llevar 40-50 horas el completarlo. Si bien la mayor parte del tiempo lo pasaréis librando batalla tras batalla, modificando vuestro ejército y planeando las mejores estrategias, eso no quita que habrá multitud de secuencias con conversaciones entre los distintos personajes.
La trama comienza de una forma muy simple con la historia de venganza de nuestro tío de jóvenes protagonistas, pero no tardarán en tener lugar ciertos sucesos que harán que todo el argumento se vuelva tremendamente más enrevesado. Esto nos llevará a viajar por un mundo de fantasía medieval en la que no serán especialmente pocos los giros argumentales que nos tocará presenciar.
Así entrarán en juego temas políticos, alianzas entre reinos, traiciones imperdonables y toda clase de situaciones que se puedan esperar en un juego de estas características. Es más, debido a los giros de guion nos tocará vivir momentos en los que tocará tomar decisiones muy clave que influyen en los personajes que vivirán y morirán, así como en los aliados que se unirán a nuestra causa y los que harán exactamente todo lo contrario.
Por lo tanto, esto implica que la trama se bifurcará en varios caminos, así que no es totalmente lineal para todo el mundo y cabe la posibilidad de que la historia que vosotros descubráis no sea exactamente que la de alguno de vuestros amigos. Todo ello se verá reflejado en un amplio resumen que mostrará constantemente todo los sucesos que se han ido produciendo, para así dejar claro dónde han tenido lugar esas bifurcaciones o incluso para repasar el propio argumento por si se nos ha pasado algún detalle.
Además, es de agradecer que todo esto haya llegado traducido al castellano de forma brillante, con unas voces en inglés y japonés que también les sientan perfectamente. Eso sí, si ya habéis jugado a las versiones anteriores, no esperéis novedades en la parte de la trama porque en este sentido sigue siendo la misma que ya se vio en su momento en la consola de 16 bits de Nintendo y en la portátil de Sony.
Unas batallas fáciles de aprender, pero difíciles de dominar
Entrando ya en faena con todo lo que tiene que ver directamente con la jugabilidad, que es precisamente uno de los puntos fuertes del juego y al que sinceramente le dedicaremos más tiempo que nada, nos encontramos con unas batallas que se librarán por turnos y las que irán actuando de uno en uno todos los personajes, aliados y enemigos, en base a la velocidad de cada uno, lo que implica que los turnos se irán alternando entre los nuestros y los de la inteligencia artificial.
Estos combates transcurren en unos escenarios divididos en cuadrículas y a su vez en distintas alturas, algo que también influirá a la hora de atacar o recibir impactos. A la hora de pasar a la acción nos podremos desplazar un número limitado de casillas y elegir qué acciones queremos llevar a cabo, pudiendo ejecutar una habilidad normal y otra especial. En el caso de las primeras se trata de ataques o el uso de magias, mientras que las segundas están más enfocadas en fortalecer a nuestras unidades o perjudicar a las contrarias.
Durante los primeros compases de la aventura parece que todo es muy sencillo, fácil de aprender y que no nos costará nada dominar la situación para hacernos con la victoria. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, porque la dificultad no es ninguna tontería y requerirá que pensemos con detenimiento todo lo que hagamos para no dar un paso en falso o realizar una acción equivocada que podamos pagarla muy cara posteriormente.
Así pues, antes de que comience la batalla nos tocará determinar cuál será la formación de personajes que queremos establecer, sus piezas de equipo, las habilidades y magias que llevarán equipadas y otros detalles. Puede que a veces resulte un tanto tedioso tener que fijarse en tantos aspectos, pero es que podéis estar seguros de que la estrategia es fundamental y que no os bastará con llevar a cualquier personaje con cualquier configuración, porque de lo contrario lo más probable que suceda es que sufráis de lo lindo.
La inteligencia artificial sabe perfectamente cómo actuar y en verdad no es que el juego en sí sea un desafío muy elevado o que la curva de dificultad sea muy exagerada, sino que son los pequeños detalles los que pueden llegar a determinar hacia qué lado se inclinará la balanza del bando vencedor. Asimismo, con respecto a los propios enemigos, no se andarán con chiquitas y no dudarán en ningún momento en hacernos morder el polvo si les servimos la oportunidad en bandeja, así que no hay que parar de prestar atención a sus movimientos.
A pesar de todo, hay que reconocer que los combates me han parecido muy divertidos, pese a que en ocasiones me ha tocado repetir alguno incluso más de una vez, con unas duraciones de 20 o 30 minutos sin exagerar. Por otro lado, no todo es bueno, porque las cámaras y los puntos de vista a veces resultan un tanto confusos, sobre todo cuando hay demasiados personajes juntos , ya que no queda muy claro por dónde se puede mover cada uno o los caminos disponibles.
A su vez, el terreno juega un papel esencial en todo este asunto. Más que nada porque influye en el tipo de suelo por el que se desplazarán los personajes, a lo que también afectarán los efectos climáticos o el tipo de terreno y hasta habrá objetos enterrados. Junto a esto en medio de las batallas se producirán conversaciones entre personajes que variarán dependiendo de nuestras acciones, pudiendo reclutar ciertas unidades empleando unas habilidades determinadas.
