El Nintendo Direct que se emitió en febrero nos dejó con un bombazo de los gordos, ya que fue el escenario elegido por Nintendo para revelar el desarrollo de Mario Strikers: Battle League Football, con el que los personajes del Reino Champiñón volverán al campo de fútbol con unos partidos de lo más alocados.
La saga debutó originalmente en Game Cube hace 17 años con Super Mario Strikers, y no fue hasta dos años más tarde cuando dio el salto a Wii con Mario Strikers: Charged Football, uno de los títulos más aclamados de la consola. Desde entonces los aficionados han estado pidiendo a gritos que Nintendo se animara a traer de vuelta la serie con una nueva entrega.
Pues bien, los deseos por fin se verán cumplidos el mes que viene, aunque en nuestro caso hemos tenido la ocasión de probar un amplio adelanto del juego, así que no os perdáis nuestras primeras impresiones en las que os vamos a contar si la espera ha merecido la pena o qué tal le ha sentado el paso del tiempo.
Unos partidos que te obligarán a tener reflejos y rapidez a los mandos
Lo primero que me tocó hacer nada más ponerme a los mandos fue completar un tutorial que yo pensaba que iba a ser coser y cantar. Conservaba grandes recuerdos de los anteriores Mario Strikers y de su divertida jugabilidad que estaba adaptada para todo tipo de públicos, algo que esperaba que se mantuviese en su llegada a Nintendo Switch.
De inicio parecía que iba a tratarse de un título muy accesible con unos controles muy sencillos al poder pasar, chutar, correr, etc. Sin embargo, el tutorial no tarda en ponerse serio y dejarte muy claro que si aspiras a ser un futbolista ejemplar no te quedará más remedio que esforzarte y ser muy hábil a los mandos, porque no os hacéis una idea de la cantidad de controles que hay.
Naturalmente cada uno puede jugar como quiera, así que no os preocupéis si sois unos recién llegados y os limitáis a darle patadas al balón sin más, pero el cuento cambia por completo si os atrevéis a desafiar a jugadores que sepan bien lo que hacen o incluso a la inteligencia artificial en los niveles de dificultad que estén por encima del más sencillo, porque os aseguro que no se anda con chiquitas.
Y es que el tutorial está repleto de pasos en los que te indica que tienes que tener reflejos para chutar más fuerte o con mejor precisión según la barra de carga que tienen los personajes debajo de ellos, al igual que sucederá a la hora de esquivar las entradas que traten de haceros los adversarios. Pero también habrá que estar atentos a la resistencia de cada uno, porque se agotarán si les machacamos corriendo de un lado a otro.
A todo esto, se sumarán los tiros con efectos dependiendo de cómo coloquemos el stick, según los pases que vayamos dando o también del momento en el que pulsemos los botones. Eso sí, todo esto no son más que los aspectos más básicos, porque luego hay otros pensados para profesionales o más experimentados por si quieren conseguir auténticas locuras o ser imparables con el balón en los pies.
No obstante, también se han introducido alguna que otra novedad, como por ejemplo el hecho de que puedes hacer un placaje por detrás a un compañero para que este salga disparado hacia delante y embista a aquel que se cruce en su camino. Por el contrario, se han mantenido las vallas electrificadas, así que mucho ojo con no acercarse a los laterales del terreno si no queréis quedaros vendidos.
Aun así, quiero creer que todo esto se debe al hecho de que tan solo he jugado una hora y que con el tiempo aprenderé mejor a defenderme en el terreno de juego, porque en los primeros que he disputado, si he llegado a marcar un gol, tengo dudas de si ha sido de pura chiripa o no. De todos modos, no tengo claro si en los anteriores Mario Strikers lo llegue a pasar tan mal este sentido.
La delgada línea entre Super Smash Bros. y Oliver y Benji
Una vez terminado el tutorial y aprendidos (más o menos) todos los conceptos, llegó el momento de ponerse manos a la obra y de jugar un partido de fútbol de verdad. De primeras ya me advirtieron que en el modo de dificultad medio la inteligencia artificial iba a suponer un hueso muy duro de roer y vaya si fue así, porque atacaba y defendía como si le fuera la vida en ello.
Esto lo noté sobre todo cuando nos juntamos en un mismo equipo cuatro personas contra cuatro oponentes de la IA, ya que cada grupo está compuesto por cuatro integrantes. Fue en este partido en particular en el que más me percaté de dos cosas: no sirve absolutamente de nada pulsar botones a lo loco y si me dicen que esto es un Super Smash Bros. de fútbol, me lo creo.
