Desde que tengo uso de conciencia me ha quedado muy claro que el ser humano es una plaga incontrolable para la Tierra. No es que el reciclaje sea parte de mi vida, pero creo tener bastante sensibilidad ecologista en el cuidado del planeta y el ahorro de recursos. Sin embargo, el guantazo que me ha dado After Us no lo había visto venir.
Tras confirmarse el gran talento que atesora Piccolo Studio con Arise: A Simple Story, la desarrolladora barcelonesa vuelve a la carga con un título que transmite una crítica feroz contra el papel de la humanidad. Arrasamos allá por donde vamos, aniquilamos sin pensárnoslo dos veces y, aún así, hay un brillo para la esperanza al final del túnel.
Un mundo marchito
After Us marca el paso a base de simbolismos y representaciones a gran escala, ya sea desde el punto de vista de la naturaleza como la del consumismo desmesurado. Aquí tomamos el control de Gaia, el espíritu de la vida que se encomienda en un viaje que le mostrará los horrores que el hombre ha perpetrado. Protectora de todo cuanto florece en este mundo, nuestra misión será la de recuperar los diferentes espíritus vinculados a los animales extintos y devolverlos al Arca de la Madre.
Un propósito noble con el que se busca salvar las almas de aquellos que no tienen culpa. Ballenas arponeadas, águilas encerradas contra su voluntad, perros enterrados entre kilos de basura y una lista de hasta ocho receptáculos vitales que debemos hallar. Sin embargo, el camino que recorreremos es absolutamente desolador, pero se ha plasmado con una maestría que asusta.
Imaginaros la clásica ciudad industrial, en la que las fábricas son más comunes que los edificios, donde la gente se agolpa por un centímetro cuadrado de espacio y donde es más fácil pisar un trozo de basura que ver una flor. Suena repulsivo, ¿verdad? Piccolo Studio consigue transportarnos a ese punto exacto para revelarnos escenarios que son un reflejo triste, pero cierto, de quienes somos.
Edificios en ruinas hasta lo más alto del cielo, coches flotando en descomposición, esquinas repletas de suciedad y una decadencia total. La estampa de los niveles es desoladora, aunque los seres humanos no nos libramos de nuestra ración. En After Us recibimos el más que apropiado nombre de Devoradores y se nos responsabiliza, con razón, de los males que acechan al mundo. Cada individuo se representa desnudo, en tonos grises, con los ojos vacíos o una intensa mirada roja.
Los humanos se desplazan como abejas hacia la miel, enfocando la vista únicamente hacia donde está lo que necesitan. Nos podemos topar con ellos en mareas, en poses solitarias y reclamando en todo momento. Tanta necesidad tienen que se defienden con uñas y dientes, buscando acabar con Gaia de cualquier forma para devorarla. Y esto se traslada a cada uno de los enormes lugares que visitamos.
Una mina expoliada, un vertedero en la periferia de la ciudad o el océano más profundo son algunos de los parajes que los humanos han arrasado sin compasión. Su representación es soberbia, pues ha habido un trabajo clave en representar por todas partes cómo se ha explotado cada bioma. El fondo del mar está repleto de redes que intentan pescarnos, las minas son un peligro explosivo por culpa de la dinamita y las excavadoras son enemigos que intentan aplastarnos mientras cumplen su cometido.
Somos auténticos borregos sin compasión por nada de lo que tenemos a nuestro alrededor, aunque After Us sabe que incluso nosotros pertenecemos a la naturaleza. Nos hemos perdido y desviado, pero eso no impide que se atisbe un hálito de esperanza por nosotros, pues no todos somos culpables de la catástrofe.
Que florezca la vida
En contraposición a la desgracia que vemos por todas partes aparece Gaia. La joven muchacha, la representación de la vida misma, posee poderes asombrosos que podemos aprovechar a nuestro favor. Ella es la pura antítesis de todo cuanto nos rodea, por lo que el simple hecho de caminar provoca que florezca césped y flores allá por donde pasa.
After Us nos propone muchas plataformas y de diferente condición. Ya sea a través de bolas de demolición, fachadas quebradizas o en terrenos realmente amplios, la agilidad de Gaia es enorme y se disfruta muchísimo. El control que tenemos sobre la protagonista es total, pudiendo alcanzar grandes velocidades, ejecutar saltos dobles y hasta aprovecharnos de dashes, sin mencionar el surfear cables. Únicamente por este ramillete de posibilidades se podría sustentar la partida, pero hay mucho más.
Me ha sorprendido gratamente cómo en cada lugar nuevo que visitamos Piccolo Studio ha aprovechado para implementar una mecánica diferente. Por ejemplo, en el vertedero llueve ácido de forma incesante, por lo que tendremos que guarecernos. También hay que perseguir y apagar las mechas encendidas de las bombas en las minas, al mismo tiempo que corremos por nuestras vidas mientras esquivamos arpones gigantes. No solo hablamos de una variedad que aporta mucho al conjunto, sino que se tratan de representaciones directísimas de cómo el ser humano ha aniquilado cada uno de los ecosistemas. A este tipo de amenazas se enfrentaban los indefensos animales.
