El ser humano es cotilla por naturaleza. Sí, tú lo eres, yo lo soy y todos lo somos, en mayor o menor medida. Los chismorreos nos encantan junto con ese rumor que quién si sabe si realmente cierto. En definitiva, que somos unos fisgones que nos metemos donde nadie nos llama.
Sin embargo, hay una vertiente mucho peor y es la del voyeur. Esa persona que siente el impulso de observar y grabar a los demás, sin ningún tipo de pudor. Pensaba que no formaba parte de ese peligroso grupo de la población, pero Do Not Feed The Monkeys 2099 me ha demostrado que sí.
Tras haber probado su demo, la cual pasa a estar disponible hoy gracias al Steam Next Fest, me ha quedado claro que hay partes de mí que no conozco. Eso sí, la gente en su intimidad hace cosas muy raras que todavía no comprendo.
Una secuela de manual
El exitazo le llegó a Fictiorama Studios y a Badland Games en 2018. El Do No Feed The Monkeys original ha recibido excelentes críticas desde su lanzamiento hace cuatro años y ahora le llega el turno a una secuela que nos traslada unos cuantos años al futuro.
Sin embargo, esto no nos libra de los viejos usos y costumbres de toda la vida. A pesar de que la tecnología ha dado un salto cualitativo enorme, lo cierto es que en el 2099 hay que seguir teniendo los ojos puesto en todas partes. Así lo demanda el Club de Observación de Primates, incluso cuando las megacorporaciones hacen lo que quieren con los planetas del universo.
La Tierra ya no es habitable, así que las compañía han expandido su dominio por las estrellas y la publicidad es el día a día de cualquier ciudadano. Nuestra tarea, sin embargo, será alejarnos de los cánones habituales, teniendo que espiar todo tipo de situaciones, algunas surrealistas.
La aplicación de MonkeyVision cuenta con varias cámaras que nos permiten echar un vistazo a una consulta de psicología dirigida por una mujer planta, una fábrica de objetos aleatorios, un satélite en el espacio y hasta una pitonisa que huele mejor el dinero que el porvenir. Escuchando sus conversaciones y observando el entorno que les rodea, iremos acumulando palabras que podremos buscar en una suerte de Google futurista.
A partir de investigar y observar todo lo que sucede a lo largo de un día en cada lugar, lograremos recopilar información muy valiosa. ¿Para qué sirve saber que la paciente de la psicóloga lee El Principito? Quizás sea un dato que solicite el Club de Observación de Primates, lo cual nos reportará unos jugosos beneficios.
Podemos decidir si dar el nombre o no, pero en caso de denegarnos perderemos la oportunidad de tener un buen pellizco económico. Además, hemos heredado una membresía realmente exclusiva y sería una pena perderla si no hacemos caso a lo que nos dicen los miembros superiores.
Cuidado con esas intenciones
Si quedamos totalmente absortos por lo que sucede ante nosotros, nos acabaremos dando cuenta de una serie de hechos rocambolescos. Las injusticias pueblan el mundo y querremos intervenir, pero bajo ningún concepto podremos hacerlo si no queremos enfadar al Club de Observación de Primates.
Con todo, a veces el tablero de juego nos lo dejará tan a huevo que querremos llamar a la pitonisa para dejarle las cosas bien claras. A pesar de ello, siempre podemos optar por una vida más lícita, pero infinitamente aburrida. Hacer trabajos convencionales de repartidor, camarero u obrero es otra opción a la hora de mantener un flujo constante de billetes.
Hay que tener en cuenta que hacer estas tareas nos ocuparán varias horas, las cuales no podremos estar delante de la pantalla para ver qué es lo que suceder. Por otro lado, es extremadamente necesario estar atento a las barras de salud, hambre y sueño. Un buen equilibrio entre ellas nos permitirá tener las pilas cargadas en todo momento.
Siempre podemos optar por pagar de nuestro bolsillo para mejorar nuestras capacidades de espionaje. Más jaulas de monos por 50 dólares, visión nocturna o hasta grabación de todo lo que sucede para realizar un buen repaso. Al final, he terminado con un ojo en cada sitio de la pantalla para que ningún detalle se me escapase.
Las novedades de Do Not Feed The Monkeys 2099, en la duración de una hora de la demo, lo cierto es que no se logran aparecer y explotar sus potenciales virtudes. Aparece ante nosotros el OmniPal, un aparato con una IA en su interior y que nos ofrece conversación para conocer un poco más del mundo.
La mirilla es otro de los atractivos, el cual no se puede conseguir durante la demostración, pero permite echar un vistazo por la puerta antes de abrirle la puerta a algún conspiranoico o a los recaudadores del Club. A falta de una versión final, parece que todo el jugo posible a la obra se le podrá sacar a partir de que terminemos el juego, pudiendo acelerar la partida si lo consideramos necesario.
Por ahora, ha sido una toma de contacto con la que seguramente terminéis enganchados y dándoos cuenta de que espiar a la gente está mal, pero el cerebro y la cartera lo acaban compensando.
- Plataformas: PC
- Multijugador: No
- Desarrollador: Fictiorama Studios
- Compañía: Joystick Ventures
- Lanzamiento: otoño de 2022