El nuevo gran desafío para los apasionados del Action RPG lleva la firma del Team Ninja. Análisis de Wo Long: Fallen Dynasty

Lucho hasta perder el aliento. No tardo en recuperarlo. Bloqueo, trincho, rebano y contraataco. Cuando puedo, doy un patadón. Uso la fuerza y la cólera desbocada de mis adversarios para destruirlos. Cubro el suelo con los cuerpos sin vida de aquellos que se interponen en mi camino. Arraso con todo lo que me rodea y se mueve, ya sean no muertos o bestias colosales. Eso sí, no te equivoques: Wo Long: Fallen Dynasty es difícil de narices. Muy, muy difícil. Pero, si te soy sincero, ya contaba con ello: los mejores juegos del Team Ninja son puñeteros hasta rozar lo absurdo.

Desde fuera, el nuevo Action RPG de Koei tecmo podría parecer la enésima incursión en la exitosa fórmula de FromSoftware y sus tan exportables patrones de desafío y fantasía oscura, pero a poco que rascamos y ahondamos en la trama, la experiencia y su naturaleza wuxia (acción y artes marciales chinas) nos encontramos con algo diferente: Wo Long: Fallen Dynasty supone ese ansiado retorno por la puerta grande a la la esencia y la tradición masocore de los creadores de Ninja Gaiden y Dead or Alive. Y eso lo hace café para los muy, muy cafeteros.

Destrucción, caos, bestias sagradas y la emoción del wuxia

Durante siglos, la historia de la China se escribió intercalando entre el mito y la realidad, y el contexto de Wo Long: Fallen Dynasty no es muy diferente: mucho antes de la aparición de los tres Reinos, en el año 84 D. C., la última dinastía Han se enfrentaba a su ocaso entre rebeliones y caos. Echando la vista hacia el pasado eso supone un curioso rompecabezas, pero para el Team Ninja ese periodo es un estupendo caldo de cultivo para plasmar grandes batallas en un cruel escenario de fantasía oscura. Y, en el proceso, poner al jugador en el epicentro de la acción.

El protagonista de Wo Long: Fallen Dynasty somos nosotros. O, más bien, el personaje que creamos desde cero. Inicialmente solo tenemos que decidir aquello que tiene que ver con el aspecto. Lo más superficial. Pero, claro, los revolucionarios, los asesinos y las bestias que andan sueltas por el pueblo de Xu, la Fortaleza de Meiwu, el Valle de Guigugou o el Pasaje de Hulaoguan no nos van a dejar pasar por nuestra cara bonita. Creeme, lo he intentado.

El protagonista de Wo Long: Fallen Dynasty es un soldado sin nombre que creamos a nuestro gusto o semejanza, pero la historia de la que partimos es una situación surrealista: tras rescatar a un misterioso joven nos acabamos enfrentando a unos revolucionarios Turbantes Amarillos y nos damos cuenta que además de tener que lidiar contra poderosos guerreros, hay fuerzas sobrenaturales implicadas en el caos generado.

A partir de aquí, la buena noticia es que el Team Ninja ha diseñado un sistema de combate con diferentes armas muy inspirado en las películas de artes marciales chinas en las que la técnica y la destreza tienen unos interesantes componentes visuales. Hasta acrobáticos.

La noticia todavía mejor es que, además de usar sables, espadas, arcos y bastones, combatiremos el fuego de los enemigos sobrenaturales con más fuego.

Espadazos, contraataques e invocaciones apoteósicas

La temática de la exótica China milenaria anterior a los Tres Reinos no solo está presente en la estética del juego o las mitologías, sino también en las mecánicas de juego y combate.  Es más, el Team Ninja se inspira en el yin-yan y los elementos para introducir elementos genuinamente roleros en Wo Long: Fallen Dynasty, recompensar en nuestra evolución como jugador y darle más peso y presencia a la acción.

