Análisis de Star Ocean: The Second Story R, una lección soberbia de cómo revivir un clásico JRPG con un remake magistral

Un total de 27 años. Esa es la cantidad de tiempo que lleva acompañándonos la saga Star Ocean, una de las más populares dentro del género de los JRPG que nos ha ido dejando con una amplia variedad de títulos diferentes, algunos con mejor o peor resultado, aunque hay que admitir que últimamente la calidad no alcanzaba a estar por las nubes, por lo que se echaba de menos un capítulo que nos volviese a transmitir esa emoción y ganas de no querer soltar el mando.

En su momento una de las entregas que logró algo así fue Star Ocean: The Second Story, cuyo lanzamiento tuvo lugar en la primera PlayStation en 1998, mientras que aquí en Europa lo recibimos en el año 2000. No fue hasta una década más tarde cuando volvió a la vista para PSP con una edición mejorada que también acabó viendo la luz más adelante en PS3, PS4 y PS Vita, pero en estos últimos casos solo sucedió en Japón.

Partiendo de esta base, queda claro que para Square Enix esta segunda parte de la serie fue muy especial, de ahí que no se haya querido olvidar de ella y con motivo de su 25 aniversario haya decidido que renazca una vez más con el nombre de Star Ocean: The Second Story R, con la diferencia de que esta vez se trata de un completo remake para que podamos disfrutar de esta aventura de ciencia ficción y fantasía mejor que nunca.

Eso mismo es lo que he podido hacer durante estos días, de ahí que os vaya a contar qué me ha parecido en el siguiente análisis, lo que de paso me ha servido para conocer mejor en profundidad este Star Ocean al no haber tenido la oportunidad de jugar a su versión original.

Dos historias unidas en una aventura de ciencia ficción y fantasía

Al haberse rehecho el juego por completo donde podemos encontrar todas las novedades es en su jugabilidad y su apartado gráfico. Aun así, si como yo sois de los que jugasteis al título de finales de los 90, entonces os interesará saber que la trama comienza en una era futurista en la que Claude C. Kenny, un joven oficial de la Federación Pangaláctica es enviado a un planeta para investigar los misterios de una cúpula que ha sido descubierta. No obstante, al llegar allí se topa con un mecanismo un tanto extraño.

Con el fin de demostrar a su padre, el oficial al mando de este equipo, que es lo suficientemente valiente, decide tocarla y al instante es transportado a otro mundo completamente diferente. Es ahí cuando conoce a Rena, la otra gran protagonista de este viaje, y se acaba enterando de que el planeta está bajo la amenaza de unos monstruos que han surgido y unos desastres naturales que están poniendo en riesgo la vida de toda la población, por lo que ambos partirán a encontrar la forma de parar estos sucesos a la vez que Claude buscará la forma de regresar a su hogar.

La premisa quizás tampoco es que sea un bombazo al ser algo que ya se ha contado muchas veces en otros videojuegos. Eso no quita que el argumento se vaya volviendo muy interesante y mantengan un ritmo grandioso constantemente. Además, lo más importante de todo es que se podrá escoger desde qué perspectiva se querrá ver, si desde la de Claude o desde la de Rena, teniendo que seleccionar a uno de los dos nada más empezar la partida.

Si bien a ambos los controlas de principio a fin, hay ciertas partes que varían en la forma en la que transcurren y de paso afecta a los personajes que van conociendo por el camino o ciertos diálogos, pero todas estas conversaciones son idénticas a las que ya se vieron hace 25 años. Por lo tanto, si ya habíais jugado a este Star Ocean, en este sentido habrá cero sorpresas para los que no sean unos recién llegados. Eso sí, todas las secuencias importantes están dobladas al japonés y al inglés y traducidas al castellano para que no os perdáis nada.

