Análisis de Relicta: gravedad al cubo para poner a prueba nuestra paciencia con puzles

Análisis de Relicta: gravedad al cubo para poner a prueba nuestra paciencia con puzles

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Relicta

El género de los first-person puzzler es uno de mis favoritos desde que me maravilló, al igual que tanta gente, aquel Portal de Valve en el lejano 2007. Esos rompecabezas tan ingeniosos bajo una historia detrás siguen trayendo cola y el siguiente representante lo tenemos a cargo de Mighty Polygon y su Relicta.

En la primera toma de contacto de este trabajo del estudio valenciano, nos gustó cómo basaba todos sus puzles en dos conceptos básicos, pero no por ello menos complejos: el magnetismo y la gravedad manipulando cubos. Además, todo ello bajo un entorno lunar con diversos biomas sumamente diferenciados entre sí. La duda es: ¿qué tal resulta la experiencia final? ¿Merecen la pena sus puzles?

Esta no es la Luna que conocemos en la Tierra

Relicta

Tal y como dejamos claro con nuestro adelanto del mes pasado, Relicta nos lleva hasta el futuro, en concreto al año 2120. Y como es lógico, con muchos avances en términos científicos. Sin ir más lejos, la humanidad ha creado una base en la Luna con diversos biomas para seguir experimentando en distintas materias, como manipular la gravedad o jugar con la atracción magnética por medio de unos guantes especiales. Pero como en toda historia, se produce una catástrofe.

Sí, surge un problema en la base Chandra de la Luna, con Angelica Patel sufriendo un percance por culpa de un vector maligno desconocido dentro de la cámara de Relicta, el material que da nombre al juego. Sin tiempo a reaccionar, la historia retrocede dos años para ponernos en tesitura dentro del cráter De Gerlache terraformado de la Luna y comprender mejor qué pasó con Kira Patel, su hija.

A partir de ese instante, iremos visitando las distintas taigas que componen dicha base lunar, haciendo acopio de las habilidades especiales del guante para resolver puzles y comprobar que todo está en orden, a la vez que sigue avanzando la trama, con conversaciones entre Laia Alami y Angelica, junto con una serie de documentos que podremos leer desde nuestra PDA si somos lo suficientemente curiosos para indagar más sobre el tema. Incluso con simples objetos visuales.

No es la típica aventura que premie siempre la exploración, en parte por contar con muchas salas cerradas dentro de la base o con otras donde no hallaremos nada pese a abrir distintos compartimentos, lo que llega a fastidiar un poco. No es la faceta más atractiva del juego, eso desde luego. Y se nota que tampoco han querido distraer al jugador cuando le toca resolver puzles, puesto que nos toparemos constantemente con muros invisibles para no salirnos de la ruta.

Esto último, que tiene cierta lógica, se convierte en una losa en ciertos tramos de la historia por lo mucho que puede entorpecer la resolución de algún puzle. Incluso en espacios cerrados también habrá algún muro invisible que provocará que un cubo no llegue a su destino correctamente y tengamos que medir más si cabe nuestros movimientos. Y ni qué decir tiene que nuestro salto es limitado.

Relicta ni es corto ni tan fácil como otros puzles

Relicta

Entrando de lleno en sus mecánicas principales con los puzles, Relicta cuenta con una dificultad creciente que no deja de sorprender (aunque también saturar) a medida que exploramos a fondo cada uno de los biomas de la base lunar. Y siempre girando en torno a esos dos principios básicos con el magnetismo y la gravedad con cubos, aunque de modo totalmente diferente a la saga Q.U.B.E..

De Gerlache, Shoemaker, Sverdrup o Faustini ofrecen paisajes completamente diferentes entre sí, pese a mantener ese objetivo de llegar del punto A al B abriendo una serie de puertas para poder avanzar con Angelica Patel. Pero hay un problema: para abrir cada puerta importante, hay que depositar uno o más cubos en una serie de interruptores. Y con otro problema añadido: por las puertas moradas no pueden pasar los cubos, por lo que tenemos que ingeniárnoslas para ver cómo podemos colarlos. Es ahí donde entra en juego el citado guante.