Pero, ¿hay algo que valga la pena entre tanto desastre? Sí, y son los propios espíritus que podemos rescatar de su encierro. Suponen el punto y final de cada uno de los escenarios, permitiendo liberarlos para que escojamos en qué dirección queremos ir. No estamos ante un mundo abierto, pero After Us sí que permite una gran libertad a la hora de que decidamos el camino que preferimos seguir. De esa forma, podemos optar por salvar antes a la ballena que al ciervo, si bien no hay ningún cambio en la progresión al hacerlo.
Por otra banda, otro de los objetivos a conseguir es apagar por completo las numerosas torres petrolíferas, representaciones de la industria despiadada. Son lugares fuertemente custodiados por los humanos o por un terreno de difícil acceso, por lo que hay que ingeniárselas un poco para lanzar nuestro corazón para apagarlas. Porque sí, el corazón de Gaia es un elemento fundamental a la hora de resolver diferentes situaciones.
Rebusca entre la basura
A través de pulsos que podemos hacer explotar, Gaia libera su energía para rodearlo todo al instante de un mar verde de naturaleza. El efecto es francamente impresionante y funciona a las mil maravillas en todas partes. A su vez, actúa como método aturdidor contra las oleadas de Devoradores que se abalanzan sobre nosotros y he aquí el único punto oscuro de todo After Us.
Hay momentos en los que habrá que ir a cara de perro con combates que, si bien se resuelven con facilidad, no resultan atractivos. No se puede fijar un blanco a la hora de disparar el corazón para causar daño, por lo que muchas veces fallaremos y nos quedaremos indefensos durante unos instantes. Por suerte, podemos liberarnos de los agarres de los enemigos para seguir dando batalla. Con todo, la sensación es que este apartado no favorece el conjunto, si bien es cierto es que se presenta con relativa poca frecuencia.
El peso auténtico del gameplay se lo lleva el plataformeo que nos impulsa a explorar más allá de lo que alcanza nuestra vista. Los parajes poseen proporciones colosales y una distancia de dibujado fabulosa, o lo que es lo mismo, una disposición perfecta para esconder toda clase de coleccionables. Más allá del receptáculo que debemos rescatar, hay muchos otros espíritus a su alrededor. Es posible lanzarnos a la aventura para ver qué descubrimos, pero haciendo que Gaia cante recibiremos todas las pistas que necesitamos.
Unas mariposas de colores saldrán de su boca para revelarnos la presencia de otros animales que podemos rescatar y fragmentos de relatos. No son imprescindibles para avanzar, pero aportan muchísimo contexto a cada uno de los escenarios. Nos muestran historias de humanos y cómo, de una forma u otra, disfrutaron de la naturaleza o vieron como la opulencia terminó por arrasar los vergeles que más amaban. Son píldoras muy recomendables, dibujadas en estilo cómic fenomenal.
La opinión de VidaExtra
Piccolo Studio ha conseguido lo que puede ser incluso más difícil que triunfar con tu primer juego: hacerlo con el segundo. Hay que ver qué destino comercial le depara a After Us, pero no será por falta de creatividad, tanto a nivel artístico como mecánico. Funciona como una máquina bien engrasada, esa misma que se encarga de señalar con el dedo furiosamente.
El mensaje tan potente de cuidado hacia la naturaleza se filtra con contundencia por todos los poros del juego y es imposible no sentirse reflejado. El título nos muestra cómo somos, nos deja en evidencia ante el mundo y aún así nos extiende la mano en señal de ayuda. Gaia representa ese chispazo de que hay un futuro mejor y controlarla es sencillamente genial. La obra está realmente pulida, sin un solo fallo detectado y con un apartado gráfico realmente consistente.
After Us reparte belleza y destrucción a partes iguales, aunque en un equilibrio delicado que maneja de fábula. Sin ninguna duda, estamos ante uno de los mejores juegos españoles de los últimos años y de cuyas pantallas no te arrepentirás de ninguna manera.
Precio de After Us
El precio de After Us todavía no ha sido desvelado oficialmente, pero sí que podéis haceros con la obra en las tres plataformas disponibles. Se puede adquirir tanto para PS5 como Xbox Series X/S como PC a través de Steam.
Duración de After Us
La duración aproximada de After Us es entre las 6 y las 7 horas. Eso es lo que he tardado en terminar mi partida con los 8 receptáculos conseguidos, 68 de 100 espíritus recolectados y 73 de 89 recuerdos acumulados. Dependiendo de la cantidad de coleccionables que quieras obtener, esta cifra puede descender o aumentar, más allá del tiempo que inviertas en superar cada uno de los obstáculos.
After Us
Plataformas | Xbox Series, PS5 y PC (versión analizada) |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Piccolo Studio |
Compañía | Private Division |
Lanzamiento | 23 de mayo de 2023 |
Lo mejor
- El apartado visual y su simbolismo es canela en rama
- Controlar a Gaia es una delicia
- Cómo ofrece una sorpresa nueva a cada escenario
Lo peor
- El combate está lejos de ser disfrutable
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