Hace unos días descubrí que HAMSTER Corporation descatalogó varios clásicos de la colección ACA NEOGEO, como por ejemplo la secuela de Super Sidekicks y su última entrega de 1995 sin contar sus sucesores espirituales. Y claro, me entró cierto nerviosismo pensando que le pudiese suceder lo mismo al primero de 1992.
Porque llevo con la idea de hacerme con la colección completa de esos clásicos de SNK poco a poco al ser mucho más económico que comprarme una Neo Geo de verdad junto con sus cartuchos, que fue uno de mis sueños de adolescente. Y como empecé 2022 con la maravillosa Ted Lasso en cuanto a series, me entró morriña por rememorar este arcade mítico para los amantes del fútbol directo.
Super Sidekicks, el deporte rey según SNK en 1992
En aquella época no me perdía ningún representante. Daba igual Kick-Off como Sensible Soccer, igual que el primer FIFA o los inicios del International Super Star Soccer de Konami. Y si hablamos de recreativas, tanto Super Sidekicks como Virtua Soccer fueron habituales de los salones recreativos de mi querida ciudad.
Siempre tuve un buen recuerdo del clásico de SNK, aparte que nunca llegué a rejugarlo en emuladores de aquellas. Por eso tenía la oportunidad de oro con ACA NEOGEO, que sin ser una colección muy cuidada (se echa en falta bastante mimo en relación a la historia de SNK) me servía como excusa perfecta para recodarlo aprovechando que en 2022 se celebra su 30 aniversario. Además, así podía resarcirme y jugarlo con calma sin soltar cinco duros a diestro y siniestro. Porque en esa época me parecía complicado pillarle el punto a la forma de marcar goles.
En 30 años no se me había borrado la imagen del portero rechazando balones casi desde cualquier posición. Algún truco tenía que haber... Y no a base de forzar el rechace para rematar acto seguido en plancha o de volea. Me costó, tampoco os voy a engañar. No fue hasta ver el vídeo de Néstor, del canal Con 5 Duros, con la ayuda de los consejos del experto Carlos Dacosta, cuando recordé parte de esos trucos que había olvidado de aquella etapa a base de ver otros maestros in situ.
Todo juego de fútbol tiene sus trucos y Super Sidekicks no era la excepción, vaya. La máquina era muy rastrera en partidos avanzados, saltándose toda lógica en cuanto al nivel de cada equipo o la maestría de los jugadores destacados. Pero si comprendías los mecanismos del juego podías golear con relativa facilidad. Por ejemplo, para aumentar la probabilidad de marcar tras un rechace había que tener pulsado el botón de disparo, porque así nos anticipábamos a la defensa rival.
No era un videojuego que ofreciese un fútbol vistoso, en el sentido de que no se podían hacer jugadas elaboradas ni controlar los regales, reduciendo a su vez el tipo de disparos efectivos desde la frontal, con pocos que entraban a la primera, salvo los que se producían de centro por las bandas al clásico estilo inglés...
Viéndolo en perspectiva en la actualidad, se echaba en falta un minimapa para saber dónde estaba cada futbolista, especialmente por culpa de esa cámara que nos dejaba ver una pequeñísima parte del campo. Había que guiarse por la flecha que nos indicaba la dirección del futbolista más cercano de cara a un pase potencial, o ya al borde del área con el aviso de SHOOT para indicarnos que se habilitaba el disparo a portería. No, no se podía disparar desde medio campo.
Sentó unas bases que se fueron modificando luego
Hoy resulta impensable que un juego de fútbol tenga tan solo dos botones para realizar todas las maniobras, pero hubo otros en aquella época que dispusieron de uno solo, como el citado clásico de Sensible Software. En Super Sidekicks un botón hacía de disparo o pase largo, según la posición en el campo; y ya el segundo botón para pase o centro. Mientras que esos mismos botones hacían las veces de segada o empujón, respectivamente, sin balón, cuando tocaba defender.
Era curioso, porque técnicamente no había faltas... salvo con ciertos empujones. Ahí sí se pitaba. Aunque más curioso era descubrir otro de los trucos, donde resultaba casi más efectivo no usar la segada para robar, sino simplemente "atravesar" al futbolista rival para llevarse el balón limpiamente. Ahora bien, en situaciones límite la segada era un seguro de vida, especialmente contra jugadores expertos o cuando la máquina te quería arruinar tu partido soñado.
Super Sidekicks era un toma y daca constante, con un juego tan directo que difícilmente se puede ver en la actualidad. Parte de esa culpa la tiene lo expuesto en unos párrafos más atrás al haber pocos movimientos y disparos que fuesen efectivos, aunque lo cierto es que se podía colar un truco a mayores desde la esquina superior externa del área: un centro-chut ante el que el portero, en ocasiones, se quedaba quieto y sin mover los brazos, mientras cantábamos gol.
Por otro lado, SNK implementó con esta saga la figura del Ace (Experto, en su versión traducida al español), que no era otra cosa que un jugador que destacaba por encima del resto de sus compañeros de equipo. Cada selección contaba con uno, pero su posición variaba. Y para colmo no podíamos modificar la formación.
En vista del éxito del primer Super Sidekicks, SNK tardó menos de dos años en lanzar su secuela a primeros de 1994. Y ahí llegaron los cambios, para bien o para mal. Sin ir más lejos, se introdujo un tercer botón que servía para dar unos toquecitos al balón mientra aumentábamos la velocidad, mientras que en defensa servía para cambiar de jugador, por fin. Además, se mejoraron las animaciones.
Esto abrió un nuevo abanico de posibilidades, como el truco de los toques de cabeza hasta llegar al área... Y si bien entre la crítica especializada gozó de mejores notas que el primero, entre el público sigue gustando más el clásico de 1992 por ofrecer una experiencia más pura y sin que la IA fuese tan rastrera.
Por desgracia, la llama se fue apagando por la irrupción de EA Sports y Konami con sus archiconocidas apuestas futboleras, viendo cómo el Super Sidekicks 3 de 1995 era poco menos que una actualización de la secuela. Curiosamente esa tercera entrega contaría con un remake en 1998 bajo el nombre de Neo Geo Cup '98: The Road to the Victory, experimentando su transición en el menos popular The Ultimate 11: SNK Football Championship. Un destino cruel, olvidando sus raíces (tanto en nombre como en fórmula) para una saga que aún se sigue recordando con cariño de su etapa en los salones recreativos de toda España.
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