Gracias a videojuegos como StarCraft o Warcraft III, y sus generadores de mapas personalizados, me volví muy fan del género de la defensa de torres (tower defense). Es por eso que siempre que me he encontrado con un título que ha apostado por una mecánica de este tipo ha captado al instante toda mi atención por comprobar qué tenía de especial, además de porque por lo general suelen ser propuestas muy desafiantes.
Recientemente tuve la oportunidad de probar una demo de Sons of Ra, un indie que está preparando el estudio Pharaoh Hound Games y que comenzó como un proyecto de clase de un grupo de estudiantes de la universidad de Drexel. Su intención era la de crear un sorprendente juego de estrategia en tiempo real y es en lo que han estado trabajando las cuatro personas detrás de todo esto.
Tras haber obtenido algunos premios en eventos como el E3 2019 y la PAX West 2019, vamos a contaros a continuación qué podéis llegar a esperar de Sons of Ra.
La lucha por hacerse con el poder y el control de las tierras del Nilo
En Sons of Ra nos adentraremos en Egipto en una época en la que el faraón había fallecido, de ahí que los gobernantes de la zona Alta y Baja del país decidieran tomar el control y hacerse con el dominio de las tierras del Nilo. Ambos lucharán a muerte con tal de tener el poder absoluto, lo que nos dejará con unas batallas de uno contra uno en las que solo uno podrá quedar en pie.
A falta de saber si habrá un modo historia, el juego parece estar orientado plenamente al multijugador competitivo contra otro jugador en la misma pantalla, aunque también es posible enfrentarse a la máquina. La verdad es que las partidas cuentan con un ritmo muy rápido y ninguna durará más que unos pocos minutos, de ahí que haya que tomar constantemente decisiones sin parar y con muy pocos segundos para pensar qué debemos hacer.
Por lo general en los tower defense los enemigos no paran de surgir y somos nosotros los que debemos de construir nuestra defensa para frenar su avance. En cambio, aquí los adversarios serán las unidades que nos enviará nuestro contrincante y en su caso será al contrario al tener que proteger su base del ataque de nuestras tropas egipcias. De hecho, la acción transcurre tan rápido que en las primeras partidas resulta un tanto complicado enterarse de todo lo que sucede o lo que debemos hacer exactamente.
Todo esto supone que aquí tampoco habrá rondas ni momentos de descanso. La partida transcurrirá del tirón y la única manera de alzarse con la victoria será siendo más veloces que nuestro oponente a la hora de tomar decisiones y sobre todo anticiparnos a sus movimientos para ir preparando en nuestra base una buena defensa para que sus ataques no sean demasiado demoledores y los nuestros acaben surgiendo efecto.
El apoyo de las deidades para alzarse con la victoria
Lo primero que deberemos hacer al comenzar cada combate es elegir a la deidad que nos representará, entre las que estará Ra, Anubis o Isis. Quizás muy pocas y queremos creer que en la versión final se introducirán más. En cualquier caso, cada una de ella dispondrá de una serie de habilidades exclusivas que servirán para potenciar a nuestras unidades, otorgarles poderes especiales o para causar estragos en el escenario.
A lo largo de la partida iremos obteniendo dinero y poder mágico sin parar. El primero servirá para generar soldados, vehículos o torres, mientras que el segundo es el que se empleará para las habilidades de las deidades, aunque en este caso solo se obtendrá al atacar o liquidar a nuestros enemigos, de ahí que sea importante administrar bien las cantidades de recursos que vamos gastando, porque cualquier decisión errónea nos puede acabar pasando factura a la larga.
Los mapas estarán divididos en varios caminos y seremos nosotros los que deberemos escoger qué ruta tomarán los soldados al ir invocándolos en base a si ese trayecto está más libre de peligros o debemos protegerlo. En el caso de las torres, estas se colocarán en la parte exterior de los caminos y serán las encargadas de causar la mayor cantidad de problemas, aunque claro, solo a la distancia que alcancen. Por su parte, las catapultas se desplazan más despacio que las demás unidades, pero también será nuestra mejor baza para derribar las molestas torres, entre las que habrá algunas que disparan flechas o rayos.
Al final, como suele ocurrir en los tower defense, todos los soldados que alcancen la zona que controla nuestro rival comenzarán a atacar con todas sus ganas la infraestructura principal hasta tirarla abajo. Es más, su durabilidad no es demasiado elevada, así que un grupo de cuatro o cinco unidades puede ser capaz de vencernos en pocos segundos si no le ponemos remedio. Ahí es precisamente donde las habilidades de las deidades pueden tener algo que decir, ya que algunos de los ataques que pueden ejecutar tienen un efecto en área que puede dañar a un pelotón entero o incluso destruir una torre del tirón con tan solo seleccionarla.
La primera toma de contacto con Sons of Ra no ha estado nada mal, pero que nos acabe gustado mucho más dependerá principalmente del contenido que se llegue a introducir en la versión final, porque en esta demo solo había tres deidades, un par de mapas y las unidades para seleccionar estaban muy limitadas. Para echarse unas partidas está entretenido, aunque es precisamente nuestro temor a que sea muy repetitivo lo que a priori nos deja con la duda de si Sons of Ra llegará a convertirse realmente en un tower defense muy recomendable.
- Plataformas: Steam
- Multijugador: sí (dos jugadores)
- Desarrollador: Pharaoh Hound Games
- Compañía: Pharaoh Hound Games
- Lanzamiento: julio de 2020
- Precio: por confirmar