Se nota que no hay árbitros en el campo, porque si no las tarjetas rojas volarían sin parar y los encuentros no durarían ni diez segundos. Más que nada porque aquí se lleva lo de repartir palizas como si no hubiera un mañana. Ya sea a base de hacer placajes para empujar a los rivales a las vallas o para robarles el balón, será difícil que alguien aguante con el esférico demasiado tiempo por el caos que se forma en cuestión de unos segundos.
No os miento si en más de una ocasión estuve más centrado en pegar patadones y empujones para neutralizar a los oponentes en vez de estar pendiente de hacerme con el balón. Sin embargo, hay que tener cuidado en este aspecto, porque el juego te penaliza de una peculiar forma si atacas a alguien que no está haciendo nada solo porque te apetece, dado que en ese momento soltará una caja como las del Mario Kart que contendrá un objeto.
Si ya no era suficiente con estar pendiente de la somanta de golpes que se reparte sin parar, imaginaros cuando los objetos empiecen a volar de un lado a otro, con cáscaras de plátano gigantes, conchas verdes que salen rebotadas por el escenario y hasta bombas que explotarán lanzando por los aires a todo el que pille cerca. De ahí que la comparación con Super Smash Bros. no suene tan descabellada.
Encima el campo de fútbol es muy pequeño, seguramente pensado a conciencia para que este caos esté presente constantemente, lo que resulta tremendamente divertido con carcajadas aseguradas, no nos vamos a engañar, pero al mismo tiempo juega en su contra. El problema es que resulta complicado hacer jugadas bonitas y dificulta el ejecutar tiros precisos como los indicados en el apartado para profesionales del tutorial.
Además, de vez en cuando surgirá una bola de energía con la que se montará una buena trifulca para pillarla. El motivo se debe a que esta será la encargada de cargar de energía al equipo entero y la única forma de ejecutar los famosos súper trallazos de lo más brutales que nada tienen que envidiar a los de Oliver Atom, los cuales vienen precedidos de un pequeño minijuego en el que hay que pulsar los botones en el momento exacto.
Esto determinará la fuerza con la que el balón saldrá disparado a la portería como un cañonazo, de manera que resultará imparable si se ejecuta perfectamente. De lo contrario tocará machacar el mando para parar el tiro con nuestro portero, un Bum Bum con unos guantes gigantes, sobre el que también hay que decir que es el gran salvador de que los marcadores no acaben con decenas de goles, porque es capaz de pararse prácticamente todo él solito al ser controlado por la inteligencia artificial.
Escogiendo a la plantilla más adecuada
Antes de saltar al terreno de juego, una gran decisión que hay que tomar primero es la composición del equipo. En total hay diez personajes para elegir, pero no todos son iguales, ya que algunos son más veloces, otros más fuertes o también los hay más técnicos que el resto. Todo esto se ve reflejado en las estadísticas personales de cada uno.
Se puede optar por un grupo de personajes corpulentos para que nadie pueda derribarlos, pero en ese caso les costará llegar a todas partes. En cambio, los que prefieran decantarse por la rapidez irán de un lado a otro a toda pastilla, aunque verán más complicado tratar de hacer placajes. Por todo ello lo más aconsejable es seleccionar a un equipo equilibrado en el que haya de todo para cubrir todos los frentes.
Al menos estos detalles se pueden modificar gracias a los trajes especiales, lo que de paso servirá para alterar la apariencia de Mario y compañía, por si queremos darles un toque más futurista o robótico dependiendo de los complementos que se vayan desbloqueando. Cada uno aumenta y disminuye unos apartados determinados, por lo que esto también es otro punto importante por si queremos conseguir un Bowser ágil o un Yoshi de lo más robusto.
En su momento en la versión final ya examinaré más detenidamente este apartado, pero desde luego lo que tengo más ganas es de seguir jugando partidos, porque a pesar de lo locos y complicados que pueden resultar en ocasiones, tienen algo que hace que te enganchen y siempre te dejen con ganas de jugar uno más. Sin duda Mario Strikers: Battle League Football apunta a ser imprescindible para todos los seguidores de la saga y para las reuniones con amigos, con piques, risas, y sobre todo mucha diversión a partir del 10 de junio.
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