Cómo uno de los juegos más bonitos del año se ha convertido en mi mayor decepción de 2023. Análisis de Ravenlok

Cuando vi por primera vez Ravenlok durante los The Game Awards 2022, supe que tenía que zambullirme al País de las Maravillas una vez más. Que Cococucumber esté detrás de uno de los proyectos más hermosos del año suma puntos, especialmente cuando la fabulosa estética voxel art domina la pantalla. Sin embargo, han bastado un par de jefes para descubrir que es todo fachada para una de las grandes decepciones de 2023.

Libera al reino del mal

No se anda con miramientos Ravenlok, pues en apenas unos minutos de partida ya estamos inmersos en mitad de Dunia, un mundo en el que la fantasía, los sinsentidos y los seres inexplicables pueblan el lugar. Es imprescindible superar un tutorial en la granja donde vive nuestra protagonista, aunque la desarrolladora ha decidido no perder el tiempo con un lugar que no volveremos a visitar. Lo único que debemos saber es que los espejos se convierten en el medio de transporte hacia una algarabía de reinos fantásticos.

El mismo nombre del juego es tomado por el personaje que controlamos, pues ella es la heroína profetizada por los habitantes del lugar para acabar con el tiránico reino de terror de la Reina Caterpillar. Eso es de lo que nos advierte Finn, el clásico conejo blanco del cuento que todos conocemos, pero no será el único que nos encontraremos.

Alina, la grulla, nos recibirá antes de la zona del laberinto, Poe nos instruirá en las artes de combate, Mr. Hatter revelará que está envuelto en una red de explotación textil y el ciervo Idris impone su ley en el bosque de hongos. Cada uno de ellos cumple su cometido: ofrecen una pizca más de contexto sobre Dunia, les ayudamos a liberarse del yugo de alguna amenaza y nos recompensan desbloqueando el siguiente camino.

Un cuento de hadas de toda la vida que toma inspiraciones en J. R. R. Tolkien, C. S. Lewis y hasta películas de Studio Ghibli, tal y como reconoce Vanessa Chia, guionista y directora de Ravenlok. Así pues, nos encontraremos con escenarios la mar de variados como Mask Mansion, Tea Party, Clock Tower o el propio castillo de la reina. Y sí, los nombres están en inglés debido a que el juego no llega con traducción al castellano, por lo que hay que adaptarse si no dominas la lengua de Shakespeare.

A pesar de ello, cada nivel rezuma un enorme carisma, siendo muy reconocibles por las temáticas que los inspiran. El estilo artístico que ha impuesto Cococucumber en lo que denomina su trilogía voxel, funciona a las mil maravillas, independientemente del contexto. Cada rincón está trabajadísimo, repleto de detalles en las mesas, paredes, personajes y hasta una iluminación preciosa. El trabajo es excelente en este apartado y lo impulsa a ser uno de los juegos más bonitos de lo que llevamos de 2023.

Atiza con la espada, tira el escudo

Si bien Echo Generation apostaba por los combates por turnos, ahora Cococucumber ha querido dar el salto a la acción en tiempo real. Si uno veía los tráilers de Ravenlok, ya anticipaba que estábamos ante una suerte de Souls en el que nos enfrentaríamos a jefes temibles. Esto es totalmente cierto, pero a la práctica el resultado es realmente nefasto, pues hay graves carencias a la hora de plasmar las mecánicas que ha popularizado FromSoftware.

Disponemos de dos elementos principales: una espada en la mano derecha y un escudo en la izquierda. La primera es la fuerza de ataque principal y podemos atizar con ella cuanto nos de la real gana, ya que la barra de resistencia no se afectada de ninguna forma. He aquí uno de los problemas principales, pues podremos machacar sin control el botón para atacar y no darle ni un solo segundo de respiro al enemigo.

Ya sean hongos con patas, ninjas huidizos o guerreros de naipes bien armados, cortaremos sus animaciones a base de torturarlos con la espada. Por si fuera poco, cada vez que avanzamos desbloquearemos habilidades únicas como terremotos y espadazos a gran velocidad, por lo que el poder destructivo no hace más que aumentar. Lo único que sí reduce nuestra resistencia es defendernos con el escudo, pues una arremetida bloqueada hará que descienda la barra.

