Análisis de Fate/Samurai Remnant, el emocionante retorno de una de las sagas de RPG más interesantes

A lo largo de casi 20 años la saga Fate nos ha estado acompañando con una buena cantidad de videojuegos diferentes y mañana mismo se ampliará una vez más con el siguiente de sus capítulos llamado Fate/Samurai Remnant, por lo que todos los seguidores de la saga estarán contando las horas que faltan para lanzarse a la acción.

Eso mismo he tenido la oportunidad hace durante los últimos al haber podido jugar a esta nueva entrega sobre la que he de reconocer que ha supuesto mi punto de partida en este universo, dado que nunca me había animado a probar los títulos anteriores. Por eso mismo iba un poco a ciegas con lo que me iba a encontrar y lo cierto es que a nivel general ha acabado resultando una gran sorpresa, como paso a contaros en el siguiente análisis.

La gran batalla por ser los vencedores del Ritual de la Luna Creciente

Antes de nada, aunque son muchos juegos de la saga Fate los que existen, este se trata de una historia independiente y por lo tanto no es necesario haber probado cualquiera de las obras anteriores. En este caso toda la acción transcurre en el cuarto año de la Era Keian, en el Japón del período Edo en el que han pasado unas cuantas décadas desde que se produjo una época muy sanguinaria y ahora el pueblo puede disfrutar por fin de una vida aparentemente tranquila y en calma.

Sin embargo, la paz no reina para siempre y ahí es donde entra en escena Miyamoto Iori, nuestro joven protagonista que reside en Asakusa. Su día a día consiste en cumplir con trabajos que le asignan para ganarse algún dinero y de paso cuidar de su hermana en una pequeña casa en la que viven. Así hasta que un día se ve envuelto en un conflicto que cambiará su vida radicalmente para siempre.

En medio de un asalto Iori llega a conocer a Saber, una heroína espiritual que pasa a convertirse en su sirviente y al mismo tiempo cuenta con un gran poder y habilidades muy superior al de cualquier persona humana. Eso da pie a la nueva historia de esta serie de Guerras del Santo Grial, ya que Iori y Saber pasarán a formar parte de una de las siete parejas, compuestas por maestros y siervos, que participan en una despiadada batalla conocida como el Ritual de la Luna Creciente.

Todas las parejas se ven atrapadas en esta violenta guerra en la que solo una de ellas puede acabar con vida para así recibir la vasija de la Luna Creciente que concede cualquier deseo. Todo esto nos deja con una trama de lo más interesante que va pillando un buen ritmo con el paso de las horas, porque a medida que vas progresando en el argumento van apareciendo muchos más personajes clave, entre ellos nuevas parejas de guerreros y otros que luchan por su propia cuenta.

En un conflicto de este calibre no faltan las alianzas y algún que otro giro argumental muy sorprendente.  La verdad es que argumentalmente hablando el juego cumple perfectamente con su cometido de mantenerte enganchado y de ver qué más sucesos se irán produciendo a lo largo de sus capítulos. Además, en muchos momentos van desfilando algunas secuencias alucinantes con las que parece enteramente que estás ante una película anime.

Los personajes, principalmente los protagonistas y más aún Saber, me han encantado por la personalidad tan marcada que tienen. Y el motivo de hacer hincapié en la ayudante de Iori se debe a que ella ha perdido la memoria y no sabe cómo ha llegado hasta esta época, dando pie a situaciones muy cómicas por no entender bien el comportamiento de la gente o cómo la comida le vuelve loca cambiando su carácter por completo, para que así no todo tenga un toque tan serio constantemente.

Eso sí, lo que es una lástima es que el juego nos ha llegado localizado únicamente en inglés, con un espléndido doblaje en japonés. Para títulos de este tipo, en el que la trama es tan importante y hay que leer demasiado, se habría agradecido tenerlo en castellano para que aquellos que no dominan demasiado la lengua anglosajona pudiesen disfrutarlo por igual.

