Yo las llamo mezclas de final de mes. Son esas que, por no haber ido a hacer la compra para las próximas cuatro semanas, te obligan a hacer malabares con lo que encuentras en nevera y despensa. Una mezcla a la desesperada que a menudo resulta en un desastre de proporciones épicas y una vez de cada mil se convierte en el nacimiento de una nueva genialidad. 'Hyrule Warriors' es el bocadillo de queso y chocolate que nunca te habrías metido en la boca y, cuando lo pruebas, resulta ser toda una delicia.
La diferencia con ese símil es que en nuestro caso, y probablemente también en el de muchos de vosotros, uno de los ingredientes ha pasado por nuestro paladar casi de refilón en toda una vida, mientras que el otro lo hemos comido a todas horas durante los últimos veinte años. Sabemos mucho de 'The Legend of Zelda' y muy poco de 'Dynasty Warriors'. Tal vez por eso sorprenda que hayan resultado ser tan compatibles.
Yo eché pestes de Hyrule Warriors
Además de haber leído sobre ella en alguna ocasión y algún que otro vídeo, a la saga de Omega Force y Tecmo Koei la conozco por dos cosas: por ser una opción recurrente para que el novio de Rachel Bilson matase el tiempo en la serie The O.C. y por darle una oportunidad a una de sus entregas de PSP.
No salió bien el intento, porque nunca volví a darle otra. Lo recuerdo como algo demasiado nipón para mi gusto.
Podéis imaginar mi cara cuando vi que la franquicia de Link y la saga de samuráis se daban la mano. Para qué nos vamos a engañar, me sonó a locura disparatada y a futura mancha en el impoluto expediente de Nintendo, que acostumbra a medir estos pasos bastante mejor que el resto de compañías del sector.
Pasó el tiempo y el interés se mantuvo igual, en standby, viendo algún que otro vídeo bastante prometedor pero ajeno a la nube de información que generaba.
'Hyrule Warriors' ha sido una de esas pocas ocasiones en las que alguien que está completamente rodeado de noticias de juegos llega a la primera partida sabiendo lo mínimo. No sé si la bofetada ha sido más fuerte por eso, pero ha sonado y dejado marca.
Si 'Hyrule Warriors' no entraba en tus planes, tú y yo tenemos algo en común. Si lo acabas probando y terminas igual de encantado que he salido yo de sus dos modos principales, ya podrás apuntar otra cosa más a esa lista.
¿Qué es Hyrule Warriors?
'Hyrule Warriors' es un juego de acción con los personajes de la saga 'The Legend of Zelda' y otros sacados de la manga de Tecmo Koei, principalmente para enseñar pechuga, en el que tendremos que hacer frente a hordas de enemigos y jefes de distintas categorías a base de combos de dos botones y ataques especiales.
Otro estilo de hack'n slash, menos técnico a la hora de salir airoso de los combates y más enfocado a la estrategia del campo de batalla, a estar siempre donde se requiere que estés y a intentar aprovechar el límite de tiempo para intentar exprimir cada escenario y sus secretos al máximo.
La idea parte de una zona con distintos caminos y varias bases que pueden estar bajo nuestro control o el del equipo enemigo. Si acabamos con gran parte de lacayos de esa base aparecerá el jefe de la misma, y si lo ventilamos esa zona pasará a ser nuestra y se convertirá en un nuevo punto de aparición de bots para nuestro ejercito.
Ese puede ser un objetivo principal o secundario dependiendo de la situación, pero además de eso tocará lidiar con misiones que nos abrirán nuevas puertas de cara a alcanzar el jefe final de cada fase, la mayoría del estilo: conquista esas bases, consigue que la Gran Hada te ayude, protege a un aliado...
¿Por qué debería interesarme?
Porque es divertido a rabiar, por la gozada que supone ir desbloqueando personajes y aprovechando las rupias y objetos conseguidos durante la campaña para subirlos de nivel y mejorar sus combos, porque no tiene pretensiones ocultas más allá de hacerte pasar un buen rato y conseguir que, como antaño, vuelvas a trasnochar porque un reto se te atraganta, pero sobre todo porque es puro fan service.
Si en su día te hizo gracia el poder controlar a Link, Ganondorf o Zelda en un 'Smash Bros.' aquí la sensación se multiplica varios enteros por la posibilidad de reventar a cientos (¡miles!) de enemigos a base de espadazos o magias la mar de lustrosas. Hacerlo con Link mola, y por primera vez tienes la sensación de que la Espada Maestra no es otra hoja afilada más, pero hacerlo con Ganon es puro espectáculo.
No se quedan atrás el resto de personajes, que me interesaban poco o nada al empezar la partida (principalmente los nuevos) pero animado a usarlos por los acontecimientos de la campaña han acabado ganándose mi cariño. La historia o sus diseños no tienen nada que ver, pero si los distintos combos que permiten hacer y cómo cada uno de ellos te obliga a jugar con la cabeza puesta en la combinación adecuada.
Digamos que, por ejemplo, con Lana, el combo YYX atraerá a enemigos a una zona concreta para poder ventilarlos de un plumazo, pero en ocasiones te convendrá más utilizar el YYYX para apartarlos y poder alejarte de la zona con facilidad. Ahora suma personajes y aprende a controlarlos a todos con el mismo nivel de efectividad.
Hay horas, hay un porrón de horas, así que estaré entretenido hasta que pueda hablar de él en profundidad cuando el lanzamiento esté a la vuelta de la esquina. Por ahora creo que os bastará saber que Nintendo ha vuelto a jugar muy bien sus cartas. No es una mano ganadora a nivel empresarial, como tampoco lo será 'Bayonetta 2', pero que nadie tenga ninguna duda sobre su potencial a la hora de encandilar a millones de jugadores.
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Plataformas: Wii U
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Multijugador: Sí
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Desarrollador: Tecmo Koei
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Compañía: Nintendo
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Lanzamiento: 19 de septiembre de 2014
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Precio: 47,95 euros (en Amazon, por ejemplo, puedes encontrarlo a 43,99 euros)
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