Dentro de los múltiples detalles que me cautivaron del inolvidable Celeste, hubo un pequeño espacio para los homenajes a otros indies por medio de una sala oculta. Allí había varios personajes procedentes de otros trabajos de Matt Thorson y compañía, como el altamente adictivo Towerfall Ascension.
Sin embargo, hubo uno que desconocía: Out There Somewhere. Me sonaba de oídas, vagamente, pero nunca lo había jugado. Y tras ver su precio no había excusa, porque cuesta menos de un euro. Pero, ¿qué ofrece esta mezcla de plataformas y puzles inspirada en clásicos de épocas tan opuestas como Super Metroid, Cave Story y Portal? Toca analizarlo y salir de dudas.
En su aparente simpleza radica su atractivo
Originario de 2012 y para PC, Out There Somewhere acabaría contando con una versión más pulida para Steam en 2016. Sus creadores, un pequeño grupo de tres brasileños afincados en Vancouver que responden a los nombres de Amora, Pedro y Heidy y cuyo estudio se conoce como Miniboss.
Para ponernos en situación, Amora y Pedro trabajaron en el premiado Celeste encargándose del arte conceptual y los diseños pixelados de dicho videojuego creado por Matt Thorson y Noel Berry. Y lógicamente, mucho han cambiado las cosas (a mejor) desde su primigenia ópera prima en Miniboss.
Ambientado en 20XX, estamos básicamente ante un plataformas donde habrá que darle al coco por el uso de su Teleport Gun, una pistola que varía la fórmula vista en el revolucionario Portal de Valve y que en este caso nos permite teletransportarnos hasta otra zona tras impactar con las paredes.
Hay restricciones, por supuesto: tan solo podemos disparar hacia los lados y no todas las superficies son válidas para tal efecto, principalmente por los elementos que se introducen en pantalla, como haces de luz de distintos colores o figuras que reaccionan de modo distinto con la Teleport Gun.
Out There Somewhere: a veces menos es más
El inicio de Out There Somewhere es curioso, aparte, puesto que arranca como shoot 'em up. Pero hagamos lo que hagamos, tenemos que sufrir daños y perder toda la vida para realizar un aterrizaje de emergencia sobre un planeta cercano. Ahí tocará, cuál Capitán Olimar en Pikmin, recuperar varios componentes esenciales de la nave para poder vengarnos de Grigori.
Bajo un estilo plataformero dentro de un entorno ligeramente lineal, pero lleno de secretos difíciles de ver al 100% en la primera vuelta, estamos ante una aventura extremadamente corta pero altamente reconfortante con su propuesta debido a una mecánica que funciona y que nos obligará a pensar más allá de lo que entendíamos dentro de los plataformas. Y todo por cómo juega con el momentum de la propia pistola y de cómo reacciona al salto.
Si bien su minimalismo estético afea un poco algunos de sus entornos, no se le puede poner ningún pero a nivel jugable, siendo toda una delicia saltar, usar la Teleport Gun y otro objeto esencial para los enemigos. Porque no todo será darle al coco, especialmente contra el reencuentro con Grigori.
Para redondear el asunto tenemos la acertada banda sonora, del también brasileño Iuri Rodrigues, que encaja a la perfección con su universo.
La opinión de VidaExtra
En definitiva, una propuesta humilde y tremendamente efectiva que nos enganchará sin remedio a poco que nos gusten los plataformas con puzles. Y además Out There Somewhere cuesta menos que un refresco de lata.
Out There Somewhere
Plataformas | Steam |
---|---|
Multijugador | No |
Desarrollador | Miniboss |
Compañía | EQ Games |
Lanzamiento | 14 de marzo de 2016 |
Precio | 0,99 euros |
Lo mejor
- El uso de la Teleport Gun con el salto es muy original
- Muchos secretos por descubrir y muy rejugable
- Gran banda sonora de Iuri Rodrigues
- ¡Cuesta menos de un euro!
Lo peor
- Es una experiencia extremadamente corta
- Se podría haber aprovechado más la parte de shoot 'em up
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