Durante los compases iniciales de Wo Long: Fallen Dynasty adquirimos un misterioso poder que nos hace canalizar cinco fases inspiradas en los elementos de la naturaleza: la Virtud del fuego (la fuerza) , la Virtud de la tierra (defensa), la Virtud de la madera (curación), la Virtud del metal (la corrosión) y la Virtud del agua (el sigilo). A lo largo del juego no solo potenciamos cualquiera de estas naturalezas, sino que desbloqueamos técnicas mágicas y, de manera gradual, poderosos espíritus basados en la mitología china. De hecho, toda ayuda que recibamos es poca.

La dificultad de Wo Long: Fallen Dynasty es muy caprichosa en según que tramos. Y si bien a nivel de movilidad están más que cubiertas las expectativas jugables y el rendimiento en consolas de nueva generación es muy satisfactorio, la verdadera clave de cara a superar los enemigos que nos salen al paso pasa por las dos nuevas mecánicas en torno a las que gira la experiencia de combate:

• El sistema de rango de moral, recompensa que seamos agresivos, de modo que tanto nosotros como nuestros enemigos disponen de un rango cuantificado en una cifra. Mientras mayor sea nuestro rango, más fuertes nos hacemos y mejores armas, armaduras y objetos obtenemos de los enemigos. Pero, claro, esto también funciona a la inversa.

• Además de lo anterior, el Team Ninja ha sustituido la tradicional barra de adrenalina por una barra de espíritu que acota o expande nuestras acciones. Realizar bloqueos, esquives o ataques fuertes nos cansa y nos expone, pero si somos certeros podemos almacenar energía (Qi) para realizar hechizos y técnicas especiales. De nuevo, regresamos a las temáticas de la China milenaria.

A priori podría parecer que manejar todo lo anterior a la vez es un caos. Pero el desarrollo de los combates individuales o de grupo no es muy diferente al de Dead or Alive o Ninja Gaiden: cadenas de golpes muy rápidas e incisivas, bloqueos que definen los próximos cinco segundos de juego y, sobre todo, unos desvíos que sentenciarán cada combate y encuentro con un jefazo final.

Porque, como ocurre en el juego de lucha del Team Ninja, la magia está permitida, pero lo que de verdad nos hará dominar cada encuentro es nuestra capacidad de contraatacar. Y si a esto le sumamos los remates, el resultado es puro espectáculo.

Y es entonces cuando regresamos al esquema de las naturalezas: cada vez que potenciamos una de las virtudes elementales estamos potenciando nuestro propio estilo de juego o la manera en la que podemos aprovechar nuestras armas. De modo que, en Wo Long: Fallen Dynasty todo suma. Pero, y esto es lo esencial, de nada servirá tener las mejores habilidades, magias y equipo si no somos capaces de  dejar expuestos a nuestro enemigo con un contraataque.

Eso sí, una vez dominas el estilo de combate y progresión de Wo Long: Fallen Dynasty, el juego hace click y ya no hay marcha atrás.

Un juegazo exigente que premia como pocos la destreza y la perseverancia

Partamos de algo sencillo: que Wo Long: Fallen Dynasty no muestre piedad con quien sostiene el mando no lo convierte en un juego injusto. Por muy cruel que suene, establece dos perfiles de jugador y se dedica a filtrar desde los primeros compases,  separando en dos grupos muy definidos: los que vienen a aprender -por lo general a golpe de remo- y están férreamente determinados a no rendirse ante la adversidad y el resto.

Dicho lo cual, que Wo Long: Fallen Dynasty sea estricto no quiere decir que no se den márgenes para pasarlo bomba. El Team Ninja ya tiene su propia trayectoria a la hora de salpicar de manera caprichosa sus obras con picos de dificultad que se disparan de manera indiscriminada, pero siempre pone a tu disposición todos los recursos para darle la vuelta a las situaciones más adversas.

Como comentamos, una vez pasados los compases iniciales y entendida la filosofía del juego, Wo Long: Fallen Dynasty te deja margen para lucirte. Incluso desatar un verdadero espectáculo. Es marca de la casa. Pero para llegar a este punto tienes que perseverar.

Porque igual que te reconozco que es un juegazo, también soy el primero en admitir que perdí la cuenta de las veces que me han matado durante los tramos inaugurales. Que me desesperé por tonterías y que me he quedado atascado por estar más pendiente de avanzar que de entender al enemigo que tenía delante.