Sin duda el hecho de introducir un doble protagonista es uno de los puntos más fuertes de este capítulo porque una vez terminas la historia con uno te dan ganas de empezarla de nuevo para comprobar cómo es desde el otro punto de vista y así comprobar directamente cómo se desarrolla, sus objetivos, finalidades, etc. A su vez, a lo largo de todo este viaje tan trepidante hay que ir tomando una serie de decisiones que son las que afectarán al final que se acabará presenciando.

De hecho, algo que está relacionado con este punto es que la pareja de personajes principales podrá mantener conversaciones entre ellos o con el resto de compañeros de viaje. Esto supone que de vez en cuanto se activen los llamados eventos personales, unas secuencias secundarias en las que se pueden llevar a cabo acciones o dar unas respuestas determinadas que potenciarán o empeorarán la relación con los demás héroes y que a su vez también será algo a tener en cuenta para los finales del juego.

En cuanto a la banda sonora, esta se ha rehecho por completo gracias al gran Motoi Sakuraba, el compositor original que ha vuelto al frente para brindarnos unas melodías asombrosas de las que apetece escucharlas una y otra vez. Aun así, hay algunos temas que son completamente nuevos dedicados para ciertos jefes finales o momentos especiales, pero en general la música acompaña a la perfección a todos los acontecimientos.

El brutal cambio gráfico en sus escenarios y en los combates

Pasando a la novedad más importante, como es el descomunal lavado de cara que se le ha dado a Star Ocean: The Second Story R, el equipo de desarrollo optó por no hacer que todo se viese en 3D como las últimas entregas. En su lugar se ha escogido un formato que le diese un toque muy renovado y al mismo conservase la esencia del título original, dando como resultado una aventura que entra con mucha facilidad por los ojos desde el primer segundo por lo alucinante que se ve todo.

Así tenemos ante nosotros un título que sigue un ejemplo similar al de otros de Square Enix que se han publicado en los últimos años, como por ejemplo Octopath Traveler, porque los personajes conservan su mismo aspecto pixelado, con nuevas ilustraciones, mientras que lo que sí ha cambiado por completo es el mundo en el que transcurre la acción. Es decir, se seguirán visitando los mismos lugares de las anteriores versiones, con las mismas casas en el caso de los pueblos y los mismos laberintos al adentrarse en mazmorras.

En cambio, todo presume de un aspecto visual magistral al pasar a ser escenarios en 3D con un realismo muy elevado y un rendimiento espléndido a 60 fps, lo que consigue que sea una auténtica gozada ir de un lado a otro a la vez que vas observando todo lo que tienes a tu alrededor, por cómo se mueve la hierba, las nubes o la vida en general que transmiten las ciudades o el mapa del mundo al ir de un lado a otro. Desde luego el nivel de detalle que se ha depositado en ellos es altísimo y no han sido los únicos, porque lo mismo ha sucedido en las batallas.

Los combates contra enemigos ya no son aleatorios y en todo momento se puede escoger cuándo luchar contra ellos al verles campando por el escenario, aunque a veces resulta inevitable tener que verse las caras contra un grupo cuando están bloqueando un pasillo muy estrecho. Sea como sea, antes de entrar en faena los enemigos están representados en diferentes colores para así tener claro que será una pelea asequible, una en la que tocará darlo todo o una en la que con seguridad nos van a dar la paliza de nuestras vidas.

La mecánica de los combates se ha conservado en gran parte al mismo tiempo de dar la bienvenida a varias novedades, de manera que seguiremos moviendo libremente a nuestro líder del grupo con total libertad por el campo de batalla al mismo tiempo que el resto actúan por su propia cuenta en base a las órdenes que les demos o los ajustes establecidos para el comportamiento de la inteligencia artificial. La mayor parte del tiempo la ayuda que me han proporcionado ha sido muy buena, pero también he de admitir que en algunos combates puntuales he tenido que sacarles las castañas del fuego a mis compañeros por estar recibiendo golpes y no hacer nada para evitarlo.

