Las modas suelen tener fin, pero también tienden a ser cíclicas y de vez en cuando hay algún que otro revival con sus tendencias. Por ejemplo, la fiebre por nuevos Battle Royale ha pasado a mejor vida y ahora está regresando tímidamente la fórmula propuesta por los Left 4 Dead de Valve hace algo más de una década.
No lo decimos únicamente por Back 4 Blood, su sucesor espiritual, sino también por Aliens Fireteam Elite y otros tantos, como World War Z o los Vermintide del universo Warhammer. ¿El próximo juego en esa misma línea? Ni más ni menos que Ubisoft con un spin-off de Rainbow Six Siege al que ha bautizado como Rainbow Six Extraction. Un videojuego con énfasis en la compenetración con el resto de compañeros que busca una dificultad extrema, en la línea de GTFO.
Si no te comunicas con tu grupo, estás muerto
Gracias a la compañía gala tuvimos ocasión de probar esta nueva propuesta dentro del universo R6, surgida dentro de un modo limitado. Fueron cuatro horas de mucho sufrimiento y diversión, con la ayuda de otros compañeros del medio.
De entrada se diferencia de la mayoría de títulos mencionados por reducir el número de jugadores a tres por partida. Y esto tiene una consecuencia de peso: consigue que la comunicación con las otras dos personas sea vital para estar al tanto de lo que sucede en pantalla, ya que con el sistema ping se pierden unos valiosísimos segundos de reacción. Además, estamos hablando de un juego donde sus alienígenas nos pueden matar de cuatro o cinco golpes sin casi darnos cuenta, por lo que podríamos introducir aquí el famoso meme de Dark Souls...
Que lleve el nombre de Rainbow Six no es casual, al seguir siendo un juego muy táctico. Además, están buena parte de los Operadores vistos en la última entrega, cada uno de estos agentes con sus propias características en cuanto a habilidades o accesorios se refiere, lo que se traduce en innumerables opciones de afrontar cada situación en base al resto de compañeros de nuestro escuadrón.
Aquí no vale hacerse el héroe e ir en plan Rambo, porque alejarse del grupo se suele traducir en una muerte segura a poco que se junten dos o tres alienígenes normales. Y esto tiene una consecuencia de lo más trágica: la muerte del personaje es (casi) permanente. En este sentido, aplica el modo estándar de Watch Dogs Legion, donde un agente sufría daños severos (o era secuestrado) y había que esperar hasta recuperarlo con tratamientos médicos o iniciando una misión de rescate. Y es precisamente lo que sucede aquí, con varios matices.
Rainbow Six Extraction no es generoso con los botiquines, al haber muy pocos desperdigados por cada mapa. De entrada es un punto diferenciador y disuasorio respecto al revolucionario shooter de Turtle Rock Studios, donde sí había botiquines en cada refugio. A esto hay que sumarle que es casi tarea imposible completar una misión sin sufrir daños, por lo que para la siguiente misión nuestro Operador estará herido y tendrá menos vida. ¿Y esto qué significa? Que es recomendable optar por otro personaje hasta que el primero se recupere.
Lógicamente, con tantas partidas a lo largo de cuatro horas fracasamos de modo estrepitoso en muchas de las misiones, optando en la mayoría de los casos por la extracción básica al cumplir la primera tarea. Y lo gracioso es que sentíamos que habíamos cumplido con éxito la misión debido a la dureza progresiva (partiendo de un punto inicial exigente) de cada zona pese a ser veteranos de Left 4 Dead.
Rainbow Six Extraction premia que te arriesgues
Viendo cómo es el juego en realidad, ahora nos parece más acertado el nombre de Rainbow Six Extraction tras aquel Rainbow Six Quarantine inicial que se modificó por la pandemia que estamos sufriendo. El motivo no es otro que por basar su objetivo principal en las extracciones. No, no se completa una misión de modo automático, sino que para que sea exitosa hay que extraer al Operativo después.
Cada región dispone de tres misiones que van rotando aleatoriamente cada vez que entramos. Y aquí abruma su enorme variedad de objetivos. Ojo, porque estamos hablando de 13 tipos de objetivos totalmente diferentes entre sí. Puede ir de lo básico como es dar caza a un tipo de alienígena en concreto, pasando por otro más arriesgado como es extraer dicha criatura viva, con lo que eso supone: provocarla primero para que nos persiga hasta que sea seguro poder contenerla.
Los mapas son de dimensiones algo reducidas, como un mapa estándar de Call of Duty, aunque están divididos en tres partes, una para cada objetivo. Si cumplimos el primero podemos pasar a la siguiente zona y así hasta la tercera y última, pero teniendo en cuenta que cada objetivo posterior incrementará su dificultad. De ahí que si hemos sufrido para cumplir uno lo más recomendable sea extraer a los Operadores y salir pitando de ahí para obtener algo de recompensas.
Que se premie el riesgo si cumplimos objetivos tiene sus consecuencias si, por contra, fallamos. Y no solamente de cara a perder a un Operativo durante varias partidas, sino a que pierde experiencia y por lo tanto nivel. Sí, se nos penaliza al fallar. Ubisoft Montreal no se ha andado con rodeos en este shooter cooperativo.