Las novedades que justifican su regreso por tercera vez
Como he señalado previamente Square Enix no se ha limitado a mejorar el apartado gráfico de Tactics Ogre: Reborn, porque se había propuesto introducir nuevos elementos, rediseñar ciertos aspectos de las batallas, conseguir una jugabilidad más modernizada y en resumidas cuentas lograr una experiencia más satisfactoria que hace a que a nivel general el juego se sienta más fresco.
Para empezar, antiguamente los personajes requerían alcanzar un nivel en concreto para equipar las armas, piezas de equipo y el resto de artículos. No obstante, ahora se puede utilizar todo una vez se obtenga, pero el requisito de la clase seguirá estando presente para que así un guerrero no se pueda vestir con una túnica o estos últimos con una armadura, por poner un ejemplo.
En cuanto a las habilidades, a medida que vayan subiendo de nivel irán aprendiendo algunas nuevas, al igual que potenciarán las ya existentes cuanto más uso se les vaya dando. Dentro de todo esto nos encontramos con algunas totalmente nuevas, como por ejemplo la Pinza, para que dos personajes ataquen a la vez si están situados entre medias de un enemigo, aunque también estarán una especie de finishers que ahora se han simplificado más todavía porque únicamente consumirán puntos de magia.
El campo de batalla tampoco se ha quedado sin su ración de novedades, porque ahora se podrá examinar el terreno y a los enemigos que hay antes de pasar a la acción, para así planear una mejor estrategia. Y no os preocupéis si falláis con una acción o no os convence el resultado, porque ahora se podrá retroceder una cierta cantidad de turnos por si se da alguna situación desastrosa con la que desearíamos volver atrás en el tiempo, pero esto solo se puede emplear en una serie de turnos, claro está.
También hay que advertir de que la inteligencia artificial de los adversarios se ha potenciado más todavía y leerá mejor que nunca nuestros movimientos para actuar en consecuencia. La lástima es que las unidades aliadas que no controlamos nosotros no son igual de inteligentes y a veces han cometido errores inexplicables al ponerse en peligro por su propia cuenta que han acabado pagando muy caro y yo mismo en consecuencia por perder a personajes de mi equipo.
Por si no fuera suficiente, hay otro buen puñado de funciones que se han implementado, como por ejemplo el poder ver dónde irá la trayectoria de los disparos, revivir a las unidades incapacitadas, bonificaciones adicionales en cada batalla, cartas que aparecerán en escena para otorgar potenciadores y hasta se podrán librar enfrentamientos de entrenamiento para subir de nivel. Eso sí, para que no nos dediquemos a farmear experiencia se ha establecido un límite por capítulo para que así nunca estemos muy por encima del ejército enemigo.
Y la banda sonora no se ha quedado atrás, porque el compositor Hitoshi Sakimoto nos ha dejado con una colección de melodías que han vuelto a ser grabadas para que se escuchen de fábula y no nos importe escucharlas una y otra vez, porque todas ellas acompañan perfectamente a los combates, las conversaciones, los viajes por el mapa, etc.
La opinión de VidaExtra
En la década de los 90 ya mereció la pena jugar al Tactics Ogre original, volvió a ser una experiencia espléndida con su paso por la portátil de Sony y una vez más estamos frente a un juego que no puede faltar en la colección de aquellos aficionados a los títulos de rol estratégico, porque para algo este está considerado como uno de los mejores.
Más todavía con esta versión que ha aprendido de lo ya visto en el pasado para modernizar unos cuantos aspectos, ofrecernos unos gráficos y animaciones mejoradas, una magnífica banda sonora y una jugabilidad que fácilmente os enganchará a los mandos desde el primer minuto, a pesar de lo exigente que se pueda volver con sus planificaciones estratégicas. De hecho, esto también puede suponer un punto en su contra para aquellos que no sean tan pacientes.
Por eso mismo es importante tener claro el producto que se compra si sois de los que vais a ir de cabeza a por Tactics Ogre: Reborn, dejando claro que, a pesar de que es la tercera versión de Tactics Ogre, sigue contando con algunos fallitos o inconvenientes, pero por suerte no lo suficiente llamativos como para llegar a estropear una experiencia a la que merece la pena darle una oportunidad para descubrir un pedacito de historia de este género, seáis veteranos en él o no.
Koch Media Tactics Ogre Reborn PS5 IT/ESP
Tactics Ogre: Reborn
Plataformas | PC, PS4, PS5 (versión analizada) y Nintendo Switch |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Square Enix |
Compañía | Square Enix |
Lanzamiento | 11 de noviembre de 2022 |
Lo mejor
- Las numerosas novedades en la jugabilidad.
- Sus desafiantes y entretenidas batallas.
- Se nota una clara mejora en el apartado gráfico y sonoro.
Lo peor
- La cámara sigue resultado un poco molesta.
- La excesiva planificación puede echar atrás a más de uno.
- A nivel argumental no hay ninguna novedad.
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