Un salvaje RPG de acción con algún toque de musou en unos escenarios poco ambiciosos

Pasando a hablar sobre otros puntos fuertes de Fate/Samurai Remnant, la aventura nos lleva de viaje a lo largo de varias ciudades de este Japón feudal que son los únicos escenarios en los que irán teniendo lugar todos los acontecimientos. Lo bueno acerca de ellos es que la ambientación está muy bien lograda para la época en la que se ambienta el juego, pero al mismo tiempo he tenido la sensación constante de encontrarme en el mismo lugar una y otra vez.

Las zonas no son muy diferentes unas de otras, porque al final las casas son prácticamente idénticas, con unas calles similares y unos mapas que tampoco es que varíen demasiado entre ellos. Desde luego en este aspecto se nota una gran falta de personalidad que al menos es compensada con un magnífico sistema de combate en las numerosas batallas en las que no paras de verte envuelto.

A pesar de ser un RPG de acción, en ciertos momentos he tenido la impresión de estar frente a un musou, sobre todo durante las primeras horas, porque muchas veces los grupos de enemigos que van surgiendo por la pantalla son simples monigotes que están ahí para recibir tajos y para que los masacremos brutalmente. Pero si no sois de los que os gustan los musous, podéis estar tranquilos porque en realidad las batallas son mucho más profundas de lo que parecen.

No siempre los enemigos comunes están ahí sin hacer nada, porque algunos sí que pegan y muy duro, por lo que el ponerte a pulsar el botón de ataque sin más no suele ser siempre lo más recomendado. Sobre todo porque en todos estos enfrentamientos hay un adversario de tipo élite, que es más poderoso y aguanta los impactos como un condenado, obligándote a encontrar el mejor más oportuno para golpear y reducirle la vida poco a poco.

A su vez, también hay otras criaturas de fantasía o seres descomunales que disponen de su propia barra de escudo que es indispensable bajar poco a poco para así machacarlos con todas nuestras ganas como si no hubiese un mañana. En definitiva, los combates son de lo mejor del juego y bastante espectaculares, porque a los salvajes combos a los que se puede dar rienda suelta se suman también algunas habilidades especiales en forma de magias que consumen cristales u otros ataques muy letales.

Además, Iori es capaz de alternar entre Saber o el compañero que tenga en ese momento, cuyo uso no es que sea ilimitado, algo que es comprensible porque estos otros personajes pegan con una fuerza demasiado poderosa y capaz de liquidar a cualquiera en un santiamén sin apenas despeinarse. Todo ello en general con un ritmo muy frenético porque la acción transcurre a una velocidad pasmosa.

Sin embargo, aunque ciertas batallas pueden plantear un buen desafío, especialmente las que están relacionadas con adversarios de verdad y jefes finales, la mayoría son bastante sencillas y puedes acabar con ellas en menos de un minuto. Esto puede provocar que a la larga, con el paso de las horas, algunas de ellas se puedan hacer un tanto repetitivas por tener que estar haciendo lo mismo constantemente y por la falta de un buen reto que te motive a repartir espadazos sin parar.

En otro orden de cosas, volviendo a las ciudades de la aventura, por todas ellas habrá tiendas para adquirir objetos o comida para recuperar puntos de vida, a lo que se suman otros personajes con otros cometidos, como algunos que ofrecen objetivos secundarios a cumplir para recibir a cambio recompensas. Lo bueno es que tampoco te hace falta estar pendientes de ellos, porque la mayoría consisten en eliminar a una cantidad concreta de enemigos o liquidarlos de alguna manera determinada, algo que acabas haciendo por inercia a base de librar combates.

Asimismo, Iori dispone de una especie de base de operaciones desde la que se pueden gestionar multitud de aspectos, como las piezas de equipo de sus espadas para potenciar sus estadísticas o efectos secundarios, la asignación de puntos de habilidades, la posibilidad de obtener ciertos efectos temporales y mucho más, aparte de tener tu propia cama para descansar y recuperar fuerzas para lanzarte al combate una vez más.

