Entre los juegos de Electronic Arts que han sido publicados con el sello EA Originals hay algunos títulos que se han acabado convirtiendo en obras auténticamente imprescindibles. Tenemos casos como el de A Way Out, Fe, Unravel y por supuesto el magnífico It Takes Two, pero hay estudios que también quieren dejar su huella y ese es el caso de Surgent Studios.
Hasta el momento la compañía había trabajado en películas con actores reales y en otras de animación, así que ha querido aprovechar el talento creativo de su equipo para adentrarse en el mundo de los videojuegos de la mano de Tales of Kenzera: ZAU, su nuevo proyecto que llegará a las tiendas esta misma semana y que se ha convertido en una aventura a la que haríais bien en prestarle atención.
Estos últimos días he tenido la oportunidad de jugarlo a fondo sin tener claro qué me iba a encontrar y ha acabado resultando ser una sorpresa de lo más agradable. Todo un juegazo de esos que no encuentras el momento de soltar el mando porque lo único que te entran ganas es de seguir jugando sin parar de principio a fin, que es prácticamente lo que me ha sucedido.
Un duro viaje en un mundo de fantasía tras sufrir una pérdida terrible
La trama de esta aventura comienza de una forma un tanto melancólica al presentarnos a un joven decaído que ha sufrido recientemente la muerte de su padre. Es entonces cuando se encuentra con un relato bantú que había escrito su progenitor y comienza a leerlo con el fin de tratar de superar su pérdida, momento en el que comienza la historia de verdad y es cuando pasamos a tener el control de Zau, un joven de una tribu de chamanes.
Él también ha perdido a su padre, su Baba como le llaman, así que eso le lleva a negociar un trato con Kalunga, el Dios de la Muerte, con el fin de que pueda resucitarlo. Si bien accede a su petición, el acuerdo al que llegan es que nuestro protagonista debe capturar los espíritus ancestrales de tres criaturas. Por lo tanto, esto nos deja con una historia de superación muy conmovedora que en realidad está inspirada en la vida del actor Abubakar Salim, quien interpreta a Zau y también tuvo que sufrir el dolor de perder a su padre.
Todo esto nos lleva a un mundo de fantasía basado en la mitología africana y que bebe a su vez de la cultura bantú y de otras tradiciones africanas. Sin duda, esto mismo se puede apreciar a medida que se va progresando por los personajes que van apareciendo y las bestias ancestrales contra las que hay que combatir, así como por los rituales que se llevan a cabo o por el trasfondo que va revelando poco a poco la personalidad de Zau y lo que le está costando salir adelante.
Aun así, nuestro héroe está dispuesto a convertirse en un poderoso chamán, aunque no está solo en esta odisea. En todo momento cuenta con la ayuda del Dios de la Muerte, quien ejerce de guía durante este espléndido viaje que acaba siendo muy impactante en determinados momentos en los que vas descubriendo que la pérdida de su padre le acaba pasando factura a Zau, lo que no le impide seguir adelante a toda costa con tal de llevar a cabo su cometido.
Lo cierto es que el reino místico de Kenzera es una belleza y resulta una auténtica delicia poder recorrerlo, porque cada uno de sus escenarios en 2.5D son preciosos y lucen de maravilla, sin importar si estás atravesando zonas en las que te metes de lleno en la selva, en las profundidades de una caverna, en el interior de un volcán y otros biomas que hacen que la aventura se sienta muy diferente constantemente.
Asimismo, su banda sonora es fantástica por cómo fusiona elementos de orquesta con instrumentos tradicionales africanos, lo que hace que te sientas más dentro todavía de este mundo entre su apartado sonoro, sus escenarios, sus personajes, etc.
La combinación del poder de las máscaras
Desde el primer momento Zau demuestra que no es un chamán cualquiera y que ya dispone de los conocimientos y habilidades suficientes para salir airoso de cualquier altercado. Eso mismo es posible gracias al poder de un par de máscaras que posee y que le permiten desbloquear determinadas habilidades dependiendo de la que tenga colocada en ese momento.
