Se ha hablado tanto y con tanto desconocimiento de ‘Metal Gear Survive’, que no quisiera ser yo el siguiente en pecar de ello. Tras probar el multijugador ya comenté que, pese a mi sorpresa, podíamos acabar estando ante un juego interesante en el que el mayor de los miedos sería la repetición.
Tras unas horas con la campaña, y sin saber qué es lo que me depara el juego a gran escala, no puedo evitar mantener esa misma sensación. Para muestra estas impresiones, en las que reconozco que me he llevado las manos a la cabeza en no pocas ocasiones y, a pesar de ello, sigo teniendo ganas de volver al juego.
Un juego más adictivo de lo que esperaba
‘Metal Gear Survive’ navega constantemente entre lo incomprensible y lo adictivo. Al menos durante las primeras horas de juego, con apenas cuatro supervivientes rescatados, acceso a armas de fuego y un buen puñado de edificios para hacer crecer la base, me ha desesperado en más de una ocasión, pero no ha conseguido que me aleje del mando.
No ha sido por obligación, aunque este texto y el posterior análisis es prueba de que algo de eso hay, sino porque dentro de todo lo malo que podría decir de él, el juego sigue resultándome entretenido. La duda es cuánto tardará lo primero en hacer mella en lo segundo, pero de momento me ha dado para algo más que una tarde.
Sea por tener especial predilección por eso de recoger materiales e ir montándote tu particular ciudad, porque el control sigue siendo una gozada, o porque constantemente te lleva de la mano a hacer una misión más consiguiendo que te pique la curiosidad con lo que vendrá, lo que está claro es que si sigo con él no es por el hecho de ser un ‘Metal Gear’.
Aunque al principio retoma las tediosas introducciones a las que nos ha acostumbrado Kojima en algunas de sus entregas, pronto deja de darle importancia a eso y pasa a contarnos la historia a través de una suerte de códec. Nada interesante, revolucionario o sorprendente ha caído aún entre esas líneas de texto, tan sólo un bicho gigantesco, que corretea por ahí y no se sabe muy bien qué es, como única excusa para que tengas ganas de seguir tirando del hilo.
Y sin embargo tiene cosas realmente frustrantes
Que esto era otra cosa ya lo sabíamos desde el primer vídeo, claro, pero lo que me resultaba intrigante era conocer hasta qué punto lo sería. La respuesta es, a grandes rasgos, todo. Ni sigilo, ni épica, ni trucos de diseño que te inviten a llamar genio a alguno de sus creadores. Tan sólo un juego en el que pasear, recoger materiales, acabar con enemigos, aprovechar lo conseguido en los dos pasos anteriores para preparar defensas, y enfrentarte a oleadas. Hasta el momento, al menos, poco más.
Lo que hay adicional, cosas como la necesidad de hidratarte o comer constantemente, empiezan ahora a ser una mecánica en la que pensar de vez en cuando, pero al principio han sido de lo más frustrantes. Básicamente no hay recursos suficientes a los que agarrarte durante esos primeros compases, así que, al menos para mi gusto, empiezas el juego sufriendo más de lo necesario.
Mi mayor miedo viene ahora, cuando acabo de descubrir que la gente que tengo viviendo en la base también necesita comer y beber. Francamente, no sé cómo me las voy a apañar para mantenerme a mí y a ellos. Sólo espero que los nuevos edificios en forma de granjas o depuradoras puedan echarme un cable.
Lo que no tiene pinta de cambiar, aunque a lo mejor me pillo los dedos, es la originalidad a la hora de hacer avanzar la historia. De momento he cumplido unos 10 o 12 capítulos y, aunque cambiando de escenario e introduciéndose nuevos enemigos, el objetivo siempre ha sido el mismo. Así que si ‘Metal Gear Survive’ me agota, no será porque las cinemáticas no las dirija Hideo Kojima, porque no haya ración de Big Boss o por cualquier otra excusa que cualquier fan desmedido pueda poner sobre la mesa, será por un problema de base.
Metal Gear Survive: un juego que quiero seguir disfrutando
Como digo, aún es pronto para dictar sentencia, e igual que saco a relucir algunos de los peores flecos que me he encontrado, también os digo que, con que me dé tres tardes más de vicio y algún que otro día de risas con amigos en el multijugador, ya me doy por satisfecho.
Probablemente haya ayudado tomármelo como un juego más y sabiendo apartar toda la bilis del tema ‘Metal Gear’, pero no es menos cierto que, a base de exploración, un loop adictivo y el esqueleto técnico de lo que entregó la quinta entrega, ‘Metal Gear Survive’ tiene razones suficientes para hacer que vuelva a coger el mando cada vez que me llevo las manos a la cabeza. Y durante las últimas horas ha habido más de lo primero que de lo segundo.
Ver 4 comentarios