Hay un millón de brujas en la literatura, el cine, la televisión, y los videojuegos, pero todas parecen estar cortadas más o menos por los mismos patrones. Todas, salvo una excepción. La Bayonetta que conocemos es muy descarada, es coqueta, es temeraria y orgullosa como cualquier bruja, pero no tiene nada que ver con el tópico. Rompe con él con rotundidad. Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon no es la historia de quién, sino del por qué, y también se postula como uno de los caramelitos más dulces de Nintendo Switch en 2023.
Un desafío dentro de otro mucho mayor: medir el propio Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon frente a los anteriores Hack'n Slash de Platinum. Porque este viaje a las raíces y la esencia de la saga es una valiente salida por la tangente. Una deliciosa respuesta a quién es en realidad la propia Bayonetta que no se molesta en hacer unas innecesarias presentaciones, sino algo mejor: explicar cómo una niña inocente llamada Cereza acabó siendo el icono.
Y, en el proceso, PlatinumGames nos lleva a la quintaesencia de la aventura en los videojuegos.
Inocente, pero con la ayuda de un demonio, claro. ¡Faltaría más! En VidaExtra no solo hemos puesto a prueba Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon, sino que vamos a tiro fijo. Y pese a que hereda únicamente el contexto argumental frente a la trilogía de Bayonetta, se adentra muy en las sensaciones y esa complicidad con el jugador que solo los indies bien planteados logran ofrecer.
La PlatinumGames que va a contracorriente regresa (¡por fin!) y, sin que sirva de precedente, vuelve de la mano de su abanderada siendo plenamente consciente de lo que buscan los fans del personaje. Tomando un rumbo valientemente original, eso sí: en lugar de apostar por la acción frenética marca de la casa, se da un giro total hacia la aventura llegando hasta la quintaesencia del género. Con sus toques de fantasía y con tintes de cuentos de hadas.
Eso sí, como sabrán los fans de Bayonetta -y si no, te lo decimos nosotros- las hadas y los supuestos seres de luz son en realidad crueles y maliciosos. ¿Lo suficiente como para amedrentar a una niña? Si esa niña acabará siendo Bayonetta, lo mejor que pueden hacer es apartarse del camino. Y, para deleite del jugador, en Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon no lo harán.
Una bruja novata, un demonio de peluche y un bosque lleno de crueles hadas
La joven Cereza la ha liado parda. Sin querer queriendo, eso sí. Cansada de mover cubos de agua y limpiar la casa de su maestro, como cualquier aprendiz de brujo aunque sin orejas de ratón, decidió probar su poder latente usando un amuleto prestado y con el amparo de la luna llena, la cual amplifica su magia. El resultado no fue el que esperaba.
Un proceso de invocación fallido derivó en la manifestación ante sus narices de un extremadamente poderoso demonio. Muy fuerte, eso sí, pero en la práctica uno que acababa de dar sus primeros pasos en el infierno y ni siquiera había recibido su propio nombre.
El problema no es su existencia realmente, sino que Cereza no sabe llevarlo de vuelta al infierno y, dado su estado, es imposible que sobreviva al mundo de los vivos. Por suerte, y como impulso natural, aquel demonio poseyó lo primero que pudo. En este caso, el peluche de formas felinas de la joven.
La buena noticia es que había logrado sobrevivir. La no tan buena es que está atrapado en aquel muñeco de trapo.
Pese a que Cereza está siendo instruida bajo la doctrina de las brujas, es un alma muy pura. Tanto, que de manera instintiva, y pese al enorme orgullo y fuerza del demonio, se ha comprometido a devolverlo al infierno. Dicho así no suena tan bien, pero es un noble acto de pura bondad. Eso sí, necesitará darle un nombre a su compañero de viaje, así que éste hereda el del propio peluche: Cheshire.
Siendo la alusión al famoso gato de la literatura universal la primera de las muchas referencias a Alicia en el País de las Maravillas que veremos en Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon.
Un cuento de hadas al estilo PlatinumGames
¿Y si los creadores de Bayonetta o hiciesen su propia versión de Alicia en el País de las Maravillas? Lo primero que pensaríamos es que sería un cruce entre lo que saldría de las películas de Tim Burton y el ya bien fundado arquetipo de cine de superhéroes. En Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon hay lo justo y necesario del primero y absolutamente nada de lo segundo.
Cereza and the Lost Demon es una historia más modesta que la saga principal en todos los aspectos. Su estética se basa en las ilustraciones de los libros de cuentos de hadas, con acabados de acuarela y un estilo visual sencillo pero con personalidad propia.
No hay enormes complots por la dominación de las armas humanas entre el bien y el mal, aunque se mantienen los dramas subyacentes. O, más bien, la premisa de una niña que se debate entre dos naturalezas, que quiere ayudar a un gato demoníaco y acaba perdida en un bosque de hadas. Como comentamos, las hadas aquí son crueles, retorcidas y especialmente agresivas. Y pese a que Cereza y su acompañante están desorientados, ni están solos ni tampoco indefensos.
Un lobo blanco, que vendría a ser la réplica del famoso conejo de la obra de Lewis Carroll, marca el camino a seguir en un mundo que estéticamente irradia un mimo especial.
Con diseños retorcidos en tonos pastel y montones de rutas alternativas y laberínticas en las que perderse siempre acaba teniendo recompensa. Que, por lo general, se presenta de manera isométrica, aunque se acomoda en cada momento para que no se pierda la perspectiva de lo que quiere ser: un cuento de hadas (malvadas) hecho videojuego.
Pero, como decimos, Cereza no se pierde en el bosque como una víctima, sino como una heroína. Primero para salvar a Cheshire y, posteriormente, iniciando un rescate de fuegos fatuos que, lógicamente, pondrá a prueba la paciencia de su peculiar, inquieto y tremendamente gruñón acompañante.