A pesar de ello, no me ha hecho falta usar el escudo prácticamente nunca debido a otra habilidad como es el esquive. Un dash veloz, sin penalización a la hora de ejecutarlo, y que sirve para que incluso nos desplacemos a toda velocidad por Dunia. Si a estas características le sumamos el hecho de que la inteligencia artificial de los rivales es realmente mala, el cóctel resultante es aburrido y sin gracia.

Los temibles jefes finales que veíamos en los adelantos son una broma, pudiendo superarlos con facilidad pasmosa sin que te rocen, ya que sus ataques se telegrafían a kilómetros y siempre cubren el mismo rango. De esta forma, la estrategia más sensata es pegarse al cuerpo del enemigo, dejarle la vida a cero desde esa posición pulsando solo un botón y esperar a que salte la siguiente cinemática. Además, también podemos subir de nivel con las plumas que recogemos tras cada batalla, por lo que en muy poco tiempo somos un tanque imparable.

Por otro lado, hay defectos a mejorar como no saber exactamente a qué personaje vas a golpear, más allá de la orientación corporal de Ravenlok. Y es una lástima que una de las principales bazas de la obra no cumpla con su cometido, pues hasta el final estuve deseando enfrentarme a un verdadero desafío que nunca llegó, independientemente de lo enorme, imponente o monstruoso que fuese el contrincante.

Explora todos los rincones de Dunia

Con todo, Ravenlok no quiere que nos centremos únicamente en las luchas. Lejos de las misiones principales, nos toparemos con bastantes tramas secundarias que hacen que estemos más atentos a lo que veremos a nuestro alrededor. Recuperar un cuadro perdido, conseguir un obsequio muy jugoso para un diminuto ratón o activar una serie de estatuas ancestrales son algunos ejemplos de ello. Una de las formas básicas de alargar la vida del título, aunque siempre con recompensa dentro de un cofre.

Es sencillo lanzarse a la aventura para completarlas, ya que los múltiples espejos que veremos por Duna actúan como método de transporte de viaje rápido. Además, en cada situación nos veremos abocados a recoger algún tipo de objeto o resolver un mecanismo que se camufla en el entorno. Natural, sencillo y un método para oxigenar el carrusel de combates que tenemos siempre por delante.

No se puede decir lo mismo del sigilo, pues hay contextos en los que tendremos que camuflarnos para superar líneas enemigas o no ser descubiertos en plena faena. Una vez más, la IA de los rivales deja muchísimo que desear, su campo de visión es ridículo y no se enteran de si estás cerca de ellos o no, independientemente de que corras o camines.

La opinión de VidaExtra

La promesa de Ravenlok era la de lanzarnos a una preciosa versión de Alicia en el País de las Maravillas para liarnos a guantazos con las huestes de la Reina de Corazones. A su propio modo de ver, Cococucumber se valió de un apartado artístico marca de la casa, reconocible a cualquier distancia, y un apetecible combate en tiempo real contra criaturas descomunales.

En el primer aspecto se ha cumplido de cabo a rabo, regalándonos un obsequio para los ojos que queda muy grabado en la retina. Sin embargo, todo ello se derrumba de un soplido en cuanto te pones a los mandos. La desarrolladora ha llevado muy mal el salto al tiempo real, a los espadazos sin pararnos a pensar, creando un sistema tremendamente desequilibrado que no desespera por lo difícil de su propuesta, sino por la simpleza del mismo.

Ravenlok goza de un rendimiento como una roca, pudiendo lucir sus magníficos escenarios con todas las de la ley, pero penaliza que un título de esta categoría no llegue con la traducción al castellano. No es un pecado mortal, si bien es una de rara excepción hoy en día. Una costumbre del pasado que hoy en día creíamos olvidada.

Precio de Ravenlok

Ravenlok está disponible para Xbox y PC desde el 4 de mayo de 2023 a un precio recomendado de 24,99 euros en su versión estándar en todas las plataformas.

Duración de Ravenlok

La duración de Ravenlok varía dependiendo de cuánto tiempo inviertas en las misiones secundarias, pero he podido completar la campaña principal con un gran número de tareas finalizadas en algo menos de cinco horas. En caso de querer sacarle todo el jugo posible, es posible que la duración se extienda hasta las siete horas.

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