Hace unos días cayó en mis manos el juego de cartas Martes 13 de Tranjis Games y, cuando lo enseñé a los críos para probarlo con ellos, la pregunta no se hizo esperar. “¿Y por qué se llama Martes 13?”
Ya no es que sea complicado explicarle a un crío por qué nos volvemos bobos perdidos por culpa de las supersticiones, es que además lo de explicarle el porqué del Martes 13 se me escapaba por completo. ¿Curiosidad y juego de mesa? Parece la excusa perfecta para un doble combo.
Por qué el Martes 13 da mala suerte
Mientras ellos se leían las instrucciones (yo ya traía el trabajo hecho de antes) me puse a buscar de dónde narices salía aquello del martes 13. Un día que, por cierto, no es el mismo en todos los países. En Italia, sin ir más lejos, es el viernes 13, igual que en zonas anglosajonas.
El caso es que no hubo un fatídico martes 13 que lo inició todo, sino una combinación de ambos factores. El martes se nos atraganta porque es casi un lunes, pero también porque la mitología romana nos enseñó a temer al dios de la guerra y la destrucción Marte, o porque sucesos históricos dramáticos como la caída de Constantinopla sucedieron en martes.
Con el 13 vamos un poco por el mismo camino. 13 comensales en la última cena que derivó en la muerte de Jesucristo, Loki fue también el comensal número 13 en otra mítica cena nórdica, el Anticristo en el capítulo 13 del Apocalípsis, la carta número 13 del tarot es la muerte… 13, mal, en resumen.
Y en algún punto en el tiempo a alguien le dio por unir ambas cosas y decir que en "martes 13 ni te cases, ni te embarques, ni de tu casa te apartes". Y como tenemos relativa facilidad para creernos cualquier bulo y acordarnos de cualquier rima tontona, pues martes 13 y mala suerte empezaron a ir de la mano.
Cómo se juega a Martes 13
La idea detrás de Martes 13, como ya habrás imaginado, pasa por ser la persona con menos mala suerte del grupo de 3 a 6 jugadores que os hayáis sentado a jugar. Difícil teniendo en cuenta que esto va de espejos rotos, gatos negros y escaleras (otro día buscamos el origen de eso también).
Con esos tres grupos claros, la idea es que en tu turno juegues una carta en cada pila correspondiente sumando menos de 13 puntos. Si te pasas del 13 porque no puedes jugar otra carta en otra pila o hacer uso de algún comodín, pues te llevas todas las cartas que haya ahí.
Cuando todo el mundo haya jugado su mano al completo, la ronda se da por finalizada y se cuenta la mala suerte que hemos tenido. El girito es que aquél que tenga más cartas de cada palo se deshace de esas cartas, dando lugar así a una estrategia en la que tal vez te sea interesante ir a por cuantas más cartas mejor, mientras que el resto puntuará de forma negativa en base a las cartas acumuladas.
Martes 13 es uno de esos juegos ágiles y divertidos que vienen de perlas para el verano, que puedes jugar en familia sin demasiadas excusas, y que resultan lo suficientemente accesibles para que nadie se atasque en exceso o deba tener en cuenta estrategias demasiado enrevesadas. No he tenido mala suerte con él.
Martes 13
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