Hace unos días tuve el enorme placer de pisar la Arena de Webedia para disfrutar de un encuentro frente a Raquel, compañera de 3DJuegos, en un combate al mejor de tres. Con una genialidad destinada a hacer de aquél encuentro un combate lo más equilibrado posible, debíamos crear nuestro mazo de Magic: The Gathering a base de abrir sobres.
Podías tener suerte y que te tocasen cartas tochísimas, o simplemente tener que lidiar con lo que había en su interior de la mejor forma posible, pero en cualquier caso me pareció la forma más justa y neutral de realizar un enfrentamiento. Todo se reducía a una pelea en la que primaba el conocimiento, la habilidad y, por supuesto, la suerte.
Si bien el concepto me pareció la mejor forma de quitarse de encima los fantasmas del dinero y lo mucho o poco que importa tener las mejores cartas de Magic para ganar una partida -al fin y al cabo esto es un combate limpio con lo que te toque-, en la vuelta a casa lo único en lo que podía pensar era hasta qué punto podía cuantificar la importancia de cada uno de esos factores en una competición y qué podía aportar el dilema a mis Crónicas Magic.
Conocimiento, habilidad y suerte
¿Puede competir la suerte frente a la habilidad en Magic? ¿Tener el mejor mazo posible te convierte en el mejor jugador? ¿Qué importancia tiene realmente el conocimiento, la habilidad, la suerte y el dinero a la hora de jugar?
Tras dos partidas a mi favor -GO, VIDAEXTRA-, Raquel y yo realizamos un último encuentro en el que, mientras yo seguía jugando con mi mazo ganador, ella haría lo propio con un supermazo creado a base de algunas de las mejores cartas del set de Aventuras en Forgotten Realms.
Tal y como se puede ver en el vídeo, en esa tercera partida lo paso realmente mal y, aunque en todo momento mantengo la esperanza de robar una carta capaz de darle la vuelta a la situación, las posibilidades de ver a Raquel barriéndome de la partida eran altísimas. ¿Realmente un mazo puede darle la vuelta a una situación tan aparentemente clara?
En una de esas cabriolas del destino que tanto nos acompañan últimamente -en serio, empiezo a pensar que tengo una flor en el culo con este tema- llega a mis manos una excelente noticia. VidaExtra, por obra y gracia de mi puño y letra, será la encargada de revelar una carta exclusiva que no se ha visto nunca antes.
Podéis imaginar la ilusión que me hace algo así.
Conociendo Jumpstart
El principal culpable de esta revelación es el retorno del formato Jumpstart, un set de cartas en el que cada sobre está centrado en un único tema -gatos, piratas, caballeros, ángeles, muros...- para que puedas dar forma a un mazo lo más loco posible en cuestión de segundos.
Con 20 cartas temáticas por sobre, lo único que debes hacer es abrir dos sobres y juntar lo que te toque para, por ejemplo, crear un mazo de trasgos y perretes en menos de lo que tardas en enderezar todas tus tierras tras una partida con decenas de turnos.
La idea, además de parecerme cojonuda por aquello de equilibrar un combate entre dos jugadores -tú pillas dos sobres, yo otros dos, y que el conocimiento, la habilidad y la suerte decida-, también resultaba ser la forma perfecta de llevar a cabo mi experimento.
Iba a crear un mazo con todas las cartas del set exclusivo que debía presentar en sociedad, incluyendo una de las cartas nunca antes vistas nacidas de este formato, y ponerlo a prueba frente a una versión diezmada del mazo con el que estuve a punto de perder contra Raquel.
Una selección de las mejores cartas de trasgos que podrás encontrar en Jumpstart 2021 contra un mazo que ya demostró estar algo cojo en aquél tercer combate. Y de regalo, un último giro.
Yo jugaría con esas cartas pochas, sí, pero sería mi hijo, que acaba de empezar a jugar a Magic siguiendo mis pasos, el que se encargaría de llevar la demoledora colección de trasgos de Jumpstart 2021.
Jumpstart 2021: este es el nuevo set de trasgos y su carta exclusiva
- Cabecilla temerario (Reckless Ringleader)
- Pashalik Mons
- Teniente del lanzatrasgos
- Agrupar a los trasgos
- Experto en municiones
- Orden de Krenko
- Brujo verrugóculo
- Hostigar
- Alzar a los draugr
- Arremetida segura
- Secuestro de cabra
- Cenagal del cañón
- Jefe lomo de escarabajo
- Tierra ciclo
- Asaltacara
- Fragmentos óseos
- Entrar por la cara
- Choque
- Trago reptante
- Oráculo de habitasombras
- Arder de rabia
Pese a que la idea de Jumpstart es juntar lo que te toque en un sobre de trasgos con lo que haya en otro sobre - uno de, qué sé yo, ¡dinosaurios!-, para el experimento crearíamos un mazo de trasgos a partir de las míticas cartas que tenéis sobre estas líneas, incluido ese prometedor Cabecilla temerario que nace de este nuevo set.
La mera idea de llenar la mesa de trasgos 1/1 gracias a las habilidades de la mayoría de cartas, y luego jugar un Experto en municiones que con un mísero pantano y una escasa montaña pueda reventar el contador de vidas del oponente, es una de esas sinergias que parecen fáciles de ver y ejecutar. ¿Podría ponerle freno?
La realidad detrás de una partida de Magic
Tras jugar varias partidas en un divertido toma y daca en el que empiezo barriendo en los primeros combates y acabo contra las cuerdas en los últimos, la fórmula está cada vez más clara.
Ni todo es conocimiento, ni todo es habilidad, ni todo es suerte. En la mezcla de todos esos factores está la clave para triunfar en Magic y, si me apuras, siempre existe la posibilidad de que uno de esos pilares te mande a la lona.
¿Y el dinero? Pues a la vista está que ni siquiera un mazo con las mejores cartas puede hacer algo si no hay alguien detrás de él que sepa jugarlo. Y para borrar aún más ese fantasma, ahí están ejemplos como el de los combates Draft, la magnífica idea de iniciativas como Jumpstart, o mis primeros combates contra Raquel con un mazo creado al momento en base a la suerte entregada por los sobres.
Con las cartas más OP eliminadas de los torneos legales, lo que te encuentras en un tú a tú entre dos expertos es una mezcla de conocimiento del metajuego actual -las cartas y sinergias que más se utilizan y cómo contrarrestarlas-, la habilidad necesaria para poner ese conocimiento en práctica y saber qué hacer o no en cada momento, y la suerte que implica qué cartas robas y qué baraja tienes delante.
Durante estos últimos días no sólo he aprendido que un mazo por sí solo no gana partidas, también que hasta el mejor de los jugadores, con el mejor de los mazos en sus manos, puede dar un paso en falso que tire por tierra una victoria.
Y qué queréis que os diga. Saber que Magic no es una ciencia exacta, y que hay mil y una formas de jugar para fomentar el juego justo y equilibrado, me despierta aún más ganas de seguir jugando y más interés por sentarme en una mesa en la que medir mis conocimientos, mi habilidad y mi suerte. Ojalá pueda hacerlo pronto.
Esta es una iniciativa en colaboración con Wizards of the Coast.
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