Del mismo modo, también confieso que lo que me ha mantenido jugando hasta el final es el fragor de un combate bien planteado. Lo que hace que me me reincorpore es una genuina sed de venganza.

A esto hay que añadirle un aspecto adicional y que le da muchos más matices: la capacidad de poder luchar en compañía en Wo Long: Fallen Dynasty. Lo cual se aplica a un sistema de acompañantes como a algo que, en este caso específico, el Team Ninja sí toma prestado de los juegos de FromSoftware: el multijugador.

• A lo largo de la trama y los escenarios se nos dará la posibilidad de desbloquear personajes que nos apoyarán en la batalla. De hecho, no cuentes con que luchen por ti, aunque tienen su propio sistema de vínculo para poder tener acceso a sus armas y otras ventajas.

• Sin embargo, las opciones de multijugador son mucho más interesantes: a falta de poder rebajar la dificultad, lo mejor en caso de que nos quedemos atascados es solicitar la ayuda de otro jugador e iniciar una partida cooperativa. Lo cual no cierra la puerta a las invasiones o los duelos entre jugadores.

Como dato adicional, el Team Ninja también ha incluido un sistema de Venganza en el que se quedan registrados a través de una bandera específica la derrota de otro jugador, lo cual abre la posibilidad de que le demos un escarmiento al enemigo y recibamos bonificaciones adicionales. Siendo siempre conscientes de la máxima del juego: en Wo Long: Fallen Dynasty no solo se premia la destreza y la perseverancia, sino que se castiga brutalmente la carencia de estas.

Y eso, precísamente, es lo que lo hace tan fascinante.

La opinión de VidaExtra

Wo Long: Fallen Dynasty es un juegazo. Pero, como comentamos al principio, también es café para los muy cafeteros. No es que cierre la puerta de cara a la jugabilidad o sea exigente a los controles, pero una vez entiendes su naturaleza y la interioriza, es imposible no quedarse enganchado y perseverar hasta el final. Por muchos baches que te encuentres a lo largo de ese tortuoso camino.

Los creadores de las sagas Ninja Gaiden y Dead Or Alive ponen en común lo aprendido en sus buques insignia en un Action RPG que destila identidad propia  y, en el proceso, reivindica la grandeza de los masocore y las buenas sensaciones que hay al dominarlos. Al prosperar ante la adversidad.

Y en este sentido, Wo Long: Fallen Dynasty premia como pocos la destreza y la perseverancia. Sin seguir los patrones de FromSoftware, que conste, sino al más puro estilo del Team Ninja. Ese equipo que nos ha hecho sudar la gota gorda desde los tiempos de la NES, que reivindicó la dificultad de los videojuegos desde la Xbox original, mucho antes de que Dark Souls se impusiese como un estándar, y que en pleno 2023 se niega a ceder un ápice de su identidad de cara a su obra pasada, presente y futura. Y hacen bien.

Precio de Wo Long: Fallen Dynasty

Los suscriptores de Xbox Game Pass no tienen excusa que valga para no darle una oportunidad a Wo Long: Fallen Dynasty: entra al catálogo de juegos de Microsoft de lanzamiento y sin coste adicional tanto en Xbox como en PC.

El precio de venta de la edición digital estándar, por ejemplo en PS5 y PS4 es de 69,99, aunque por 25 euros más merece la pena plantearse hacerse con la edición Deluxe que suma el pase de temporada. Además, el juego está disponible en formato físico en consolas. Más facilidades, imposible.

Duración de Wo Long: Fallen Dynasty

Del dicho al hecho hay un trecho, pero de manera ilustrativa se puede decir que con la suficiente destreza y una vez hayas pulido la técnica es posible completar el juego en aproximadamente 40 horas. Lógicamente, es algo que dependerá de lo rápido que te adaptes al sistema de combate, a los esquives precisos y a estudiar a tus adversarios. Y pese a ello, cuenta con que tarde o temprano te quedarás atascado en algún tramo.