Han transcurrido las suficientes semanas para que los usuarios de Nintendo Switch hayan podido darle bastante caña a The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom y comenzar a mirar a un nuevo horizonte. Así pues, la mejor manera de afrontar una nueva aventura es con Pikmin 4, el próximo gran videojuego que se lanzará en unas semanas en la consola de Nintendo.
Los aficionados de la serie llevan años esperando este momento y en menos de un mes por fin se producirá la llegada de este título que nos presenta un viaje espacial en compañía de unas simpáticas criaturas. Lo cierto es que las diferentes entregas se podrían definir como la forma en la que tiene Nintendo de ofrecernos un título de estrategia, tomando como base una propuesta enternecedora y que en algunos momentos resultaba un tanto cruel e injusta.
Las cosas como son, algunos de los anteriores Pikmin disponían de ciertas limitaciones que nos impedían disfrutar de ellos a nuestro ritmo o con más tranquilidad. Unas barreras que se ha optado por tirarlas abajo en esta ocasión para convertir a Pikmin 4 en el capítulo más accesible de todos sin ninguna duda.
Pillando lo aprendido y llevándolo más lejos todavía
La premisa del juego continúa siendo exactamente la misma. Esto supone que nuestro protagonista es un astronauta, al que esta vez le podremos otorgar el aspecto que queramos y un nombre a nuestra elección y quien contará con la ayuda de los Pikmin, unas pequeñas criaturas de colores con diferentes habilidades y poderes especiales dependiendo de su forma y el tono de su piel.
Sobre la marcha te vas haciendo con decenas de ellos, pudiendo escoger cuáles te acompañarán o directamente dejar que sea el juego el que elija por nosotros la mejor composición. Gracias a ellos podremos llevar a cabo diferentes tipos de tareas que nos permitirán progresar en el nivel que nos encontremos y también a nivel global durante toda la aventura.
En el primer Pikmin se impuso el límite de los 30 días para cumplir con nuestro cometido, mientras que en su secuela este aspecto desapareció y en Pikmin 3 teníamos que estar pendientes de la recolección de frutas para alargar nuestra odisea espacial. Aquí os podéis olvidar por completo de todos estos detalles, lo que supone que no importará si pasáis dos, seis o los días que sean para completar una misma fase.
Desde luego se agradece bastante el hecho de que ahora podamos estar más relajados a la hora de jugar, lo que nos brinda la oportunidad de explorar más tranquilamente los escenarios para descubrir todos los secretos que se ocultan en ellos. Eso sí, el ciclo de día y noche sigue estando ahí, lo que obliga a no perderlo de vista para enviar a todos los Pikmin de vuelta a la base antes de que caiga la noche para que no corran grave peligro ante las amenazas que surgen cuando cae el sol. Aun así, hay tiempo más que suficiente para que ni siquiera haga falta estar pendientes de la hora.
Por lo demás, la jugabilidad continúa siendo muy similar. Así podremos darles órdenes a los Pikmin para lanzarlos contra objetos que podrán pillar y llevarlos a la nave para obtener recursos muy valiosos. Asimismo, también se pueden arrojar contra enemigos para que los machaquen a golpetazos con la hoja o flor de su cabeza o para que interactúen con elementos de los escenarios, lo que puede servir para desbloquear nuevos caminos.
Además, podemos hacer que la nave se vaya moviendo por determinados puntos del escenario para que así los Pikmin no tengan que darse una pateada descomunal hasta llegar a ella con los materiales que recolecten. Por otro lado, se puede dar la situación de que una mala decisión o un enemigo muy duro haya acabado con la vida de nuestros adorables Pikmin, en cuyo caso se puede emplear la opción de retroceder en el tiempo hasta un punto de guardado rápido que va estableciendo el juego, para que así no nos penalice severamente por algún fallo puntual.
Por todo ello, queda claro que no importa en absoluto si no habéis jugado a cualquiera de los Pikmin anteriores y esta es la primera vez que intentáis darle una oportunidad a la saga. De hecho, hasta se podría decir que es incluso el mejor punto de partida para ello, porque se trata de una entrega más enfocada a todos los jugadores en general, para que se vuelva más disfrutable sin las preocupaciones de la limitación de días y también porque su propuesta comienza siendo muy sencilla en los primeros compases, aunque ya nos han advertido que sobre la marcha se va complicado todo considerablemente.
Las cuevas con sus desafíos en forma de puzles
Aparte de recursos y enemigos, por los gigantescos escenarios podemos encontrarnos con cuevas en las que nos podemos adentrar. En este sentido ha habido momentos que me he acordado del reciente The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, porque estos lugares son completamente distintos unos de otros y se diferencian principalmente por los puzles que van planteando.