Todos los enfrentamientos mantienen un ritmo muy frenético y lo cierto es que son muy simples de entender por la poca cantidad de acciones a tener en cuenta. Esto se debe a que solo hay un botón para atacar, otros dos más para ejecutar ataques especiales y otro para realizar esquivas. En el caso de realizarlas en el momento oportuno se conseguirá una ventaja frente al enemigo y que su barrera se vaya reduciendo más rápido de lo normal, de manera que si esta se rompe del todo el daño que recibirán será bastante mayor durante unos segundos.

Otra de las novedades la tenemos en los ataques de aliados, ya que sobre la marcha se pueden desbloquear personajes adicionales de otros juegos de Star Ocean para invocarlos puntualmente y que peguen un buen tajo o lancen un demoledor hechizo a los enemigos contra los que estemos luchando en ese momento. Naturalmente su uso va acompañado por una barra de energía que hay que recargar, pero siempre viene bien contar con algún tipo de ayuda, sobre todo si es tan especial e icónica para todos los seguidores de la saga.

Por otro lado, la formación del grupo que se escoja también afecta al transcurso de los combates. Esto se debe a que a base de derrotar enemigos estos irán soltando unas esferas amarillas que se pueden acumular, lo que conlleva que al reunir la suficiente cantidad se activarán una serie de bonificaciones, como más daño, defensa, experiencia, etc. que se mantendrán activas mientras no se pierda la racha, algo que sucederá únicamente si los enemigos rompen nuestra barrera o si nos pillan desprevenidos antes de empezar la pelea.

La dificultad es muy asequible escogiendo el nivel medio. Aun así, aquellos que busquen un reto adicional tendrán a su disposición un nivel de dificultad mayor, al igual que los que prefieran centrarse en la historia únicamente se podrán decantar por un nivel más sencillo todavía para que los combates no supongan un problema en ningún momento.

Habilidades por aquí, especialidades por allá

Algo que no puede faltar en un buen JRPG es la personalización de los personajes, algo de lo que hace gala Star Ocean: The Second Story R por la profundidad que ofrece para mejorar al grupo de múltiples maneras y personalizarlos como queramos cada uno. A medida que van ganando batallas o subiendo de nivel irán recibiendo puntos de combate que pueden ser canjeados en habilidades especiales o en artes, lo que se prefiera potenciar.

Por ejemplo, las habilidades son más estadísticas que afectan al daño que causan los personajes, su resistencia a los impactos, la evasión a los golpes, un aumento en el daño de los hechizos, etc. Por su parte, las artes son las magias que van aprendiendo los héroes al subir de nivel, así que estos puntos también se podrán distribuir en ellas para que obtengan mejoras adicionales y se vuelvan más letales.

Hasta ahí no hay muchos problemas y, aunque la amplia variedad de opciones puede resultar un poco abrumadora, se entiende perfectamente. Sin embargo, con lo que no ocurre lo mismo es con las especialidades que pueden aprender a dominar los personajes, lo que viene a ser una especie de trabajos o conocimientos que se pueden desbloquear y con los que se tiene acceso a ciertas capacidades y opciones que no se pueden utilizar de otra forma.

Todas ellas sirven para que la aventura resulte más llevadera y en absoluto es una obligación centrarse en este apartado, aunque sí puede resultar muy útil a la larga. Básicamente los personajes irán ganando puntos que se pueden distribuir en este tipo de habilidades especiales sobre las que hay decenas de ellas disponibles y cada una con efectos muy variados. Así tenemos unas que pueden aumentar los puntos de algunas estadísticas y otras que brindan otro tipo de bonificaciones.

No obstante, esto no es más que algo secundario, porque lo realmente importante es que al potenciar algunos de estos talentos es cuando se activarán las especialidades, para que así puedan aprender a tener un dominio de la escritura, cocina, alquimia, mecánica y mucho más. Todo ello sirve para la creación de objetos muy concretos y especiales y también para desbloquear otras capacidades, como el pescar peces en los lagos y ríos, conseguir minerales al andar por el campo o aumentar o disminuir la cantidad de enemigos, entre muchas otras.

