A los que ya sabéis de qué pie cojeo nos os sorprende ya en absoluto mi debilidad por los dados. No sé si es que en otra vida fui crupier en el Salvaje Oeste o va a juego con ser tan cuadriculado, pero si hay un dado de por medio es fácil tener media partida ganada conmigo. Y en este nuevo Into the Blue que nos trae Tranjis Games todo son dados.
De la mano de Reiner Knizia, famoso por juegos como Tigris & Euphrates, The Quest for El Dorado o -entre mis favoritos para jugar a dobles- Exploradores, en Into the Blue toca asomarse a su pasión por los dados al estilo Sushi Bar.
Cómo se juega a Into the Blue
La idea detrás de Into the Blue es que, de la mano de seis dados y un tablero con cinco huecos donde iremos colocando las conchas de nuestro color, simulemos una inmersión de submarinismo en busca de tesoros para ver quién termina la partida con más puntos.
Durante tu turno lanzarás los seis dados con la intención de conseguir una secuencia ininterrumpida que empiece en el número 1 y, con suerte, termine en la cara del cofre que simularía el número 6. Tras la primera tirada puedes quedarte con los dados que quieras y lanzar el resto, y lo mismo ocurrirá con la tercera y última tirada, pudiendo incluso volver a lanzar los que has decidido quedarte previamente.
A partir de aquí decides dónde quieres colocar tus conchas. En el caso de que tu secuencia sólo llegue hasta el 3 de forma ininterrumpida, podrás colocar una concha en el 3. En el caso de que llegues al 4 pero tengas tres dados del 3, podrás elegir entre colocar tres conchas allí o una en el 4. Y si has llegado hasta el cofre, pues eliges uno al azar, te lo quedas y reinicias tu ronda.
La partida de Into the Blue acaba cuando alguien coja el último cofre o cuando ponga su última concha, aunque en este último caso habrá una última ronda para el resto antes de sumarse las puntuaciones. Quienes tengan más conchas en una casilla, se llevarán el tesoro más alto, mientras que las dos siguientes harán lo propio con los tesoros de menor puntuación.
Un juego ideal para disfrutar en familia
Por aquello de ser simples secuencias del 1 al 6 y contar con un planteamiento tan simple como fácil de entender y de explicar, jugar con mis críos (partidas de 2 a 5 jugadores y recomendadas para 8 años en adelante) no sólo ha sido bastante fácil, también he tenido la sensación de que la partida no estaba especialmente desequilibrada.
No es sencillo encontrar un juego en el que todos por igual podamos disfrutar sin que el más pequeño se atasque o haya que guiarle un poco, pero incluso a la hora de plantearse qué decisión tomar al colocar las conchas las partidas han fluido de una forma fantástica.
Kudos también para la presentación de Into the Blue, que desde el arte de la caja hasta el tablero, las fichas o los dados es una auténtica gozada. De esos juegos que no cuesta nada colocar sobre la mesa por lo fáciles que son de preparar y lo bien que entran por los ojos.
Lástima que, pese al buen acabado de los materiales, las piezas de tesoros que van encajadas en el tablero sean lo suficientemente endebles para llevarse algún susto. No habría estado de más dejar un hueco un poco más amplio para que colocarlas y sacarlas sea más fácil, especialmente con niños alrededor.
Into the Blue