De este modo, es posible escoger entre la máscara del sol y de la luna y alternar entre una y otra al instante con tan solo pulsar un botón. Claramente, ambas están muy diferenciadas en las capacidades que le otorgan a Zau y en la jugabilidad, ya que la máscara del sol está equipada con un par de lanzas para asestar estocadas muy devastadoras en combates cuerpo a cuerpo, mientras que la máscara de la luna sirve para atacar a distancia al disparar rayos con una munición limitada que se va recargando poco a poco.
No es que cada uno pueda decantarse por la que prefiera y seguir adelante con esa misma máscara todo el rato, dado que el juego te obliga a tener que dominar las dos a la perfección. Eso mismo queda claro en cuanto algunos espíritus malignos contra los que hay que combatir comienzan a surgir con unas barras de vida de un color en concreto, ya sea el rojo del sol o el azul de la luna, por lo que la única forma de reducirlas rápidamente es empleando la máscara correspondiente.
Además, a determinados adversarios es más sencillo eliminarlos con una máscara u otra, por lo que a la larga no hay una que acabe predominando por encima de otra. Por otro lado, nuestro personaje va ganando puntos de habilidad a base de derrotar a enemigos, como si fuesen puntos de experiencia, lo que sirve para desbloquear más mejoras de estas máscaras y así obtener más habilidades secundarias, en especial unos ataques definitivos que causan un daño tremendamente letal a cualquiera que se ponga en medio.
La verdad es que durante las primeras horas el juego me pareció muy sencillo, porque los enemigos no eran muy agresivos y al final mordían el polvo con relativa facilidad, aunque eché en falta algo más de acción en este sentido, porque las batallas no eran muy numerosas. No obstante, la curva de dificultad está muy bien desarrollada y la situación con la que me topé durante los primeros compases fue cambiando radicalmente cuanto más iba avanzando.
Esto mismo supuso que en zonas más avanzadas eran bastante más comunes los enfrentamientos contra cualquier tipo de enemigo, ya fuesen algunos que simplemente estaban por ahí sin más u otros que te dejan atrapados en salas, por lo que la única manera de seguir adelante es eliminando a las oleadas de criaturas que van surgiendo. Es más, estas batallas contra numerosos enemigos me parecieron muy desafiantes y frenéticas porque no puedes quedarte quieto al tener que atacar y esquivar los impactos sin cesar.
El sistema de combate en general me ha parecido de lo mejor y muy entretenido, sobre todo cuando lo vas dominando a la perfección y vas obteniendo más habilidades secundarias que hacen que las máscaras se vuelvan más demoledoras. Sin embargo, hay algunas partes muy puntuales que dejan de lado la acción directa y se convierte en una persecución que, si bien son emocionantes por la tensión que plantean, la verdad es que no me han terminado de entusiasmar tanto en comparación con los combates porque me han parecido más una prueba de ensayo y error, a no ser que tengas unos reflejos increíbles para tener claro cómo reaccionar ante cualquier adversidad en menos de un segundo.
Un excelente metroidvania en unos escenarios repletos de desafíos
El mundo místico de Kenzera inspirado en cuentos bantúes es de los más inmensos que he llegado a ver en un metroidvania. Cada una de las numerosas zonas a visitar puede presumir de contar con un tamaño descomunal que sabe alternar a la perfección entre los momentos de plataformas, los de acción y los puzles que hay que resolver, que tampoco es que obliguen a los jugadores a estrujarse los sesos para dar con la solución.
La verdad es que, por lo general, son muy intuitivos y la mayoría se basan en buscar bloques que sirvan para aplastar baldosas que abren puertas, pero a veces también hay que localizar llaves o activar otro tipo de interruptores por medio de la electricidad. De todos modos, donde más se nota que estamos ante un metroidvania puro y duro es en el hecho de que hay que obtener poderes especiales que son indispensables para avanzar por el mapa.