Y si varios miembros del grupo tiene un nivel muy elevado en determinadas especiales lograrán desbloquear las superespecialidades, unas versiones más potenciadas. Así tenemos el Experchef, para cocinar platos de lujo, la Iluminación para ganar más puntos de habilidad o la Herrería para fabricar armaduras con metales valiosos. En resumidas cuentas, sobre el papel es más o menos fácil de entender, pero el problema es al llevarlo a la práctica por la gran cantidad de opciones a tener en cuenta que te obliga a tener que estar navegando demasiado tiempo por los menús para ver bien qué es mejor potenciar en cada personaje para tener un grupo muy variopinto.

Al menos una buena forma de aprender a utilizar las especialidades o intentar familiarizarse con ellas es con las misiones de gremio, unos objetivos que son encomendados en los pueblos y en los que hay que cumplir tareas como fabricar unos objetos en concreto o desbloquear algunas artes para conseguir a cambio recompensas muy suculentas, por lo que sirve como un buen incentivo para dejar completamente de lado estos aspectos que pueden ser tan útiles si se emplean a conciencia.

Y no son las únicas misiones, porque el propio juego invita a todos los jugadores a llevar a cabo las misiones de desafío, en las que hay que completar con éxito algunos objetivos como eliminar a una cantidad de enemigos, ejecutar algunos ataques especiales, aumentar el nivel de algunas estadísticas y mucho más. De nuevo, todo ello para recibir también premios muy interesantes, por lo que entre unas cosas y otras es fácil mantenerse entretenido, sobre todo para aquellos que busquen alcanzar el 100% de la aventura.

La opinión de VidaExtra

He de reconocer que todavía me quedan unos cuantos Star Ocean por jugar, algo que planeo hacer algún día porque lo cierto es que la saga siempre me ha proporcionado momentos muy emocionantes con algunos JRPG que me han mantenido enganchado de principio a fin. Quizás con las últimas entregas no he tenido la misma sensación y por eso mismo Star Ocean: The Second Story R me ha impactado tanto, porque mantiene ese corte clásico a la vez que ofrece un toque renovado con este soberbio remake que se ha desarrollado.

La trama de primeras peca de ser un poco cliché en un primer momento, pero lo cierto es que mantiene un ritmo tan bueno que al final te olvidas de ese detalle y te atrapa del todo. Sobre todo lo logra por lo carismáticos que son sus personajes y el mundo tan fantástico en el que transcurre la acción, con detalles para dar y tomar para que resulte una gozada verlos vayas por donde vayas.

En la personalización de los personajes es donde quizás he encontrado el apartado que me ha generado más controversia por lo lioso que puede resultar aprender a dominar las especialidades o sacarles partido a fondo. Eso sí, también he de decir que para aquellos que les guste personalizar a sus personajes a fondo no dejan de ser unas opciones excelentes.

Dicho esto, hayáis jugado a la versión original o no, merece la pena que le deis una oportunidad a Star Ocean: The Second Story R, porque más allá de ser un grandioso remake es un magnífico JRPG por sus personajes, sus combates, su mundo y por la posibilidad de jugar dos historias distintas y a su vez paralelas.

Precio de Star Ocean: The Second Story R

Entre las versiones en las que se podrá a la venta Star Ocean: The Second Story R están las de PS4, PS5 y Nintendo Switch, en las que os podréis hacer con el juego en formato físico por 49,99 euros. En cambio, si preferís tenerlo en digital, podéis acudir a PlayStation Store, la eShop o Steam, donde lo tenéis en cada una de ellas también por 49,99 euros.

Duración de Star Ocean: The Second Story R

La historia principal de Star Ocean: The Second Story R puede rondar fácil las 40 horas, aumentando considerablemente o incluso doblando esa cantidad si optáis por cumplir todos los desafíos secundarios, las misiones de gremio o si sois de los completistas que queréis ver todos los finales de la aventura o cómo transcurre todo desde las dos perspectivas.

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