El sueño que tengo ahora mismo bien podría decir lo contrario, pero lo cierto es que la tremenda viciada que me pegué anoche a Microcivilization en Steam mereció totalmente la pena. Hacía mucho tiempo que un juego de este estilo no me enganchaba tantísimo.
Es un juego de estrategia a lo clicker que, aunque lo primero que te venga a la cabeza sea algo estilo Cookie Clicker, te aseguro que tiene mucho más por ofrecer de lo que podrías llegar a pensar de primeras. Es una joya que, desde ya, se ha convertido en uno de mis juegos favoritos.
Un juego de estrategia distinto
Microcivilization parte de la premisa de construir desde la nada más absoluta una civilización capaz de avanzar varias épocas mientras ampliamos nuestra tasa de población, aseguramos suministros y construimos estructuras que faciliten ese avance.
Nada que no hagan ya cientos de otros juegos similares, la verdad, pero desde un estilo de diseño que poco o nada tiene que ver con los títulos que puedas recordar de memoria. Microcivilization es en realidad un clicker de los de preocuparte por la vida útil de tu ratón.
Clicar para conseguir comida, para acumular madera o piedra, para crear ejércitos o fortificaciones… Una idea aparentemente simplota que, entre la sencillez de sus gráficos y mecánicas, esconde una joya con una profundidad sorprendente capaz de engancharte durante horas.
Enganche asegurado
De la mano de un árbol de progreso en el que puedes ir controlando hacia dónde se dirige tu Microcivilization en términos de evolución tecnológica, no pasarán muchos minutos hasta que pase de un simple clicker a un juego de pura gestión apoyado en habilidades pasivas.
Tan pronto tus canteras, molinos o serrerías tengan las principales necesidades cubiertas, podrás dejar de clicar de forma compulsiva para dedicarte, por ejemplo, a escoger líderes capaces de aumentar tus capacidades de recolección de materiales de forma automática o, en un inteligente girito, tus capacidades militares.
La idea es que puedas enviar tus tropas a misiones en busca de materiales, oro, nuevos aldeanos o premios adicionales como enfrentarte a decisiones morales, pero tanto esas incursiones como abusar del trabajo de tu Microcivilization traerán consigo distintas crisis que, en forma de jefe final que ataca tu aldea con lluvias de fuego o estampidas de mamuts, deberás frenar antes de que todo se vaya al traste.
Dadle un tiento si os llama la atención porque merece mucho la pena. Salió en noviembre de 2023 y aquí tenéis su ficha en Steam por si os animáis.
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