Con casi una veintena de agentes disponibles (la mayoría a desbloquear mediante nuestro progreso general) tampoco resulta fácil de entrada dar con un personaje que se adapte a nuestro estilo, en parte porque tendremos que ir cambiando de modo forzoso con cada partida al ser inevitable que salgan heridos. Gridlock, Nomad, Smoke, Ela, Sledge, Alibi, Lion, Vigil, Hibana, Doc, Pulse, Finka... Son viejos conocidos del universo Rainbow Six y cada uno se adapta a un tipo de clase en concreto, como médico, tanque, sigilo... Y tanto en arsenal como en habilidades.
No en vano la historia de Rainbow Six Extraction reúne a estos Operadores para contener al parásito quimera, que está de regreso en la Tierra afectando ahora a la región de Estados Unidos. Es por ello que se ha creado al grupo REACT (Rainbow Exogenous Analysis & Containment Team) como unidad especializada para analizar y contener a esta amenaza exógena que responde al nombre de arquea.
El problema es que haremos frente a más de una decena de criaturas sacadas de nuestras peores pesadillas, dejando en pañales los arquetipos del género al ir mucho más allá en cuanto a mala baba se refiere, sobre todo por la letalidad de gran parte de esos parásitos alienígenas al poder matarnos fácilmente con tres o cuatro golpes a poco que nos despistemos. Y ya no digamos en modo difícil...
Y si buscas un reto más extremo, también lo habrá
En esas cuatro horas de juego que nos facilitó Ubisoft con otros compañeros del medio pudimos probar varias de las regiones que habrá disponibles en la versión final que saldrá al mercado el 20 de enero en PC, consolas PlayStation y Xbox, y juego en la nube. Cada región con tres mapas diferenciados y de dificultad creciente, viendo lugares emblemáticos de Nueva York, Alaska o San Francisco.
Como adelantamos unos párrafos más atrás, lo bueno es que nunca sabremos con qué nos va a sorprender cada partida al variar sus objetivos. Practicarle una biopsia a un parásito, hacer un rastreo de todos los nidos de la zona, encontrar y activar tres estaciones sísmicas en un orden en concreto... Cada objetivo aporta un reto diferente, siendo uno de nuestros favoritos el de rescatar a un VIP atrapado vigilando todos los tentáculos que lo tienen preso mientras hacemos frente a varias oleadas de enemigos alertados, cómo no, por nuestra presencia.
De la saga Rainbow Six hereda, aparte del espíritu táctico, un arsenal a la altura donde no falta la posibilidad de levantar fortificaciones para amurallar los accesos por puertas o ventanas... aunque ninguno sea lo suficientemente duro si se presentan varias arqueas, claro está. ¿Y cuál es la que más nos sacó de nuestras casillas? Dudamos entre el esquivo y poderoso Tormento o lo mucho que dan por saco los Impelos al disparar pinchos a distancia. Porque no, no todas las arqueas atacan cuerpo a cuerpo. Y sí, hay algunas que también explotan o que sueltan veneno. Hasta la más insignificante nos puede molestar la visión o ralentizarnos.
En este sentido hay que prestar mucha atención a los nidos, puesto que sueltan una sustancia viscosa llamada muciélago que dificulta nuestro movimiento. Si atacamos los nidos cuerpo a cuerpo, dicha sustancia desaparece y del nido ya no podrá salir ninguna criatura, además, que es algo que hace la arquea Alfa con demasiado ímpetu... Pero lo peor de todo es que no todas las arqueas son vulnerables a los disparos a la cabeza, como el tanque Mole, al que es recomendable tumbar primero para acuchillar después por la espalda.
Aquí influye el tipo de Operador que controlamos, puesto que algunos son ideales contra ciertos arqueanos, mientras que otros nos facilitan la tarea de escanear la zona o gozar de cargas de salud extra, que esto viene muy bien en misiones de dificultad más avanzada. Y ni qué decir tiene que si ya de por sí el juego es difícil, el que busque retos extremos también lo obtendrá mediante su endgame.
El protocolo Maelstrom es el nombre que lleva su modo extremo, siendo un popurrí del resto con el agravante de obligarnos a cumplir nueve objetivos seguidos para que la misión se considere exitosa. Vamos, casi todos los tipos de misiones que hay, con dificultad que irá en aumento, con menos tiempo para cumplir el objetivo y con escasez de recursos. Un panorama bonito, ¿verdad?
Al igual que GTFO, Rainbow Six Extraction está enfocado a un tipo de público mucho más exigente dentro de los shooters cooperativos. Y viniendo de la saga a la que pertenece, tiene todo el sentido del mundo que haga acopio de esa exigencia. Así que la simple idea de jugar con desconocidos y sin comunicarse por micrófono está abocada al fracaso. Reúne a tus colegas con los que te ventilaste los Left 4 Dead en extremo y prepárate para sufrir como nunca antes.
Y con Xbox Game Pass no habrá excusa para no intentarlo, al menos.
Rainbow Six Extraction Deluxe PS5
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