Jugar a Paper Mario: La puerta milenaria en Nintendo Switch me ha recordado por qué es de lejos la mejor entrega de la saga: todo un RPG excepcional

El catálogo de Nintendo Switch ha recibido unos cuantos títulos muy interesantes en lo que llevamos de año, pero todavía queda alguno que apunta a ser de lo mejor que recibirá la consola durante este 2024. El siguiente de ellos y de los más esperados es Paper Mario: La puerta milenaria, cuyo lanzamiento se producirá el mes que viene.

En realidad no se trata de un título completamente nuevo, sino que es una nueva versión de este fantástico juegazo que fue publicado hace 20 años en GameCube, por lo que es una buena forma de celebrar este aniversario. En su momento recuerdo que lo disfruté como un enano y no es para menos, porque siempre lo he considerado como la mejor entrega de la saga, así que el saber que iba a regresar a la vida fue todo un notición.

Por ahora he jugado unas cuantas horas que me han permitido descubrir que este capítulo sigue siendo tan especial como el primer día y uno de esos juegos que no debería faltar en la biblioteca de nadie con una Nintendo Switch, sobre todo en el caso de no haber jugado nunca al original.

La búsqueda de los misteriosos cristales estelares

Para los que nunca le hayan dado una oportunidad, la aventura de este Paper Mario comienza cuando la Princesa Peach viaja hasta la ciudad de Villa Viciosa mientras está haciendo un tour por todo el Reino Champiñón. Es entonces cuando descubre un misterioso mapa que muestra la ubicación de un legendario tesoro que se oculta en algún lugar de esta zona en cuestión, así que solicita la ayuda de Mario para dar con él.

Sin embargo, al llegar se percata que Peach no se encuentra por ninguna parte, al mismo tiempo que se acaba enterando de la existencia de una serie de cristales estelares que son los que pueden ayudar a nuestros protagonistas a localizar el tesoro, por lo que nuestro querido fontanero en su versión de papel parte en un viaje para dar con todos ellos y al mismo tiempo tratar de averiguar qué ha sucedido con la Princesa.

El problema para nuestros héroes es que comparten este mismo objetivo con una banda de malhechores llamada Mega X, aunque el mismísimo Bowser tampoco se quiere perder la fiesta, así que Mario no estará exento de enemigos en esta aventura en la que el sentido del humor y la diversión están más que garantizadas desde el primer minuto. Todo está desarrollado con un gran toque de comicidad que hace que el juego resulte muy simpaticón a lo largo de sus numerosos capítulos.

Cada uno de ellos cuenta con sus propias temáticas y escenarios nunca vistos hasta ahora en la franquicia, en los que no faltan también puzles que hay que resolver, aunque ninguno de ellos es como para estrujarse la cabeza. Eso sí, la exploración es importante porque por algunos lugares hay bloques que contienen monedas y objetos, al igual que también hay medallas que sirven para otorgar a Mario nuevas habilidades y capacidades especiales.

Por otro lado, Mario no está solo, porque a su cometido se apuntarán unos cuantos personajes muy peculiares con sus propias personalidades y que están basados en algunas de las razas más conocidas de este universo, como una Goomba, un Koopa y hasta un pequeño Yoshi, entre otros. Poco a poco todos ellos se van uniendo al grupo a medida que van pasando los capítulos, pero todos ellos se caracterizan por contar con habilidades exclusivas, como el hecho de que Goomarina pueda consultar información de los adversarios o Koops pueda recoger objetos o golpear bloques que no están al alcance de Mario.

Entre las novedades de esta nueva versión se nota que la calidad gráfica se ha remasterizado para que todo se vea mejor, aunque lo más llamativo de este asunto es que el rendimiento ha empeorado. Por mucho que el juego luzca mejor, la velocidad de imagen ha disminuido considerablemente y ahora todo se ve a 30 fps en vez de a los 60 fps que alcanzaba el juego en GameCube.

En Vida Extra

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En cambio, la novedad que más destaca por encima de todas es su apartado sonoro. En vez de que todos los personajes emitan el mismo sonido al hablar, ahora todos tienen el suyo propio tan característico, mientras que los temas de la banda sonora se han renovado y se han incluido melodías totalmente nuevas, como por ejemplo en los combates que van variando dependiendo del escenario en el que te encuentres.

Repartiendo golpes en el escenario de una obra de teatro

Pasando a hablar de las batallas, todas siguen siendo igual de divertidas y entretenidas como el primer día. Cada vez que empieza una parece enteramente que estás metido de lleno en una obra de teatro. Esto se aprecia en el hecho de que Mario y el resto abandonan el lugar en el que se encuentran para pasar a luchar en un escenario con su propio público sentado en sillas y presenciando la pelea sin parar de vitorear o aplaudir.

Los combates son por turnos y en ellos se premia los reflejos a la hora de pulsar los botones, porque es importante presionarlos en el instante adecuado para causar más daño de lo normal y así de paso que resulten más efectivos, de la misma manera que también es determinante a la hora de protegerse de los impactos para que Mario y sus compañeros sufran la menor cantidad de daño posible.

Asimismo, también es importante ir alternando entre los pisotones y los martillazos de Mario, porque dependiendo del enemigo que se tenga enfrente hay que decantarse por unos u otros. Es más, el ejecutar cualquiera de todos ellos correctamente influirá en que el público se vuelva loco y así otorguen estrellas para las habilidades definitivas a las que puede dar rienda suelta Mario, las cuales se van ampliando a medida que se van consiguiendo más cristales estelares.

Del mismo modo, el fallar con los ataques o el ser golpeado provocará que el público no esté tan satisfecho y abandonen el recinto, aunque también hay que prestar atención a quién está sentado entre los espectadores, porque puede que haya algún enemigo que arroje objetos que puedan causar daño y que naturalmente hay que esquivar. Y otro detalle por el que se nota que es un escenario de una obra de teatro es porque los fondos son murales que incluso se pueden caer si golpeamos con demasiada fuerza con el martillo.

Lo cierto es que en general los enfrentamientos son muy sencillos y a base de ir ganando se van obteniendo puntos de estrella que sirven para que Mario suba de nivel. Es entonces cuando el jugador es el que escoge qué estadística se quiere potenciar, dado que se puede aumentar su cantidad de vida máxima, la cantidad de puntos de magia o el hecho de poder llevar equipadas una mayor cantidad de medallas, así que ahí depende de cada uno en base a la forma de jugar.

La dificultad de la aventura es muy asequible para cualquier persona, independientemente de su experiencia en este tipo de títulos, pero no importa si se es muy experto, porque al ser tan divertida la aventura y las peleas contra enemigos y jefes finales, es fácil disfrutar de una experiencia muy gratificante y que por muchos años que pasen seguirá siendo el mejor Paper Mario de todos.

En cualquier caso, hasta ahora solo he podido completar los primeros capítulos, así que estoy deseando rejugar el resto de la aventura con el fin de recordar viejos tiempos y de paso tratar de descubrir alguna novedad más que se haya añadido en esta versión. Por el momento son poquitas, lo que no quita que Paper Mario: La puerta milenaria sea un RPG excepcional y de los lanzamientos más interesantes que se producirán en tan solo unas semanas.