Un salto de los grandes el de Little Orpheus. Pasar del mercado móvil a codearte con tus hermanas mayores en consolas y PC es un reto complicado. Puedes terminar dando el do de pecho gracias a una fórmula consistente o pueden rasgarse tus vestiduras para dejar ver que hay más grietas de lo que salta a primera vista.
Lamentablemente, este es el caso de la obra de The Chinese Room, los cuales nos han regalado fantásticos títulos como Everybody Gone's to the Rapture o Dear Esther. Aquí nos encontramos con un plataformas que llega desde la App Store de iOS, dos años después de su lanzamiento y con algunas novedades que no terminan de sustentar el resultado final.
Explíquese, Ivanovich
Año 1962. Estamos en plena Guerra Fría, lo que se traduce en una carrera espacial sin límites por intentar llegar primero a la Luna. Mientras la NASA pone todos sus esfuerzos en esta tarea, un astronauta de la Unión Soviética toma la dirección contraria y se interna en lo más profundo del planeta.
Y es que Ivan Ivanovich no tiene otro propósito que el de explorar el centro de la Tierra a bordo de la nave Little Orpheus. Tres años después del suceso, Ivanovich reaparece y comienza a explicar sus increíbles aventuras al general Yurkovoi. La conversación entre ambos es el hilo principal, ya que todo lo que juguemos actuará como flashback.
He aquí uno de los puntos fuertes que sustenta Little Orpheus. El humor está presente durante todo el juego, puesto que no solo veremos las cinemáticas de charla entre ambos, sino que tenemos la conversación presente en todo momento. Mientras jugamos vemos chascarrillos, bromas y descripciones imposibles de Ivanovich sobre lo que, en teoría, vivió.
Ese tira y afloja constante entre ambos personajes da un toque simpático y ameno a su plataformeo. A su vez, The Chinese Room se ha esforzado mucho en que la obra sea todo lo espectacular que pueda, partiendo de la base de que hablamos de un port de un juego para móviles. Secuencias en las que nos persigue un dinosaurio, nos deslizamos cual bola de nieve por una pendiente o momentos en los que absolutamente todo se va al carajo.
Pocas ideas en el saco
Sin embargo, el efecto de Little Orpheus se diluye muy rápidamente. En un juego de apenas tres o cuatro horas de duración, nos encontramos con prácticamente ninguna idea nueva o mecánica a dominar. Todo lo que puede hacer Ivanovich se reduce principalmente a saltar, deslizarse y mover mecanismos u objetos.
Todo de una forma tan intuitiva y tan poco retadora que acaba resultando en un desafío tremendamente plano. A lo largo de los ocho capítulos originales será prácticamente imposible morir en alguna sección y no es hasta el noveno -exclusivo de la Console Edition- donde veremos un pelín más de frescura.
Pero ni siquiera es suficiente, porque se siente escasa la recompensa durante las horas anteriores para disfrutar de unos pocos minutos de mecánicas novedosas. Llamar puzles a los retos que propone Little Orpheus es ser muy generoso, ya que con un simple vistazo queda patente lo que hay que hacer, siendo realmente sencillo llevarlo a cabo.
Lo cierto es que se echa mucho en falta más esfuerzo en este apartado, por lo que queda claro que el enfoque se ha dirigido hacia la construcción de una historia divertida y unos escenarios variados. Los vemos de todo tipo, creando una trama interesante sobre lo que va descubriendo Ivanovich y si realmente todo lo que está contando es verdad.
Viajamos por desiertos, junglas, regiones heladas, ballenas gigantes o mundos oníricos sin sentido. Curiosamente, es en las zonas acuáticas donde podemos encontrar mayores problemas para esquivar trampas, pero sigue sabiendo a muy poco.
La opinión de VidaExtra
Little Orpheus, en realidad, no engaña a nadie. The Chinese Room ya avisa de que estamos ante un título con puzles ligeros adaptados al público casual, pero falla estrepitosamente en atraer al más curtido en el género. Sus plataformas se sienten del montón y ha puesto más carne en el asador a la hora de atraer por otras vías.
Legítimo, sin duda, ya que a nivel visual se ve muy bien, mejora el Little Orpheus de iOS y añade contenido nuevo como grabaciones perdidas. Una excusa para rejugar sus niveles y llevar nuevos trajes para Ivanovich mientras da saltos esquivando todo lo que le lanzan. Una gran adaptación en el apartado técnico, sin duda.
Sí que merece un reconocimiento la banda sonora y el doblaje, especialmente este último ya que realmente usan bien el acento ruso, incluyendo palabras en el idioma del norte de Europa en mitad de las chaladuras que comparten el protagonista y su superior militar.
Little Orpheus
Plataformas | PC (versión analizada), PS5, PS4, Xbox One, Xbox Series y Nintendo Switch |
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Multijugador | No |
Desarrollador | The Chinese Room |
Compañía | Secret Mode |
Lanzamiento | En algún momento de 2022 |
Lo mejor
- Las delirantes conversaciones entre Ivanovich y su general
- No se resiente visualmente a pesar del salto técnico
Lo peor
- No hay desafío prácticamente, es todo muy sencillo de superar
- La falta de mecánicas nuevas terminan por hacer más largas sus cuatro horas de duración