Cereza and the Lost Demon: Un cambio de estilo y jugabilidad, pero no de identidad
Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon es un juego de aventura en su estado más puro, con pretensiones fundadas de nuevo clásico, en el que la exploración y los puzles tienen exactamente el mismo peso que los combates. Eso sí, Cereza todavía no es Bayonetta, con lo que ni su pelo se convierte en un arma poderosa ni sus zapatos tienen forma de revolver. En su lugar, tiene a Chesire. Siendo su contrapunto perfecto en cuestión de jugabilidad.
La manera de desenvolvernos en el juego recuerda a los juegos indies en los que apenas se necesitan botones y, en gran medida, a un título muy adelantado a su tiempo: Brothers: A Tale of Two Sons, de modo que con un Joy Con (o la mitad izquierda de nuestro mando) controlamos los movimientos y los poderes de Cereza y con el otro (la mitad derecha del mando) los brutales ataques del peluche convertido en bestia.
Llegados a este punto es dónde se hace la mayor ruptura con los tres Bayonettas anteriores, y no es ni en lo estético ni el el sistema de combates, sino en la presencia y el peso de la exploración: el mapeado del bosque de las hadas es enorme y laberíntico, y a eso hay que sumar que Chesire, al ser un demonio, no puede atravesar ciertas zonas por su tamaño o por estar cubiertas de romero. Es ahí es dónde se manifiesta la originalidad del juego.
Hasta donde hemos podido jugar, en Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon hay dos estilos de juego:
- Un modo abrazado, en el que llevamos a Chesire al pecho abrazado como un peluche, aunque podrá estirarse para realizar acciones adicionales, desactivar trampas o a modo de pértiga.
- Un modo en el que ambos personajes funcionan de manera individual. Perfecto para resolver puzles, abrir nuevos caminos y, sobre todo, en combates en los que Chesire se luce de lo lindo y Cereza le asiste con su magia.
Los combates son un elemento esencial en los juegos de Bayonetta, y pese a que se pierde la esencia de los Hack'n Slash, se mantiene varios elementos clave como las mejoras a través de árboles de habilidad. A otro ritmo y con otras mecánicas, pero Cheshire sabe ser esa bestia imponente que aparenta cuando no es un diminuto peluche.
Sobre todo de cara a los Tír na nÓg (está bien escrito, no se ha caído nada en el teclado), unos desafíos en forma de niveles oníricos repartidos por el mapa y que pondrán a prueba nuestras habilidades, nuestra técnica controlando a ambos personajes a la vez, y hasta nuestra capacidad de adaptarnos a diferentes retos y peligros a base de ingenio y observación.
Con todo, y esto es importante, Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon no es un paseo por un bosque de hadas. Las invocaciones y magias de Cereza exigen que el jugador se concentre a la hora de gestionarlas, incluyendo elementos de ritmo en según que casos, mientras que los ataques y demoliciones de Cheshire son mucho más directos y brutos. Con lo que hacer dos cosas a la vez no es opcional. Pero, muy bien pasados los compases iniciales, logras hacer click y el juego es una verdadera delicia.
Una vez llegas, aproximadamente, al 25% de la aventura habrás desbloqueado el primero de los poderes elementales de Cheshire, lo cual no solo le aporta un nuevo repertorio de movimientos sino nuevas maneras de interactuar en el mundo. A partir de ese punto, y ya obtenido el segundo de los poderes elementales, la trama gana matices y profundidad. La química entre Cereza y su gato demoníaco se establece, y todas las dudas en torno a Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon quedan disueltas.
Uno de los caramelitos más dulces de Nintendo Switch en 2023
Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon tarda mucho en arrancar. Muchísimo. Es algo que se hace de manera intencionada, claro, y al final contrasta con lo que esperan los fans del personaje: pasamos de la acción explosiva y combates en los que el surrealismo y la exageración son los ingrediente secretos y están presentes desde el minuto uno a acompañar a un enorme gato del tamaño de un oso por un bosque de hadas.
Pero, claro, ni el minino es un gato cualquiera, ni las criaturillas del bosque nos iluminarán el camino. Y pese a que Cereza todavía no es esa descarada bruja que será Bayonetta, su determinación -dentro de su juventud- sigue siendo inquebrantable.
Porque, quizás, Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon está mucho más alineado con los videojuegos indes que con esas producciones más agresivas y las fórmulas que PlatinumGames ha convertido en un sello de identidad propio. Pero el cariño que hay hacia su personaje abanderado les delata. En el mejor de los sentidos.
A través del mimo puesto a la hora de convertir la primera aventura de Cereza en un cuento con sus partes tristes y sus moralejas. Pero colmada de elementos que lo convierten en algo especial.
Elementos que no solo nos dejan un estupendo sabor de boca, sino con un interés muy especial por saber hacia dónde desembocará la primera gran aventura del icono de los videojuegos. Una duda que, por cierto, no tardaremos en resolver.
Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon estará disponible en exclusiva en Nintendo Switch a partir del 17 de marzo de 2023. Y, pese a que todavía nos queda un gran tramo del juego para ofrecer nuestras impresiones finales, sus pretensiones de joyita para el catálogo de Nintendo están muy, muy bien fundamentadas. ¿Cosa de brujería? Más bien, un referente de lo que puede hacer PlatinumGames cuando se sale de sus propios patrones.
Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon
- Plataformas: Nintendo Switch
- Multijugador: No
- Desarrollador: PlatinumGames
- Compañía: PlatinumGames / Nintendo
- Lanzamiento: 7 de marzo de 2023
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