De esta forma, llegado a cierto punto es posible congelar el agua y así escalar por cascadas o utilizar un gancho para salir disparado por los aires, entre otras capacidades que convierten en Zau en un chamán más poderoso todavía. De todos modos, también he de reconocer que en general la aventura es muy lineal porque las nuevas habilidades que se van consiguiendo están ideadas para ser usadas principalmente en la zona en la que te encuentres en ese instante. Además, se emplean la suficiente cantidad de veces como para dominarlas como un verdadero maestro.
Por el contrario, donde sí que se nota también que es un metroidvania es en el caso de querer ir a por el 100%, porque a Zau es posible mejorarlo gracias a árboles de meditación que aumentan la cantidad de vida máxima, abalorios que aumentan la velocidad a la que se consigue energía espiritual para los ataques más letales o cristales que brindan más puntos de experiencia para desbloquear más habilidades de las máscaras.
Muchas de estas zonas están ubicadas en lugares por los que no hay que desviarse demasiado del camino principal, aunque hay otras que son las que garantizan el backtracking, ya que la primera vez que te encuentras con ellas es imposible hacer nada hasta haber obtenido el poder correspondiente. Y hay no queda todo, porque entre los coleccionables hay otra especie de fuentes espirituales con mensajes que sirven para conocer más la historia de este mundo, para los que no se quieran perder ni un detalle.
La opinión de VidaExtra
Es innegable que la jugabilidad y la exploración son aspectos tan entretenidos y tan espectaculares que al final te dan ganas de no dejar ningún rincón por visitar, ya sea en escenarios totalmente nuevos u otros por los que se haya pasado anteriormente. El ritmo no decae en ningún momento, sino que no para de aumentar constantemente para que la experiencia se vuelva más impresionante hasta llegar a ver los créditos finales, lo que te deja con una enorme satisfacción por haber disfrutado de una aventura tan completa en todos los sentidos.
Si sois de los que os atraen los metroidvania, entonces no dudéis en darle una oportunidad a Tales of Kenzera: ZAU, porque es un juego que sabe perfectamente cómo mantenerte enganchado durante todas las horas que dura la aventura y en el que dan ganas de enfrentarse contra cualquier espíritu que aparezca gracias a su sistema de combate tan asombroso y divertido.
La historia no se queda atrás con esos momentos que golpean de lleno en los sentimientos, aunque en comparación con el resto de apartados no tiene tanto peso, lo que no quita que también sea magnífica, así que en un conjunto general es indiscutible que el nuevo trabajo con el sello EA Originals es una de esas propuestas que tiene todo para fascinaros si sois de los que os encantan este tipo de juegos.
Precio de Tales of Kenzera: ZAU
El lanzamiento de Tales of Kenzera: ZAU se producirá únicamente en formato digital, así que podréis haceros con él por 19,99 euros en PlayStation Store para PS5, en la tienda de Xbox para Xbox Series X/S, en la eShop para Nintendo Switch y en Steam o la tienda de EA para PC, donde también tenéis disponible su demo por si queréis probarlo primero.
Duración de Tales of Kenzera: ZAU
El centrarse únicamente en la historia principal de Tales of Kenzera: ZAU puede hacer que el juego dure entre ocho y diez horas, aumentando esta cantidad algo más en el caso de desviarse del camino para ciertos coleccionables o mejoras. Así pues, la duración se puede incrementar hasta cerca de las 20 horas si se opta por ir a por el 100%.
Tales of Kenzera: ZAU
| Plataformas | Nintendo Switch, PC, PS5 (versión analizada) y Xbox Series X/S |
|---|---|
| Multijugador | No |
| Desarrollador | Surgent Studios |
| Compañía | Electronic Arts |
| Lanzamiento | 23 de abril de 2024 |
Lo mejor
- Un sobresaliente metroidvania con un mapa inmenso.
- Unos coloridos y preciosos escenarios que dan ganas de explorarlos al completo.
- Unos combates espectaculares que poco a poco se vuelven más desafiantes.
Lo peor
- Las partes de persecución no son tan buenas como el resto del juego.
- Se habría agradecido algo más de backtracking más allá de para obtener coleccionables.
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