A la conquista de las fuentes espirituales

Para que no todo sea ir de un lugar a otro completando misiones y librando una batalla tras otra, el juego cuenta con otra característica que al mismo tiempo es de las más importantes, como es la conquista de las fuentes espirituales. Consisten en una serie de batallas estratégicas que en su mayor parte transcurren en el mapa general del juego, en el que de repente aparecerán decenas de zonas que hay que hacerse con ellas.

La finalidad de esta especie de modo alternativo consiste en viajar hasta otra ciudad del mapa, pero para ello hay que ir pasando por distintas fuentes que con tan solo pisarlas pasan a estar bajo tu control. Cuantas más tengas de tu color, más poderoso se irá volviendo Iori, pero el problema es que también hay enemigos tratando de llevar a cabo la misma tarea, por lo que hay que estar atentos a sus posiciones para cortarles el paso y evitar que se produzca una tragedia.

Ahí es cuando comienza una batalla de las de verdad contra un grupo de enemigos o algunas criaturas mucho más poderosas para hacer estas misiones más entretenidas. Además, no es a lo único que toca estar pendientes, porque los movimientos por el mapa son limitados y por lo tanto hay que gestionarlos adecuadamente, así que no bastará con moverse simplemente por cualquier zona para apoderarse del mapa entero, dado que hay que pensar bien la ruta a trazar.

En futuras batallas la situación se complica más todavía, porque los enemigos cada vez son más numerosos, se añaden nuevas funciones a tener en cuenta y se aumenta la cantidad de caminos, entre ellos algunos que incluso se verán bloqueados por una serie de requisitos a cumplir previamente para poder progresar. Por lo tanto, la dificultad va creciendo, pero la verdad es que la conquista de fuentes espirituales es muy entretenida y le da como un soplo de aire fresco al tener que estar combatiendo todo el rato.

La opinión de VidaExtra

Para ser la primera vez que juego a una entrega de la saga Fate la sensación que me ha brindado ha sido muy satisfactoria. Los personajes tan variopintos y su trama tan bien llevada han logrado engancharme plenamente por descubrir cómo se iba a resolver el conflicto en esta guerra entre las parejas de maestros y sirvientes, con un toque muy espectacular con unas secuencias que parece enteramente que se han extraído de una película o serie anime.

Los combates, sin ser perfectos, en general también me han acabado impactando para bien y lo mejor de ellos son las habilidades y combos definitivos que pueden ejecutar los diferentes héroes para hacerlo todo más espectacular. Quizás donde más flojea el juego es en los escenarios al ser tan similares, aunque lo solventa con la conquista de las fuentes espirituales al hacer más variada la jugabilidad con ese punto tan estratégico.

El hecho de que no esté localizado al castellano es algo que tampoco juega a su favor y es una pena, porque aquellos que no dominen el inglés se perderán una historia muy interesante de las que te atrapan y se perderán muchos momentos emocionantes o chascarrillos que soltarán los personajes a veces. También hay que decir Fate/Samurai Remnant tal vez no sea uno de los mayores juegazos de esta recta final del año, pero sí uno que os puede entretener fácilmente si sois de los que os encantan los RPG de acción.

Precio de Fate/Samurai Remnant

Los que queráis haceros con Fate/Samurai Remnant lo tenéis disponible en Amazon con su edición física para PS4, PS5 y Nintendo Switch por 66,99 euros. En cambio, los que prefiráis comprarlo en digital puede ser vuestro por 69,99 euros en su versión para PC en Steam, en PlayStation Store para las consolas de PlayStation o en la eShop para los que queráis tenerlo en la consola de Nintendo.

Duración de Fate/Samurai Remnant

El completar la historia principal puede llevar alrededor de las 30-40 horas aproximadamente, aunque aquellos que busquen ir a por el 100% completando todas las misiones principales y secundarias les llevará unas 60 horas.