De esta manera, las tres con las que me he topado en esta primera toma de contacto requerían el uso de unos Pikmin en concreto. Por ejemplo, los amarillos son capaces de destruir estructuras electrificadas sin sufrir calambrazos, así que el propio juego te invita a hacer uso de ellos para avanzar. A su vez, también tienes los Pikmin gélidos capaces de congelar a los enemigos que toquen o incluso el agua para que esta se convierta brevemente en un terreno por el que podemos avanzar sin problemas.
Más allá de para afrontar nuevos retos más variados y atractivos, las cuevas vienen bien para aprender en profundidad todas las mecánicas y posibilidades del juego. También son de los mejores lugares para la obtención de recursos y artículos cotidianos con un tamaño gigante, como un monopatín, una brújula, etc., que en seguida se convierten en materiales indispensables para progresar.
Y es que otro título del que no he podido evitar acordarme ha sido Super Mario Odyssey. En la mágica aventura de Mario necesitabas las energilunas para potenciar la nave que le permitía a nuestro carismático fontanero viajar a nuevos mundos. Pues bien, aquí pasa lo mismo, porque necesitas la suficiente cantidad de recursos que se transforman en Lustronio que sirve para otorgar a la nave la capacidad de descubrir nuevos territorios del planeta.
Eso sí, no bastará con tener en cuenta ese único objetivo, porque en las propias cuevas deberemos de localizar a otros astronautas que han ido a parar a estos lugares subterráneos. Algunos de ellos son tripulantes de nuestra propia nave, mientras que otros son simples personajes que habían viajado y se han perdido, lo que viene a ser una especie de coleccionable adicional a tener en cuenta para que tengamos otra excusa de no dejar ni un solo rincón por explorar.
A la larga, algunos de los personajes principales que vas rescatando van a parar a la base principal. En este lugar, en el que apareces después de cada día, puedes canjear la materia prima que has ido obteniendo para adquirir artículos, como un dron para examinar los alrededores desde el cielo u objetos muy útiles durante la aventura. Pero si hay algo que tampoco podemos pasar por alto en esta zona a modo de base de operaciones es que será donde potenciaremos las capacidades de Ochin.
Nuestro inseparable amigo perruno
Probablemente la mayor novedad de todas es el añadido de Ochin, un perro del que es imposible no enamorarse desde el primer segundo por esa cara tan simpática con la que cuenta. Se podría decir que es una especie de Pikmin potenciado, dado que también es capaz de recolectar objetos para llevarlos a la base o combatir contra enemigos para machacarlos a base de mordiscos. En cualquier caso, sus habilidades van mucho más lejos todavía.
Ochin no se separará de nuestro lado en ningún momento y será un personaje más al que controlaremos a nuestro antojo. Si bien le podremos dar órdenes para que actúe de una forma determinada o para que olfatee en busca de astronautas extraviados, el motivo de decir que es algo similar a un Pikmin más poderoso se debe a su fuerza, ya que es capaz de llevar él solo una carga tan pesada como la que requeriría el uso de decenas de Pikmin. Incluso este poder se puede potenciar más todavía, como el que se cure o sea más fuerte en combate.
Otro de sus poderes es el de la embestida, para así cargarse elementos del escenario demasiado duros para los Pikmin o también puede ejercer de medio de transporte. Así nuestro protagonista y el resto de criaturas se pueden subir en su lomo para desplazarse más rápidamente por el escenario e incluso por lugares que resultan inaccesibles de otro modo, dado que Ochin es capaz de saltar, algo que se convierte en un hecho fundamental desde muy al principio de la aventura.
No obstante, Ochin, al igual que ciertos Pikmin, no es perfecto. Por ejemplo, no puede nadar y también dispone de su propia barra de vida que no hay que descuidar o de lo contrario se volverá a la base hasta recuperar fuerzas cuando haya pasado una cierta cantidad de tiempo en un mismo día. Por suerte, para evitar este tipo de situaciones podemos recurrir al uso de objetos exclusivos para nuestro peludo colega que servirán para que recupere salud o para evitar que sufra quemaduras si se enfrenta a un enemigo que escupe fuego por la boca.
En general todas las ideas de Pikmin 4 casan muy bien entre ellas y apunta a ser una de las entregas más interesantes de todas. Quedan muchos detalles por descubrir antes de ofrecer un completo veredicto, pero al menos este primer adelanto me ha cautivado por completo y tengo claro que se va a convertir en el próximo juego de Nintendo que exprima con todas mis ganas, sin olvidar que vosotros mismos también podréis probarlo a partir del 29 de junio gracias a una demo que se habilitará en la eShop de Nintendo Switch.
- Plataformas: Nintendo Switch.
- Multijugador: No
- Desarrollador: Nintendo
- Compañía: Nintendo
- Lanzamiento: 21 de julio de 2023
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