Al principio será todo muy sencillo, para que comprendamos el funcionamiento de dichos guantes: dos polos opuestos, se atraen. Y si eliminamos la gravedad de un cubo, éste podrá "volar" con facilidad. Pero poco tardaremos en ver cómo se va complicando el asunto, teniendo que jugar con las puertas de modo imaginativo, activar nosotros mismos un interruptor para que pase otro cubo, aprovechar la inercia, jugar con las alturas... Es increíble lo que se puede lograr todo eso.

Cada taiga cuenta con sus propias variables, además, para que cada vez resulte todo más enrevesado. Ascensores, compuertas o puestos desde los que invocar cubos asociados a una letra del alfabeto griego, son tan solo unos ejemplos.

Relicta exige que prestemos mucha atención, además. Si bien no permite la exploración como tal cuando estamos inmersos en la resolución de puzles, sí que es necesario escudriñar cada rincón de una prueba para analizar con calma todos los pasos a seguir, dónde están los cubos, cuáles podemos manipular al principio y qué polaridades hay que activar. Porque, para colmo, no tardaremos en visitar zonas algo extensas y con distintas salas conectadas que pueden abrumar mucho al principio y que no permiten ningún error. ¿Y qué pasa si no hay vuelta atrás? Con mantener pulsado un botón, reiniciaremos la sala como si no hiciésemos nada.

Le faltaría un empujoncito para ser más grande

Relicta

Con su pasada demo para Steam me había dejado muy buenas sensaciones, pese a chocarme (nunca mejor dicho) esa insistencia con los muros invisibles, que rompían la magia de estar en una base lunar de lo más atractiva. Sin embargo, hay otros aspectos que tampoco están a la altura, como escuchar muchos diálogos que se cortan al principio (pese a ser un trabajo español, cuenta con doblaje en inglés y textos en castellano) o que las colisiones con los cubos o el propio salto de Patel sea mejorable. De hecho, se echa en falta un botón para agacharnos.

Esto se debe a que en más ocasiones de las que me gustaría, el viaje encima de un cubo (desactivando su gravedad e impulsándolo con la misma polaridad) provocó colisiones en la cabeza de Patel haciendo que se cayese donde no debería. O simplemente impidiendo que se subiese a otras zonas en donde no habría ningún problema. Son detallitos que acaban desdibujando el conjunto.

En cuanto a los puzles, todos siguen una lógica y el diseño de cada prueba es, por lo general, acertado, pese a que haya zonas que llevan al despiste por no saber delimitar bien por dónde podemos pasar. En todas las pruebas hay una única solución con unos pasos que hay que seguir a rajatabla. El problema, como en todo puzle, es dar con esa solución sin atascarnos. Y aquí nos atascaremos.

Sorprende por el gran número de puzles y su larga duración si lo comparamos con otros representantes del género, como Superliminal o The Spectrum Retreat, por citar otro par, que se podían ventilar en un par de horas o tres. No llega a la excelencia ni complejidad de The Witness, está claro, pero tampoco era la intención de Mighty Polygon. Al fin y al cabo, la base lunar es mucho más lineal.

El caso es que aquí hay juego para rato y las distintas regiones (en exteriores e interiores) de las distintas taigas de Chandra, pondrán a prueba al más pintado y con una historia que nos deparará sorpresas hasta la gran revelación final...

La opinión de VidaExtra

En definitiva, Relicta es una experiencia notable para los amantes de los puzles que busquen nuevos (y exigentes) retos. Se puede hacer pesado por momentos, pero también sabe dejar más de un desafío digno de mención donde exprimir el cerebro a tope. Si nos atascamos, a reposar para pensar con claridad después.

Relicta

Relicta

Plataformas PS4, Steam, Stadia y Xbox One (versión analizada)
Multijugador No
Desarrollador Mighty Polygon
Compañía Ravenscourt
Lanzamiento 4 de agosto de 2020
Precio 19,99 euros

Lo mejor

  • Gran variedad de biomas en Chandra
  • La dualidad magnética y gravitatoria
  • Puzles ingeniosos de dificultad creciente

Lo peor

  • Tanto muro invisible resulta excesivo
  • Errores menores del control y las voces

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